"Te vendo un piso por 70.000 euros pero sacas tú al okupa". Esta es la síntesis del anuncio de una inmobiliaria para un piso en Cerdanyola del Vallès (Barcelona), que ofrece al mercado muy por debajo de su precio, pero con un allanador dentro al que el nuevo propietario tendrá que sacar".
Comercializa el activo QVivienda, una intermediaria con sede en Parets del Vallès (Barcelona), que precisa en conversación con este medio que "el piso pertenece a un fondo de inversión" que quiere vender el activo. Por ello, ha recurrido a la agencia, que ofrece la propiedad con un squatter en su interior.
"No se puede pagar a plazos"
El representante precisa que "no se puede recibir financiación" para pagar el activo, pues éste "no se puede tasar".
Tampoco se puede visitar, pues hay un okupa dentro que impide la comprobación in situ del estado del piso. Su estado es "ideal para inversores", atestigua QVivienda.
Precio inferior al mercado
El activo consta de 2 dormitorios, un baño, cocina, recibidor y comedor-sala de estar. Tiene una antigüedad de 50 años, y se sitúa en una zona residencial.
Eso sí, el precio es sustancialmente inferior a los apartamentos de su entorno, pues éstos se ofrecen por precios que parten de los 150.000 euros, mucho más caros que el piso con okupas.
Dos delitos
Cabe recordar que la okupación de vivienda está perseguida con dos tipos penales distintos. La usurpación --artículo 245 del Código Penal--, está penada con hasta dos años de cárcel si hay violencia o intimidación.
Por su parte, el allanamiento de morada tiene un castigo menor, de seis meses a dos años de privación de libertad.