La familia de John McAfee recupera su cadáver tras dos años y medio en la morgue
- Los allegados del magnate estadounidense trataron de demostrar que había sido asesinado en Brians 2
- El creador del famoso antivirus será enterrado en Estados Unidos
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El juzgado de Martorell (Barcelona) ha autorizado la entrega del cadáver del magnate John McAfee a su familia tras más de dos años y medio en la morgue de la Ciudad de la Justicia de Barcelona.
La entrega se produjo el jueves, una vez finalizado el proceso judicial que determinó en septiembre que el creador del famoso antivirus se quitó la vida en su celda de Brians 2, pese a que su familia trató de demostrar que había sido asesinado. Ahora, el cuerpo será repatriado a Estados Unidos, donde será enterrado.
La familia atribuía la muerte a un asesinato
John McAfee fue detenido el 3 de octubre de 2020 en el Aeropuerto de El Prat acusado de un delito de evasión fiscal. El 23 de junio de 2021, mientras cumplía prisión provisional en Brians 2, el mismo día en el que la Audiencia Nacional comunicó la decisión de entregarlo a Estados Unidos para ser juzgado, McAfee apareció muerto en su celda.
Después de que el juzgado de Martorell archivara la investigación sobre las circunstancias de la muerte, que se tipificó como una autolisis, la familia solicitó que se abrieran diligencias para analizar si en el cadáver había restos de tóxicos o fármacos “para despejar dudas que puedan señalar si dichas sustancias posibilitaron la inconsciencia del Sr. McAfee para posteriormente proceder a su ahorcadura”.
"No hay elementos para pensar en otra hipótesis"
También solicitó el informe definitivo de la autopsia para saber cómo se realizó el examen del cuello del fallecido, pues la parte apelante decía ignorar “la descripción detallada del levantamiento del cadáver, así como el croquis, las fotografías, y el procedimiento empleado”. Asimismo se pedía un estudio sobre la manera en la que estaban atados los cordones de las zapatillas de John McAfee, utilizados en la ejecución de su muerte.
Sin embargo, la Audiencia de Barcelona concluyó que no existe ningún elemento razonable que lleve a pensar o a contemplar otra hipótesis que no sea la del suicidio. De hecho, argumentó que el informe toxicológico analizó “la sangre, la orina y el contenido gástrico para detectar fármacos y sustancias tóxicas” y este no reveló “dosis fuera de un uso terapéutico”. Además, recordó el tribunal, en las grabaciones de las cámaras de seguridad del centro penitenciario se observa la secuencia completa “en la que no hay otro contacto con el interno que no sea la del funcionario de prisiones” que lo encontró ya inerte.