Exclusiva: Así se vivió la desarticulación de un grupo criminal que atracaba a mano armada locales en Badalona

Lunes, 17 de julio. El reloj todavía no había marcado las cuatro y media de la madrugada. Era noche cerrada y las calles de Badalona estaban todavía desiertas, pero la comisaría de Mossos d’Esquadra era un hervidero. Los agentes de la Unidad de Investigación se preparaban para dar un golpe a una organización criminal especialmente peligrosa y especializada en atracos que durante meses asedió a la comunidad paquistaní de la ciudad metropolitana ejerciendo violencia gratuita. Crónica Global estaba allí para acompañarlos.

A las cinco de la mañana, el máximo responsable de la investigación reunió a los mandos de las unidades que minutos después participarían en el dispositivo para ultimar los detalles operativos. En paralelo, en las inmediaciones de la comisaría se alineaba una hilera de furgonetas policiales donde aguardaban los 150 agentes del Grupo Especial de Intervención (GEI), el Área Regional de Recursos Operativos (ARRO) y la Brigada Móvil (Brimo) ataviados con pasamontañas para evitar ser reconocidos por los investigados.

Tras la llegada de los secretarios judiciales, encargados de dar fe pública de los indicios recabados en los registros, el responsable dio luz verde a la comitiva para iniciar el operativo. La fila se disgregó en dos: parte de los vehículos se dirigieron hacia Barcelona y el resto recaló en el barrio de la Salut de Badalona, donde se escondía el líder.

Operacón de Mossos d'esquadra: Así se vivió desde dentro la desarticulación de un grupo criminal que utilizaba armas de fuego CG Badalona

Entradas en Badalona y Barcelona

A la altura de la calle Hipólito Lázaro, una cincuentena de agentes de seguridad pública se apearon de las furgonetas y flanquearon las puertas del domicilio del capo de la banda en silencio. También se desplegaron en las calles Don Pelayo y Calderón de la Barca, así como en otras localizaciones de la capital catalana.

Los movimientos de los agentes los seguía de cerca la Unidad de Drones, que peinaba la zona con cámaras térmicas para detectar cualquier posible movimiento anómalo. A las seis de la mañana, los arietes de los Mossos golpearon simultáneamente las puertas de nueve domicilios de Badalona y Barcelona. Los gritos de “¡Policía!, ¡Policía!” y las linternas que iluminaban el interior de las casas de los miembros de la organización criminal interrumpieron el descanso de los vecinos, que se asomaron a los balcones alertados por el repentino alboroto. 

Una vez aseguradas las viviendas, los Mossos d’Esquadra peinaron palmo a palmo cada uno de los domicilios acompañados por la comitiva judicial, formada por el secretario y el titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Badalona que asumió la investigación del grupo criminal. En él recaló la primera de las denuncias contra la organización. 

Operación de Mossos d'esquadra: Así se vivió desde dentro la desarticulación de un grupo criminal que utilizaba armas de fuego CG Badalona

'Operación Caixmir'

El primero de los atracos que perpetró la banda y que marcó el inicio de la operación Caixmir --por la nacionalidad de las víctimas-- se remonta al 26 de noviembre de 2022. En aquella ocasión, uno de los miembros accedió a un local de telefonía regentado por ciudadanos paquistaníes y, tras hacerse pasar por cliente, regresó minutos después blandiendo un arma de fuego corta. Retuvo a una clienta de forma muy violenta mientras dos de sus acólitos asaltaban el mostrador.

Los Mossos d’Esquadra comenzaron a investigar estos hechos de forma aislada, pero en febrero de 2023 descubrieron que el modus operandi utilizado encajaba en el patrón de otros robos con violencia cometidos en Badalona y Santa Coloma de Gramenet.

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En todos los casos, los asaltantes iban encapuchados y actuaban con violencia extrema y gratuita contra las víctimas, siempre ciudadanos paquistaníes, a quienes llegaron a propinar culatazos con las armas para conseguir su botín. Además, todos los golpes se encuadraban en el interior o inmediaciones de tiendas de telefonía móvil o locutorios. En total, los ladrones consiguieron hacerse con 140.000 euros y con decenas de dispositivos tecnológicos. 

