La respuesta a otro caso de pedofilia, denunciado en 2017 por varias familias de la escuela Pare Manyanet situada en el barrio de Sant Andreu de Barcelona, podría llevar varios meses guardada en un cajón de la Consejería de Educación de la Generaliat de Cataluña. Así lo temen las familias afectadas, que han decidido relatar lo sucedido con el departamento, al que acusan de dilatar las pesquisas sobre el caso.
A escasos tres meses de que un juez condenase a nueve meses de multa por un delito de pornografía infantil al sacerdote Joaquim Calvet, que impartía clases allí, el centro religioso está de nuevo contra las cuerdas. Debe hacer frente a otra causa penal por otros hechos parecidos. José Manuel López y María José López, padres de Kira López, la alumna del Pare Manyanet que se quitó la vida el 19 de mayo de 2021 con tan sólo 15 años de edad, presentaron este miércoles la denuncia contra el centro y contra el presunto pedófilo en la Ciudad de la Justicia de Barcelona.
Silencio en la consejería
Los padres de la niña ya levantaron la voz el pasado mes de marzo contra el Departamento de Educación de la Generalitat por lo sucedido en el colegio. La Síndic de Greuges les había admitido por escrito en enero, en una carta a la que tuvo acceso este medio, que había pedido en varias ocasiones el resultado de la investigación pública que debía esclarecer qué sucedió en el Padre Manyanet antes del fatal desenlace de la menor.
"Nos hemos vuelto a dirigir al Departamento de Educación para pedir que se nos traslade el contenido del informe emitido por la inspección educativa de 14/01/2022 [...], así como que se nos transmita la valoración que se ha hecho sobre el abordaje seguido por el centro Pare Manyanet de Sant Andreu al recibir la denuncia de las dos familias en 2017", decía el Síndic en su carta a la familia de Kira López.
Educació aseguró poco después, a finales de marzo, que "había remitido a la Síndic todos los documentos requeridos". Desde la oficina de la defensora de los catalanes, Esther Giménez-Salinas, aseguran dos meses después que siguen sin recibir la información solicitada.
Alerta sobre el "padre Afolf"
Los padres de la joven denuncian que "el padre Adolf", ese otro presunto pedófilo, "continúa campando a sus anchas por el centro educativo, sin que nadie haga nada".
El religioso fue denunciado en 2017 por varias familias del Manyanet tras conocer que había abordado en los pasillos a varias alumnas, acariciándoles en los brazos o el cabello, y regalado fotos a varias de ellas con su número de teléfono anotado en el reverso. "A mi hija se lo quiso dar, pero ella no lo cogió, aunque sí que aprovechó para acariciarle e intimidarle físicamente", cuenta María José, madre de Kira.
"Piojos diferentes"
De forma paralela a estos hechos, José Manuel y María José tuvieron conocimiento de que tres familias de un curso inferior habían denunciado en la escuela un hallazgo incomprensible. Sus hijos padrecían de "ladillas" en las pestañas, algo que la escuela comunicó al resto de padres a través de una circular en la que se describían como "piojos diferentes".
"El director del Padre Manyanet, a su vez, denunció a las familias de los tres niños ante la Dirección General de Atención a la Infncia y la Adolescencia (DGAIA)", relatan los padres de Kira. "Especuló que se debían haber contagiado un mes antes en una actividad conjunta y ocultó la existencia de la otra denuncia [por la actitud del religioso]", añaden.
María José mantiene que la gerencia evitó de esta forma "que el centro fuera investigado" por la acumulación de sucesos de difícil explicación y que daban indicios de agresiones por parte de los docentes. A esto se le suma que "por las mismas fechas, se incorporó a la escuela el cura pedófilo, ahora condenado por posesión de material de explotación sexual infantil".
DGAIA se pronunció
Poco después, la DGAIA remitió una respuesta a estos padres. "Una vez hechas las consultas pertinentes y revisado su caso, dada la gravedad y vistas las competencias de las que la DGAIA dispone, le comunicamos que derivamos su caso al Departamento de Educación, para que se lleve a cabo la correspondiente valoración", indicó el organismo que vela por la seguridad de los menores.
"Consideramos que este es un caso que debe tratarse en el ámbito penal educativo, ya que estos hechos sucedieron dentro de un centro escolar y no a nivel familiar", concluyó la DGAIA en su escrito. No podían actuar porque quedaba fuera de sus competencias.
Investigación de los padres de Kira
Según el matrimonio, "las menores explicaron que el religioso, a quien se le sigue permitiendo el acceso libre al centro educativo, les habría abordado por los pasillos e intimidado físicamente mientras les entregaba la foto con su teléfono de contacto".
Por eso, tras la muerte de Kira, y al ser conocedores de que el cura volvía a andar por el Pare Manyanet, María José y José Manuel iniciaron sus propias pesquisas para saber qué ocurría en el colegio religioso de Sant Andreu.
El director, investigado
El director del centro, Josep María Taulats, ha sido acusado por los tribunales de encubrir el caso confirmado de pedofilia del religioso Calvet y ha sido imputado por ello. Los padres de Kira López insisten en que "también está encubriendo en este otro caso" y recuerdan que en 2022 declaró en prensa que "la foto con el teléfono era solo un obsequio que el religioso repartió a algunos alumnos de forma arbitraria".
Es decir, Taulats sabía qué sucedía en los pasillos de la escuela con el cura pero "no activó el protocolo de maltrato vigente en 2016 ante una situación tan alarmante y siendo el máximo responsable de más de 1.000 menores". Pero la investigación oficial, que se espera que sea una pieza clave en el caso, corre a cargo de Educación. Y, por ahora, el documento no ha llegado ni a la familia ni a la Síndica de Cataluña. Los padres de Kira lo siguen reclamando.