Josep, el catalán víctima de unos okupas, logra el apoyo de un diputado tras acampar en la sede de los comunes
El afectado, que duerme en la calle desde el pasado jueves, también ha solicitado amparo al Síndic de Greuges, que analiza su caso
14 junio, 2023 23:30Noticias relacionadas
Josep J., el vecino de Esparreguera (Barcelona) que se ha quedado en la calle a raíz de la okupación de su piso, ha logrado que un diputado de los comunes le gestione una reunión con su ayuntamiento para encontrar una solución a su dramática situación. El día en el que expiró la renovación del servicio de alojamiento temporal ofrecido por Servicios Sociales y en un intento desesperado por volver a su casa, el afectado acampó frente a la sede de Barcelona en Comú de la calle Marina de la capital catalana.
Un día fue suficiente para que David Cid, diputado de la formación, se interesara por su caso y gestionara una reunión entre Josep y el consistorio de su pueblo, lo que el afectado entiende como un toque de atención al regidor de esta cartera. Según ha podido saber este medio, Cid ha conseguido el compromiso del Ayuntamiento de Esparreguera (gobernado por Catalunya en Comú y PSC) para ofrecerle una nueva alternativa habitacional hasta que los inquiokupas abandonen su propiedad.
Mediación del Síndic de Greuges
En paralelo, el afectado ha solicitado amparo al Síndic de Greuges que, aunque ha precisado que no puede inmiscuirse en un proceso judicial entre particulares, también se ha ofrecido a mediar con el consistorio. Sin embargo, Josep precisa que no existe una demanda judicial, sino una denuncia ante los Mossos d’Esquadra porque confió en que el ayuntamiento buscaría una residencia para la familia okupa y no haría falta elevar el caso a los tribunales.
Josep, calificado como persona en riesgo extremo de exclusión social tras la quiebra de su empresa a raíz de la crisis económica de 2008, se quedó en la calle el pasado jueves tras varios meses deambulando entre hostales y su coche, como avanzó este medio. El motivo radica en la okupación de su vivienda sobre la que, además, pesa una ejecución hipotecaria.
Situación de extrema precariedad
A punto de cumplir 60 años, enfermo y sin una red familiar que pueda prestarle apoyo en esta situación de extrema precariedad, Josep pidió ayuda a los Servicios Sociales y comunicó a sus inquilinos su intención de volver a su piso de Esparreguera a principios de año. Sin embargo, no lo logró. Convencido militante de izquierdas, afea a la Administración su “abandono”.
Aunque desde el Ayuntamiento de Esparreguera le han ofrecido todos los recursos a su alcance, para poder continuar en un alojamiento de urgencia tiene que cumplir una serie de requisitos y comprometerse a mejorar su situación personal. Pero se queja de que la idea de los Servicios Sociales, según él, es que se pueda pagar el alquiler de una habitación y sea autosuficiente. “Si le buscaran una alternativa residencial a la familia que ha okupado mi casa yo podría volver a mi piso”, insiste.
Quiere negociar un alquiler social
Aparte de por tener un techo, la urgencia de Josep por recuperar su casa reside en que sobre ella pesa una ejecución hipotecaria por falta de pago. En pocos meses, vaticina, llegará la orden de desahucio y solo si él vive allí, dice, podrá negociar una dación en pago con alquiler social.
A pesar de los perjuicios que le han originado, Josep sigue defendiendo que a la familia okupa, que también es vulnerable, “se le tiene que buscar un lugar al que ir”. Por el momento, y hasta la celebración de la reunión el lunes 19 de junio, Josep seguirá durmiendo en su coche.