Los vecinos de la Casa Orsola piden al nuevo propietario negociar sus contratos
El primero de los desahucios está previsto para el 14 de febrero
9 enero, 2023 13:19Este lunes, con motivo de la celebración del primer juicio por desahucio a uno de los vecinos de la Casa Orsola, varios de los inquilinos se han manifestado frente a la Ciutat de la Justícia de Barcelona para pedir renegociar sus contratos con el nuevo propietario.
El conflicto que ahora se dirime en los tribunales comenzó cuando Albert Ollé, el propietario de Lioness Inversiones, compró el edificio modernista emplazado en el Eixample, entre las calles Calàbria y Consell de Cent. El nuevo dueño decidió no renovar los contratos vencidos, pero los vecinos se negaron a marcharse.
Más de 20 años en la finca
En el caso de Josep Torrent, el vecino enjuiciado este lunes y que lleva viviendo en la Casa Orsola desde hace más de 20 años, cuyo contrato de alquiler expiró en abril de 2022 y el propietario no se lo renovó. Tras negarse a abandonar la vivienda, Ollé ha llevado a los tribunales a Torrent y a otros tres vecinos de la finca en su misma situación.
En declaraciones a Europa Press, Torrent ha expresado que “el juicio será un trámite, nos sirve para visibilizar que un fondo buitre pueda comprar toda una finca, echar a los vecinos y especular”. Un extremo que la defensa del nuevo propietario siempre ha negado, alegando que Ollé es el dueño de una pyme y que está en su derecho de disponer de la propiedad.
Desahucio el 14 de febrero
El inquilino, para quien se ha fijado su desahucio el 14 de febrero, ha solicitado a la propiedad que negocie un nuevo contrato para el piso en el que vive, mientras que los representantes de la empresa han afeado que pretenda crear un conflicto social de la finalización de un contrato de alquiler, dado que mantienen que ninguno de los vecinos ha acreditado una situación de vulnerabilidad.
"Si dicen que me tengo que ir, yo esperaré a que me desahucien, esperaré hasta el último momento en mi casa", ha anunciado Torrent, que ha dicho sentirse desprotegido y ha tachado de especulador al propietario de la finca.