¿Dónde están los mejores hospitales de España? Los ránquines de referencia en el sector son claros: en la Comunidad de Madrid, que copa el 56% de premios de mejor centro sanitario del país en las clasificaciones de los últimos cinco años. Por contra, Cataluña gana solo el 18% de distinciones en el mismo periodo pese a tener cuatro veces más complejos médicos que la región capitalina.
Es lo que muestran los índices de referencia del sector, que son el Monitor de Reputación Sanitaria (MRS), elaborado por la consultora Merco, y el Índice de Excelencia Hospitalaria (IEH), que compila el Instituto Coordenadas. Con los datos de ambos observatorios, se puede concluir que el territorio que gobierna Isabel Díaz Ayuso (PP) ha copado el 60% de distinciones de mejor hospital público del país (MRS) desde 2017, y el 52% de las menciones de mejor hospital privado (IEH) en el último lustro.
Tres públicos y dos de Quirónsalud
Las dos herramientas de benchmark, las más consultadas por los actores del sector año tras año, encumbran a cinco grandes complejos asistenciales como excelentes. Son La Paz, Gregorio Marañón y Doce de Octubre, administrados por el Servicio Madrileño de Salud (Sermas), y la Fundación Jiménez Díaz y Quirónsalud Madrid, titularidad de Quirónsalud, grupo hospitalario líder en España.
Por el contrario, Cataluña apenas aporta hospitales de diez a los ránquines de calidad. Los dos mejores públicos son Vall d’Hebron --del ICS, la mayor empresa pública de la Generalitat-- y el Clínic Barcelona --un consorcio--, aunque en ningún caso han encabezado la clasificación desde 2017. En el terreno privado, MRS y el IEH también reconocen a Quirón Dexeus y Hospital Quirónsalud, ambos del conglomerado de Fresenius.
Especialidades: Madrid, el 70% de los mejores
En el resto del país, solo el Hospital La Fe de Valencia y el Virgen del Rocío de Sevilla se mencionan en los ránquines de excelencia hospitalaria, y con mucha menos frecuencia. Se trata de una tendencia que se repite con las especialidades médicas, toda vez que lo centros sanitarios de la Comunidad de Madrid copan siete de cada diez (70%) premios a los mejores equipos de cada área.
Como es lógico, la primacía de la capital tiene lugar por sus complejos médicos de alto nivel. En 2022, por ejemplo, ocho de las diez especialidades principales, como cardiología, neurología u oncología, recibían la mejor atención en hospitales madrileños. Por el contrario, Cataluña solo tiene tres hospitales con equipos de referencia en determinadas áreas: Vall d’Hebron, Clínic y Dexeus (Quirón). Y no todos los años. En 2022, por ejemplo, solo fue reconocido el Clínic por su área de neurología.
“Influye en la ciudadanía y la captación de talento”
Comentando estos datos con Crónica Global, Enrique Mañas, director técnico del Monitor de Reputación Sanitaria, ha recordado que los ránquines de mejor hospital de España tienen una doble utilidad. “Para la ciudadanía”, pues son “los estudios más consultados, de largo, y los que tienen más impacto mediático”. Sirven para que los pacientes elijan centro sanitario, si pueden. Y para “los jefes de servicio de hospitales y MIR, pues pueden escoger las ciudades médicas más excelentes para unirse a un equipo o hacer su residencia, respectivamente”.
Mañas ha precisado cómo se suelen elaborar estas clasificaciones. “Con una doble vía, la percepción informada o una encuesta a jefes de servicio, de enfermería, asociaciones de pacientes y periodistas especializados --tenemos una muestra de 2.500 personas que participan-- y con los resultados”. Según el experto, MRS coteja las “percepciones de los expertos del sector” con los datos objetivos de “calidad y gestión clínica”. Esta metodología “eficaz” produce unos ránquines “que apenas varían año a año”.
“Estructura, los procesos y los resultados”
A su vez, Patricia Guillén, catedrática de Medicina Preventiva de la Universidad Europea de Madrid (UEM), explica que la calidad hospitalaria “suele medirse en base a tres parámetros: la estructura del centro, los procesos que se siguen en el mismo y los resultados que obtiene”. ¿Es normal que las grandes ciudades copen los premios? “Es razonable, pero ciudades medianas e incluso pequeñas también pueden tener buenos sistemas de salud, además de otro factor esencial: una ciudadanía que practique la prevención, que tenga un mejor estilo de vida y por ende, reduzca la enfermedad”.
Guillén arguye que “la pandemia quitó cierta reputación a los hospitales y, sobre todo, a la atención primaria, que se saturó”, pero el sistema “ha recuperado su buena imagen poco a poco”. Eso sí, queda trabajo por hacer. “El coronavirus ha dejado una morbilidad silenciosa, enfermedades no tratadas porque nos centramos en el virus, que ahora están empezando a aparecer y a generar demanda sanitaria”, enfatiza. En relación a ello, la también inspectora sanitaria para la Generalitat Valenciana “corresponsabiliza” a la ciudadanía. “Hay que hacer mucho énfasis en la prevención y, con ello, tratar de rebajar la demanda, pues España es un país con altísimas tasas de visita al médico, más que nuestros vecinos”, apostilla.
“Hay que fijarse en la calidad percibida”
Por su parte, Carmen Ferrer, directora del máster en Dirección y Gestión de Instituciones Sanitarias en la Universidad Pontificia de Salamanca, hace hincapié en otro concepto. “En pleno siglo XXI, lo fundamental es la calidad percibida por el paciente, no tanto los ránquines de excelencia”. La también enfermera indica a Crónica Global que lo que ve mollar es que el usuario “se marche a casa con el problema de salud resuelto, y con la sensación de que ha sido informado en todo momento, y de que todo el personal sanitario estaba coordinado y que, además del acto médico, le han proporcionado los cuidados adecuados”.
¿Desconfía de las grandes listas de hospitales? “Los ránquines se elaboran según la tecnología, la capacidad diagnóstica y la resolución de dolencias, que son el core de un centro sanitario. Pero, ¿y los apoyos?”, se pregunta. Por apoyos se refiere a “los complejos médicos satélite que soportan al mayor, o una atención primaria que resuelva un problema sin tener que llegar a urgencias o a quirófano”. Ante ello, opina que “lo mejor para el ciudadano no es ir a éste o aquel hospital, sino que el sistema sanitario sea capaz de resolver un problema en un lugar y momento determinado, sea en el ambulatorio o con una cirugía compleja”.