La sequía deja sin pista de hielo a la Fira de Girona por primera vez en 17 años
- Estas son las primeras navidades tras 17 años en las que la Fira de Girona no instalará su pista de hielo
- El Patronato descarta su plan inicial de montar la instalación reduciendo el gasto de agua y aboga ahora por su anulación por la preocupante sequía en Cataluña
- Se estima que cada metro cuadrado de una capa de siete centímetros de hielo natural consume unos 70 litros de agua
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La Fira de Girona se queda sin pista de hielo. El Patronato así lo ha decidido anularla 'obligado' por la más que preocupante situación actual de sequía en Cataluña, ha confirmado con un comunicado tras su reunión del miércoles 13 de diciembre.
Dicha pista aún no estaba instalada, sino que la previsión era que lo estuviera el 23 de diciembre para que durara todas las fiestas navideñas hasta el 7 de enero de 2024
Sin pista de hielo tras 17 años
Estas son las primeras navidades tras 17 años en las que la Fira de Girona no instalará su pista de hielo.
La institución, "en un primer momento", abogaba por adaptar la pista a la situación con un plan para reducir el agua necesaria en un 40% en dos años con la reducción de la lamina de hielo, informa en un comunicado. Ahora, ha defendido que la anulación es una "medida socialmente responsable y necesaria, por compromiso y ejemplaridad", ante una sequía que ha calificado de grave.
800 metros cuadrados y un tobogán
Según se indica en la web de la Fira, se iba a tratar de una "pista de hielo natural de 800 metros cuadrados y un tobogán de 2,5 metros de altura, 27 metros de largo y con 3 carriles para bajar en trineo".
Este tipo de instalaciones, a pesar del divertimento que supone para quien paga el tique y las usa, suponen un importante derroche de agua; se estima que cada metro cuadrado de una capa de siete centímetros de hielo consume unos 70 litros de agua, además de la regada que toda pista requiere al final del día por el bien de su mantenimiento.
Mientras tanto, la situación se agrava y la Generalitat prevé declarar el estado de emergencia en enero por la situación de los embalses del sistema Ter, en Girona, y Llobregat, en Barcelona, y en su sistema mixto.