España se encamina hacia uno de sus veranos más calurosos. A priori, un avanzado estado de gestación en plena ola de calor no parece una combinación muy agradable. Sin embargo, con ciertos cuidados no tiene por qué convertirse en una mala experiencia, sino al contrario.
“Tendemos a creer que pasar el verano estando embarazada es agobiante o, al menos, que no es la época ideal para la gestación”, señala Belén Marinone, baby planner y autora del libro Nace una mamá. Sin embargo, si lo pensamos bien, la mayoría de las mujeres pasan su embarazo durante el verano –si consideramos que el año tiene 12 meses y la preñez cerca de nueve, es más probable vivirlo embarazada que lo contrario— y, a diferencia de esta idea instaurada de que en el estío una gravidez no se disfruta tanto, es una época del año maravillosa para pasar buenos momentos y generar fantásticos recuerdos”, añade.
Protección para el sol e hidratación
Para poder vivir un verano agradable embarazada, disfrutado y sin problemas, la doctora Sofía Fournier, ginecóloga y socia principal del centro médico barcelonés Gynaicos, insiste en la importancia de protegerse bien del sol. “En el embarazo puedes tomar el sol. De hecho, un aporte de vitamina D diario es beneficioso para la embarazada y para el feto, pero es muy importante ponerse una buena protección solar y evitar las exposiciones prolongadas al sol, especialmente en las horas centrales del día”. Sin olvidar que la hidratación es fundamental, más todavía en verano. Por ello, se recomienda que las gestantes beban entre 2 y 2,5 litros de agua al día, combinados con alimentos como la fruta, que contienen también agua. Mantenerse bien hidratada es fundamental para regular la temperatura corporal.
También pasar el mayor tiempo posible en remojo. “El agua es la mejor aliada de las embarazadas”, indica la Fournier. Por ello, recomienda apostar por la natación, “un deporte súper completo y beneficioso para la embarazada”, explica. Este deporte aeróbico –comenta— es suave y se adapta al ritmo y estado de forma particular. Además, recalca, es seguro para evitar caídas. Y el hecho de estar en ingravidez aporta, según esta doctora, una gran comodidad. Es una gran aliada también en el tema de la retención de líquidos. Aunque hay mucha leyenda en torno a eso, “salvo que el ginecólogo indique lo contrario por diferentes temas médicos, si el embarazo es normal y de bajo riesgo, se puede disfrutar del agua hasta el mismísimo día del parto”, sostienen desde Gynaicos.
Apuesta por la comodidad
Otro de los consejos de Fournier para pasar un verano embarazada de la mejor forma posible es apostar por una ropa cómoda, “con tejidos naturales, algodón, lino, evitando los sintéticos, la ropa muy apretada y teñida de colores vivos”. Para suavizar la retención de líquidos en tobillos y en pies, la doctora aconseja el uso de zapato cómodo y no abusando del tacón. “Si sigues estos consejos, que básicamente se reducirían en mantente hidratada a remojo en el mar, con buena protección solar, vestida con ropa cómoda y comiendo súper sano vas a disfrutar de tu embarazo en verano un montón”, anima.
“Lo cierto es que durante el verano nos gusta pasar tiempo libre en compañía, hacer planes, interrumpir la rutina con playa o piscina, siempre estamos dispuestos a vivir esta época con más flexibilidad, aunque estemos trabajando o falten aún días para las ansiadas vacaciones. ¿Por qué no vivirlo igual durante el embarazo?”, se pregunta la baby planner Belén Marinone. “Más aún cuando puede ser el último verano sin hijos, ¡una oportunidad única que no hay que dejar pasar!”, concluye.