Este martes se ha celebrado en la Audiencia Provincial de Barcelona la segunda sesión del juicio a Dani Alves, acusado de agredir sexualmente a una joven de 23 años en el lavabo de uno de los reservados de la discoteca Sutton.
El acusado ha llegado pasadas las tres de la tarde, ataviado con un jersey beige, un vaquero negro, zapatillas de deporte y unas gafas. A las preguntas de la prensa de si creía que el tribunal lo absolverá, el exjugador de FC Barcelona ha respondido encogiéndose de hombros.
"Sabía a dónde iba, pero se arrepintió"
Durante esta segunda sesión, en la que declaran 22 testigos clave, entre ellos su amigo Bruno y su mujer Joana Sanz, han comparecido el director y el responsable de sala de la discoteca Sutton de Barcelona, así como algunos de los trabajadores que aquella noche atendieron a la víctima.
Uno de los auxiliares, que acompañó a la denunciante y a sus acompañantes mientras esperaban a que llegaran los Mossos d’Esquadra en una sala privada del establecimiento ha explicado que, mientras le curaba una herida superficial que la chica tenía en la rodilla escuchó su relato.
Según este trabajador la joven manifestó que “sabía a dónde iba y a lo que iba, pero después se arrepintió y ya no quería”. Mientras explicaba esto a su amiga y su prima, la joven estaba visiblemente “nerviosa, llorando mucho”. Cuando llegaron los agentes, este trabajador se retiró.
La joven estaba "bastante alterada"
También han declarado Robert M., director de la discoteca Sutton, que aseguró que esa madrugada la víctima relató que había sufrido una agresión sexual. "Costó mucho que nos dijera lo que había pasado, se quería ir a casa".
Cuando el personal de Sutton estaba consolando a la víctima, que estaba "bastante alterada", Dani Alves pasó a su lado, confirma Massanet, aunque no puede asegurar que los viera.
Según el responsable, la chica les explicó que había entrado al lavabo de forma voluntaria con el jugador pero que una vez dentro ya no pudo salir. "Le pregunté si había sido grave, que si había habido penetración y me dijo que sí", ha corroborado frente al tribunal a preguntas de la fiscalía.
Alves no actuaba de forma normal
Por su parte, Rafael L., responsable de la sala ha recordado que el director de Sutton acudió a su oficina y le explicó que una chica había sido víctima de una agresión sexual y que “había sido más que un tocamiento”, motivo por el que se dirigió a la sala en la que se encontraba la denunciante. “La chica estaba bastante mal, lloraba mucho”, ha relatado.
Aunque dijo que se quería ir a casa porque nadie la iba a creer, el personal decidió llamar a la policía.
Según el declarante, Alves "había tomado algo esa noche, o estaba bebido". Según él, el deportista "no actuaba de forma normal".