El sacerdote Joaquín C., miembro de la congregación Pare Manyanet e investigado por almacenar 39 gigas de pornografía infantil en su ordenador, reside en un edificio anexo al colegio que la comunidad tiene en el distrito de Les Corts.
Como ha podido saber este medio, el padre vive en una residencia para curas ancianos situada en el edificio que alberga la Curia General --el gobierno general de la Congregación de los Hijos de la Sagrada Familia, a la que pertenece también el mencionado centro-- y la enfermería. Según las fuentes consultadas se trata de un edificio “anexo, pero independiente” al colegio, con una entrada propia y en el que Joaquín C. está “controlado”, aunque tiene libertad para salir. “Era la mejor solución, no podíamos echarlo a la calle”, se defienden.
Estudiaron una casa de colonias
La decisión de que el presunto pedófilo se instalara en esta residencia emplazada a escasos metros de la puerta del colegio Pare Manyanet de Les Corts se tomó tras considerar que este lugar es en el que la comunidad tiene “más posibilidades de hacer un seguimiento del cumplimiento de las medidas cautelares que le fueron impuestas”.
Preguntada sobre si un edificio anexo a una escuela es el lugar idóneo para que resida un presunto pedófilo, la congregación asegura que el “problema” con el que se encontraron tras conocerse el caso es que las comunidades religiosas a las que podían trasladarlo “están vinculadas a escuelas o parroquias con actividades familiares”. Otra de las opciones que se estudiaron “fue una casa de colonias en Begues, pero tampoco era el lugar más adecuado”, reconocen. Al menos, alegan, en el edificio en el que reside Joaquín C. desde el día en que se tuvo conocimiento de la denuncia viven los miembros del gobierno general y pueden saber lo que hace el padre de forma directa.
Inmerso en un proceso canónico
En paralelo al proceso por la vía judicial, la congregación ha trasladado el caso a Roma, que le impondrá una pena canónica si así lo considera. No obstante, aseguran las mismas voces, están a la espera de que la justicia se pronuncie “dado que son los tribunales quienes tienen los instrumentos para determinar el alcance del delito”. De hecho, la Santa Cruz se basará en la sentencia emitida por los tribunales ordinarios para tomar una decisión definitiva en función de los hechos probados.
Desde los Hijos de la Sagrada Familia sostienen que, pese a que el padre está siendo asistido por un abogado de oficio y no de la congregación, están al día de su caso. “El material delictivo fue descargado de internet y no es de producción propia, hecho que sería más grave porque podría afectar a la escuela. Pero no es el caso”, se defienden.
Se le prohibió cualquier actividad con niños
No obstante, la crudeza de las miles de imágenes que almacenaba el párroco --algunas de violaciones-- tanto en su ordenador como en su teléfono móvil, empujó al juez a imponer medidas cautelares, dada su proximidad con menores. El juez le prohibió desempeñar cualquier tipo de actividad con niños. Una medida a la que la congregación ha sumado el veto de desarrollar cualquier actividad pastoral y de oficiar cultos en público.
Añaden que las familias de los alumnos están al tanto de las medidas adoptadas, pese a que el párroco no era profesor ni miembro de la comunidad educativa, sino el rector de la parroquia Sant Josep Manyanet situada junto al colegio de Sant Andreu. “Además de la denuncia civil, en espera de resolución, se puso en marcha la directiva canónica por la que se apartó al padre de la comunidad, se le retiró de su cargo de rector nombrando a un administrador parroquial y se inició el proceso canónico en Roma, informando al Obispado de Barcelona de todos los pasos. Anteponiendo siempre la presunción de inocencia, condenamos sin paliativos este hecho y estamos comprometidos a combatir este tipo de actuaciones delictivas sin vacilación alguna, en línea con las indicaciones claras del papa Francisco, válidas para toda la Iglesia”, reza el texto remitido a las familias.
El Manyanet despidió al informático
El caso salió a la luz después de que el técnico de informática del colegio Pare Manyanet de Sant Andreu descubriera 39 gigas de material de contenido sexual con menores en el ordenador que el sacerdote le dejó para que reparara. El colegio Pare Manyanet expedientó al cura, pero también al informático. Primero, la congregación le solicitó que teletrabajara para, posteriormente, acabar despidiéndolo.
Por ello, la Audiencia de Barcelona ha ordenado que se investigue al director de la escuela en la que se produjeron los hechos, en el distrito de Sant Andreu, así como al responsable del cumplimiento normativo de la congregación.