El operativo, amenazado por los San Fermines

Las imágenes captadas por las cámaras de seguridad de los locales, que han tenido repercusión en los informativos paquistaníes, y la inteligencia policial, llevaron a los investigadores de los Mossos d’Esquadra hasta el barrio de la Salut de Badalona. Las pesquisas les permitieron localizar a los presuntos autores y perfilar la jerarquía de la organización criminal, perfectamente estructurada.

Bajo las directrices del líder operaban su hombre de máxima confianza (su propio hermano) y un contable. En un escalafón inmediatamente inferior pivotaban los demás miembros de la banda, encargados de hacer tareas de contravigilancia. Todos ellos cuentan con antecedentes y eran conocidos por ser residentes del mismo barrio. 

Operación de Mossos d'esquadra: Así se vivió desde dentro la desarticulación de un grupo criminal que utilizaba armas de fuego CG Badalona

De hecho, pocos días antes de que los Mossos d’Esquadra realizaran las entradas y registros en sus domicilios, el grupo se fue a disfrutar de los San Fermines a Pamplona. Allí, tanto el líder como su hermano fueron detenidos por la Policía Foral de Navarra, lo que hizo peligrar el operativo de la policía catalana. Tras quedar en libertad, regresaron a sus casas horas antes de que los mossos echaran la puerta abajo. 

Un botín de 140.000 euros

Los investigadores recuperaron 7.600 euros en efectivo procedentes de los palos a los negocios asaltados en el interior de los domicilios, así como las prendas de ropa que utilizaron en varios de los atracos. También recuperaron varias armas de fuego, entre ellas un revólver escondido bajo el triciclo de un menor. En las diferentes viviendas también se hallaron armas punzantes, como un bate de béisbol con pinchos, un nunchaku de fabricación casera (una arma típica de artes marciales), un hacha y una katana. 

Operación de Mossos d'esquadra: Así se vivió desde dentro la desarticulación de un grupo criminal que utilizaba armas de fuego CG Badalona

En la azotea de la casa del líder, los Mossos d’Esquadra encontraron varias plantas de marihuana, con un peso total de medio kilo, además de 700 gramos de hachís en otra de las viviendas. Asimismo, el jefe acumulaba documentos de varios de los establecimientos comerciales que padecieron la violencia desmedida de la banda y que apuntala la teoría de los Mossos d’Esquadra de que fue este grupo, y no otro, el autor de los hechos.

El motivo de la elección de sus víctimas, explican los responsables de la investigación, es que los locales que regentan no suelen contar con fuertes medidas de seguridad de tipo físico que impidan el paso a la parte trasera del mostrador, a diferencia de las joyerías o las entidades bancarias. “También por las cantidades de efectivo que mueven en una jornada, puesto que se hacían envíos de dinero al extranjero”, precisan los investigadores.

Intervención de la Unidad Canina

Después de que los agentes revisaran con extrema minuciosidad cada rincón de las viviendas en las que entraron --con especial hincapié en los conductos de ventilación, los falsos techos, las cajas de las persianas y cualquier otro hueco que pudiese servir de escondite a los presuntos autores para esconder las armas o el botín de sus robos--, entró en juego la Unidad Canina.

Operación de Mossos d'esquadra: Así se vivió desde dentro la desarticulación de un grupo criminal que utilizaba armas de fuego CG Badalona

En el bloque en el que se ubicaba la casa del líder, Nerón y Black, dos perros de los Mossos, rastrearon cada una de las estancias para asegurarse de que los investigadores no habían pasado por alto ningún escondrijo. 

Se esperan más detenciones

El operativo se extendió hasta bien entrada la mañana y captó la atención de los vecinos y familiares de los investigados, arremolinados ante los portales blindados por la policía catalana. Culminó con la detención de cinco personas. No obstante, no se descartan nuevos arrestos, dado que cuatro de los miembros no se encontraban en ninguno de los domicilios en el momento de las entradas.

Se les atribuyen delitos de pertenencia a organización criminal, contra la salud pública, 15 robos con violencia y tenencia ilícita de armas.