Una imagen promocional de una plataforma de 'sugar dating'

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Vida

'Sugar dating': por qué no triunfa entre las mujeres

Las relaciones pseudorománticas y transaccionales son "efímeras y desiguales", argumentan los expertos

21 enero, 2024 00:00

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El sugar dating -término anglosajón utilizado para definir relaciones pseudorománticas y transaccionales, principalmente entre hombres maduros con una sólida posición social y económica y mujeres jóvenes- se ha popularizado en Europa en los últimos años. En Cataluña también gana adeptos. Sin embargo, este modelo de pareja no convence a las mujeres, según los datos aportados por SugarDaters, una de las principales plataformas a nivel internacional de este tipo de citas. 

Esta plataforma, según explica Alexandra Olariu, directora de márketing, a preguntas de Crónica Global, se dedica a conectar a personas "que tiene éxito y que quieren ser generosas (los bautizados como sugar daddies o sugar mamas) con otras más jóvenes a la que le gustaría tener un estándar de vida más elevado (las sugar babies, en el caso de las chicas y los toy boys en el de los chicos)".

"Las sugar mamas casi no existen"

Aunque la compañía no ofrece datos sobre el número concreto de usuarios que tiene en la comunidad autónoma, sólo el 2,2% de sus usuarios en Cataluña son sugar mamas, es decir, mujeres maduras que buscan relaciones afectivosexuales con hombres mucho más jóvenes que ellas, frente a un 14,6% de hombres que, con una media de edad de 40,4, años quieren conocer a sugar babies o sugar toys

Imagen publicitaria de una aplicación de 'sugar dating'

Imagen publicitaria de una aplicación de 'sugar dating' CRÓNICA GLOBAL

"Las sugar mamas prácticamente no existen", reconocen desde la propia plataforma. De hecho, añade la directora, "su perfil tiene todavía menos presencia de la que aparece reflejada en los datos y su edad promedio (28,1 años, según los estudios de la plataforma) debería ser más elevada". Lo que sucede en realidad, aclara, es que algunas sugar babies se equivocan al crear su perfil y seleccionan esta categoría, distorsionando las estadísticas del portal.

Aunque "casi inexistentes", las sugar mamas que usan esta plataforma suelen ser "empresarias o herederas de un gran patrimonio" que buscan a hombres más jóvenes. Sin embargo, la escasez de mujeres maduras provoca que los toy boys, con una media de edad de 26,7 años, lo tengan "verdaderamente difícil", pues encontrar a una sugar mama en esta plataforma es prácticamente imposible. 

"A las mujeres no les gusta maternar"

Los motivos de que este modelo no triunfe entre las mujeres maduras lo explica Ana Lombardía, psicóloga especializada en terapia sexual y de pareja, y es que, por norma general, a ellas "no les resulta atractivo ni erótico establecer una relación con alguien a quien maternar" ni a quien cuidar. "Ir siempre un paso por delante de ellos no nos resulta atractivo, por eso no suele haber mujeres en esta posición. Es una cuestión educacional", argumenta Lombardía. 

En cambio, las mujeres jóvenes o sugar babies, con una media de 25,9 años, son las que componen el grueso de los usuarios de esta plataforma en Cataluña. Según Olariu el perfil es el de "chicas adultas y ambiciosas, muchas de ellas en la veintena, que se sienten atraídas por hombres que han alcanzado su éxito personal, profesional o empresarial".

Así, añade, la de una sugar baby y un sugar daddy "es una relación simbiótica en la que ella tiene acceso a un mejor nivel de vida y contactos y él a la vitalidad de la juventud y al cariño de una mujer adulta que disfruta con ese tipo de hombre".

Relaciones desiguales

Sin embargo, Lombardía alerta de que, por definición, estas relaciones son desiguales y, en su mayoría, están destinadas al fracaso no sólo por la diferencia de edad sino del momento vital. "Con 25 años se están construyendo, muchas de ellas todavía están estudiando o empezando su carrera profesional, mientras que ellos ya son personas asentadas, con poder adquisitivo y con otras situación económica".

Aunque no se produzca una entrega de dinero como tal -algo que desde la compañía niegan, dado que eso supondría una forma de prostitución encubierta- la psicóloga destaca que, de algún modo, se establece una relación contractual y de desigualdad en el momento en el que los sugar daddies se ofrecen a pagarles caprichos o incluso los estudios a cambio de compañía, cariño o mantener relaciones sexuales. 

Las 'sugar babbies' también se hartan

A pesar de lo atractivas que puedan resultar inicialmente, este tipo de relaciones en su mayoría son, según Lombardía, efímeras. Lo que suele suceder, avanza, es que a medida que estas mujeres jóvenes cumplen años y alcanzan un determinado nivel de madurez, todo aquello que las deslumbraba de un sugar daddy, como su posición profesional, social o económica, comienza a evaporarse porque ellas van acumulando sus propios progresos y experiencias vitales. "En el momento en el que esta diferencia empieza a acortarse estas relaciones dejan de funcionar", asegura y es entonces cuando normalmente son ellas quienes deciden poner fin a la relación. 

"Siempre se comenta eso de que Leonardo di Caprio deja a sus novias cuando llegan a los 25 años, pero ¿quién nos dicen que no son ellas las que se aburren de un eterno Peter Pan?", expresa.

Admirar desde la igualdad

Por su parte, ellos, prosigue la terapeuta, "por lo general, no se sienten cómodos en situaciones de igualdad, por la comodidad de estar con alguien que les admire desde abajo. En esta posición uno está muy a gusto porque no tiene que crecer, que mejorar, que ofrecer una mejor versión de sí mismo. No hay un desafío y eso les permite relajarse".

De hecho, argumenta, los hombres suelen preferir a parejas más jóvenes porque les gusta sentirse admirados desde una posición de inferioridad, sentir que tienen el control de la relación y el poder. "Afortunadamente cada vez son más las mujeres que han aprendido a admirar desde la igualdad, que sería lo ideal".