La manifestación en apoyo a Morad se queda en un gran despliegue policial
Chavales de La Florida consideran “injusto” el destierro del polémico artista y apuntan a un trasfondo "racista" como motivo de la medida
29 octubre, 2022 00:00La manifestación convocada a las siete de la tarde de este viernes en plaza Catalunya en apoyo al rapero Morad se ha quedado en un gran despliegue policial. Agentes del Área Regional de Recursos Operativos (Arro) y de la Brigada Móvil (Brimo) de los Mossos d’Esquadra han blindado la céntrica plaza y han efectuado identificaciones por perfil racial en las inmediaciones del lugar, a pesar del pinchazo de la concentración.
Los pocos jóvenes que han acudido a la protesta, convocada por Puro Hip Hop, critican la decisión de la jueza de desterrar al polémico rapero de su barrio. “Somos de La Florida y conocemos personalmente a Morad”, asegura un corrillo de menores de origen magrebí que se pisan entre ellos en su afán de defender al artista. “La decisión de la jueza es injusta porque Morad es bueno con los chavales”, apostillan, mientras suena de fondo una canción del artista, ausente en la protesta.
“Nos da dinero”
Según su versión, el cantante, que ha protagonizado un sinfín de polémicas, “es una buena influencia para los niños” del humilde barrio de L’Hospitalet de Llobregat. “Nos ayuda siempre, nos da dinero para comer, para comprarnos chuches, para lo que queramos”, dicen. Recientemente, aseguran, el rapero ha pagado las cuotas del equipo de fútbol y les ha conseguido camisetas y mochilas a los chavales del barrio.
“Nos ayuda a estudiar y cuando hay un conflicto entre niños, él lo arregla. Su influencia es positiva”. Lamentan que “con la delincuencia que hay en el barrio” hayan apartado al cantante de La Florida. “Personalmente nos hace felices”, aseguran.
“No era nadie y lo ha conseguido todo”
Los reducidos grupos de jóvenes salpicados por la plaza manifiestan su malestar con las identificaciones por parte de los Mossos d’Esquadra. Precisamente, aseguran que el trasfondo de la inquina hacia el rapero se debe a una cuestión racial. “Le tienen rabia por la fama que ha creado, porque él no era nadie y lo ha conseguido todo. Querían cualquier excusa para echarlo y lo han conseguido”, denuncian. Critican, además, haber sido víctimas de identificaciones por parte de la policía por ser “moros”. “Todo esto es por una cuestión racista, molesta que un extranjero triunfe”.
Otro grupo de amigos, también magrebíes, charlan en un banco ajenos al bullicio de la plaza, atestada de gente en vísperas de Halloween. Se han enterado de la convocatoria y están al corriente de la polémica pero no han acudido a la llamada. “Estamos pasando el rato”, expresan. No obstante, aseguran que a ellos también los han parado los Mossos “en dos ocasiones”. “Desde 2017 tienen miedo de que algo como lo de las Ramblas vuelva a suceder”, expresa uno de ellos con indignación, por lo que se gana la reprimenda de sus amigos. “¡Cállate! No están preguntando por ese tema”, le cortan. El sentimiento de agravio es compartido entre los adolescentes de origen magrebí.
Desterrado de La Florida
La concentración se ha convocado a raíz de la medida cautelar adoptada por la jueza del Juzgado de Instrucción 5 de L’Hospitalet, que investiga al artista por desórdenes públicos y que le ha prohibido “entrar y permanecer” en su barrio natal. El destierro de La Florida se produce después de que el miércoles los Mossos d’Esquadra arrestaran al rapero por, presuntamente, pagar a varios jóvenes del barrio para quemar contenedores a raíz de un encontronazo con la Guardia Urbana. Un hecho que le ha costado una noche en el calabozo.
El rapero se habría enzarzado en su enésima discusión con los agentes del orden después de que éstos fueran requeridos por los vecinos, que se quejaron del ruido del artista y sus amigos en los bloques de la Florida, escenario de la mayoría de sus videoclips. Molesto por el apercibimiento de los agentes, Morad habría pagado a jóvenes del barrio para que quemaran varios contenedores, que acabaron afectando también a dos vehículos. Un extremo que tanto el rapero como sus seguidores niegan.