La justicia da carpetazo a la investigación sobre la muerte de McAfee en Brians: fue un suicidio

La justicia lo tiene claro: la muerte del magnate estadounidense John McAfee en la cárcel de Brians 2 (Sant Esteve Sesrovires) fue un suicidio. Así lo recoge el auto emitido por la sección 9 de la Audiencia Provincial de Barcelona, que este viernes ha confirmado la resolución del archivo de la causa, dicatada por el Juzgado de Instrucción de Martorell. 

El creador del famoso antivirus que lleva su nombre fue detenido como presunto autor de un delito de evasión fiscal por requerimiento de la justicia estadounidense el 3 de octubre de 2020 en el Aeropuerto de El Prat de Barcelona cuando trataba de huir en un vuelo hacia Estambul. Hasta ese momento el excéntrico magnate había permanecido oculto en el Daurada Park de Cambrils, un modesto hotel de la Costa Daurada. El multimillonario ingresó en el módulo 1 de la cárcel de Brians 2 a la espera de su extradición a Estados Unidos. El 23 de junio de 2021, el mismo día que la Audiencia Nacional comunicó la decisión de entregarlo, McAfee apareció muerto en su celda.

La familia pedía nuevas diligencias

Después de que el juzgado de Martorell archivara la investigación sobre las circunstancias de la muerte, la familia solicitó que se abrieran diligencias para analizar si en el cadáver había restos de tóxicos o fármacos “para despejar dudas que puedan señalar si dichas sustancias posibilitaron la inconsciencia del Sr. McAfee para posteriormente proceder a su ahorcadura”. 

También se solicitó el informe definitivo de la autopsia para saber cómo se realizó el examen del cuello del fallecido, pues la parte apelante decía ignorar “la descripción detallada del levantamiento del cadáver, así como el croquis, las fotografías, y el procedimiento empleado”. Asimismo se pedía un estudio sobre la manera en la que estaban atados los cordones de las zapatillas de John McAfee, utilizados en la ejecución de su muerte. 

"No hay elementos para pensar en otra hipótesis"

Sin embargo, la Audiencia de Barcelona concluye ahora que no existe ningún elemento razonable que lleve a pensar o a contemplar otra hipótesis que no sea la del suicidio. Alega que el informe toxicológico no está incompleto, pues se analizó “la sangre, la orina y el contenido gástrico para detectar fármacos y sustancias tóxicas” y este no reveló “dosis fuera de un uso terapéutico”. Además, recuerda el tribunal, en las grabaciones de las cámaras de seguridad del centro penitenciario se observa la secuencia completa “en la que no hay otro contacto con el interno que no sea la del funcionario de prisiones” que lo encontró ya inerte.

"Tenemos el informe de autopsia preliminar, tenemos el informe de autopsia definitivo, tenemos las fotografías del cadáver que evidencia en mecanismo al que todos os informes apuntan. Tenemos que son emitidos por forenses del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Cataluña. ¿Puede ampliarse?. En teoría hasta el infinito", reza el auto, en el que se remarca que en el recurso no se ha aportado ningún elemento que plantee otra posibilidad diferente a la del suicidio. Por todo ello, apostilla la Audiencia, “la instrucción está bien concluida”, pues no existe otra hipótesis alternativa a la de una autolisis.