La costa catalana, en alerta tras el ataque narco en Barbate

Las muertes de Miguel Ángel, agente del Grupo de Especialistas de Actividades Subacuáticas, y David, el catalán perteneciente al Grupo de Acción Rápida, fallecidos en el acto, han conmocionado a las distintas fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, cuyos sindicatos han estallado, denunciando, una vez más, que no disponen de los medios suficientes para combatir a estas organizaciones criminales.

"Lucha desigual"

"La lucha es totalmente desigual. Los criminales disponen de todos los medios mientras que los cuerpos policiales no cuentan con medios similares para combatirlos", lamentan desde la Unión Sindical de la Policía Autonómica de Cataluña (USPAC).

No obstante, la preocupación de sindicatos no radica únicamente en la falta de medios, sino que también hay cierto desasosiego en que ataques como el de Barbate se trasladen a otros puntos del territorio, especialmente en Cataluña.

Desde el Delta hasta la Costa Brava

Ya era oscuro cuando un grupo de narcotraficantes, vecinos de La Línea de la Concepción (Cádiz), atacó a los guardias civiles que, desde hacía horas, vigilaban seis lanchas que había refugiadas en el puerto de Barbate, un municipio costero al oeste de la provincia gaditana.

Los agentes, con el objetivo de identificar a los supuestos narcos, iniciaron una persecución a escasos metros del puerto deportivo y, durante unos minutos, los criminales estuvieron toreando a los guardias civiles, que no lograban alcanzar la velocidad de la embarcación sospechosa. Hasta que la narcolancha los arrolló.

"Si las cosas no cambian, lo de Barbate se puede trasladar perfectamente a las playas del Delta del Ebro, el puerto de Mataró o la Costa Brava, donde ya se han registrado varios desembarcos", asegura Imma Viudes, del Sindicato Autónomo de Policía (SAP-Fepol). 

Una embarcación semirrígida detectada en el Cap de Creus MOSSOS D'ESQUADRA

La presión policial en el Estrecho provoca la migración

De hecho, cada vez son más (y más notorias) las informaciones relacionadas con la llegada de las conocidas narcolanchas cargadas de hachís a las playas de todo el litoral catalán. Esto se debe, según confirman los Mossos d'Esquadra, a la presión policial que se vive en la zona del estrecho de Gibraltar, que ha provocado una migración de las organizaciones criminales. 

“Seguramente la presión policial en el sur de la Península ha obligado a estas organizaciones a reactivar sus rutas marítimas y centros logísticos en Cataluña. Hasta ahora, el tráfico de hachís se ha dado igual, pero por vía terrestre. Ahora, se ha vuelto a priorizar la vía marítima, que permite una conexión prácticamente directa desde Marruecos, el principal exportador de hachís”, aseguró en rueda de prensa el inspector Toni Salleres, jefe del Área Central de Crimen Organizado de la División de Investigación Criminal de los Mossos d’Esquadra. 

Se reaviva la vía marítima en Cataluña

Así pues, aunque Cataluña siempre ha sido una región de paso de las mafias del hachís, la vía marítima ha vuelto a coger fuerza. De hecho, casi el 66% de las intervenciones que se produjeron en 2023 fue por transporte marítimo, durante operativos policiales efectuados en desembarcos o relacionados con ellos. El 34% restante sigue siendo por vía terrestre. 

Una 'narcolancha' como las que fabricaban los detenidos en l'Empordà / EUROPA PRESS

No obstante, fuentes policiales vinculadas con el cuerpo catalán se muestran más cautas que los sindicatos. "¿Es posible que pase en Cataluña? Sí. Pero con matices". Estas voces explican que las narcolanchas que llegan a Cataluña están pilotadas por individuos de origen marroquí que, a diferencia de los criminales españoles de Barbate, no suelen atacar a los cuerpos policiales. "Ellos se aprovechan de la velocidad de sus embarcaciones para huir". Sin embargo, no hay que fiarse, matizan. 

La respuesta imprevisible de los narcos

Los sindicatos, por su lado, siguen reclamando más medios ante la respuesta imprevisible de las organizaciones criminales, que cada vez son más violentas. "Ha quedado demostrado con la tragedia de Barbate que los cuerpos policiales partimos con desventaja", lamentan desde USPAC.

"Necesitamos más medios humanos y técnicos porque no podemos hacer frente a la escalada de violencia de estas organizaciones", sentencian desde SAP-Fepol.