Los ‘incels’: el odio a las mujeres convertido en terrorismo machista
Laura Bates analiza en su libro ‘Los hombres que odian a las mujeres’ (Capitán Swing) el extremismo misógino que promueven colectivos radicales en internet
8 marzo, 2023 00:00Son activistas dedicados a promover el odio a las mujeres. Terroristas machistas que utilizan internet para hacer proselitismo de la misoginia. La feminista británica Laura Bates analiza en Los hombres que odian a las mujeres (Capitán Swing) el fenómeno de comunidades como los incels, acrónimo de involuntary celibate, hombres que se sienten rechazados por las mujeres e incapaces de tener relaciones sexuales con ellas. Coincidiendo con el 8M, la autora asegura a Crónica Global que “el hecho de que no hayamos avanzado más en cerrar la brecha salarial de género es consecuencia de una misoginia profundamente arraigada en la sociedad”. Ejemplo de cómo el sexismo alimenta la división de género en el puesto de trabajo son, añade, “la discriminación por maternidad, el sesgo inconsciente, los costes del cuidado de los niños, entre otros".
La feminista asegura que el movimiento #MeToo “también nos ha mostrado las sorprendentemente altas cifras de mujeres que todavía sufren acoso sexual en el trabajo, lo que afecta absolutamente a sus carreras. En el Reino Unido, los estudios demuestran que la mitad las mujeres y dos de cada tres mujeres jóvenes aún soportan acoso sexual en el trabajo”.
Uno de los motores de esa discriminación laboral son precisamente esas comunidades misóginas que promueven teorías conspirativas sobre el feminismo. Por ejemplo, el 27% de los hombres estadounidenses afirman que no mantendrían una reunión individual a solas con una mujer en el puesto de trabajo, generalizando el riesgo de una acusación falsa, algo que frena el progreso profesional de las mujeres.
¿Quiere decir eso que los jóvenes son más misóginos? “Sin duda, hay evidencias preocupantes sobre una minoría significativa de hombres jóvenes que se están radicalizando en internet hacia posturas misóginas y antifeministas”, explica Bates. Remite a un informe de la Fundación FAD de 2021, según el cual, uno de cada cinco hombres de entre 15 y 29 años en España considera la violencia de género una “invención ideológica”.
“Estamos viendo el aumento masivo de hombres como el influencer Andrew Tate y otros, que explotan los algoritmos de las redes sociales para difundir sus mensajes extremos a un número muy significativo de jóvenes”, lamenta. Pero, por otro lado, “también vemos una lucha que es nueva y emocionante: desde mujeres jóvenes que defienden sus derechos y comienzan campañas feministas, hasta hombres que también se unen a las protestas y jóvenes modelos a seguir. Por ejemplo el futbolista Héctor Bellerín, quien habla abiertamente con sus fans sobre temas como el sexismo ¡Así que hay buenas noticias y malas noticias!”
Millones de visitas
Obviamente, las redes sociales juegan un papel importante en esa subcultura misógina. “Sabemos que los foros individuales y los sitios web que promocionan incel reciben más de 2,5 millones de visitas al mes. Y los vídeos de men going their own way --hombres que rechazan cualquier tipo de relación con mujeres-- en YouTube han recibido cientos de millones de visitas. Los algoritmos de sitios como YouTube y Tik Tok parecen estar promoviendo contenido misógino cada vez más extremo para jóvenes vulnerables, explotando su tiempo online con contenido cada vez más radical para sacar provecho económico de ellos”.
Mientras tanto, el 38% de las mujeres en todo el mundo aseguran haber sufrido abusos online. “Hay mujeres políticas en el Reino Unido y en otros países que aluden a la ola de amenazas de muerte y violación que sufren como una causa para renunciar. Esto no se detendrá hasta que tengamos una regulación mucho mejor y estas plataformas rindan cuentas por el odio del que se están beneficiando y sus consecuencias fuera de internet”.
Maneras de luchar
¿Cómo podemos luchar contra la violencia machista? “¡De tantas maneras! –exclama la escritora-- Debemos tomar medidas a todos los niveles, con cambios de políticas y de base, soluciones a corto y largo plazo. Necesitamos mejores recursos, financiación y capacitación para que las escuelas aborden estos problemas de manera significativa desde la edad primaria. Necesitamos ver que la misoginia extremista violenta se define como una forma de terrorismo, y que se asignen los recursos correspondientes para hacerle frente, incluido el reconocimiento de que la preparación de niños para estas ideologías es una forma de radicalización. Necesitamos una rendición de cuentas significativa de las empresas de tecnología y las plataformas de redes sociales, lo que significa una regulación y transparencia adecuadas. Necesitamos una mejor cobertura de los medios de comunicación que reconozca estos problemas por lo que son y no culpe a las víctimas. Y debemos abordar la misoginia de baja intensidad y las normas y actitudes culturales hacia las mujeres y las niñas que subyacen y normalizan todo esto”.