Los dueños de Casa Orsola reiteran su voluntad de dialogar con los vecinos

La propiedad de Casa Orsola tiende la mano a los vecinos para acabar con el conflicto. Los dueños del inmueble okupado han reiterado que esperan a que los vecinos se sienten en la mesa para volver a dialogar sobre la finalización de los contratos de arrendamiento, cuatro del total de las 29 viviendas en alquiler, on el fin de encontrar una solución individual para cada uno de los casos.

María José Tarancón, la abogada del emblemático edificio barcelonés, ha señalado que la propiedad está abierta “ entablar conversaciones con los inquilinos a los que les ha finalizado el contrato", como se había hecho con los inquilinos antes de la "intromisión del Sindicat de Llogateres. Asimismo, los dueños se muestran "dispuestos a hacerlo también con sus representantes legales siempre y cuando se identifiquen y acrediten dicha representación”.

La abogada Maria José Tarancón 

Inquiokupas

La propiedad, que no es un fondo buitre sino una pyme local, compró el edificio modernista ubicado en el Eixample de Barcelona, después de realizar un estudio de mercado y verificar la situación de los contratos de arrendamiento existentes. Su intención era "renovar el edificio que tenía infinidad de carencias estructurales, reformar y arrendar algunas viviendas cuyos contratos finalizaban en el corto plazo, respetando escrupulosamente el resto los contratos indefinidos y a término existentes”.

Según la abogada, el conflicto empezó cuando cuatro inquilinos con contratos finalizados se negaron a desalojar sus viviendas, convirtiéndose en inquiokupas una vez que la propiedad les comunicó la resolución. Eran contratos que "finalizaban en el corto plazo, respetando escrupulosamente el resto los contratos indefinidos y a término existentes”, indica Tarancón.