Morad asegura que él solo quiere a los niños de La Florida

“Lo único que me gusta es estar con los niños de mi barrio”. Son las primeras palabras de Morad El Khattouti El Horami, que se queja de que la jueza le haya prohibido entrar en el barrio de La Florida de L’Hospitalet de Llobregat tras haber pagado 1.000 euros a los menores para que quemen contenedores y coches. 

El cantante se encuentra en libertad provisional, pero a la espera de que se dicte sentencia firme sobre la causa abierta por desórdenes públicos y daños. 

"Me habéis hecho daño"

Mientras tanto, el acusado tiene prohibido entrar y permanecer en el barrio, algo que ha calificado de “abuso”. A través de sus redes sociales, el rapero se ha puesto sentimental y ha asegurado que con esa decisión le quitan “medio corazón”. “Me habéis hecho daño a mí y a todos mis niños. El que me sigue y me conoce sabe que lo único que me gusta es estar con los niños de mi barrio”, ha expresado. 

Publicación de Morad en sus redes sociales / INSTAGRAM

Asimismo, lamenta que le culpen de la situación de la zona: “Me duele que dañéis el sistema así. Culpar a un joven de 23 años de que un barrio esté mal cuando hay miles de barrios con problemas y la culpa no la encuentran. Es un abuso, estoy muy dolido”, ha espetado. 

Un largo historial delictivo

Pero cabe recordar el historial delictivo de Morad. Tiene causas abiertas por conducir sin carnet y por enfrentarse contra policías locales y Mossos d’Esquadra en varias ocasiones. En una de las últimas, se encaró a los efectivos policiales después de que un automóvil en el que viajaba de copiloto fuera interceptado por presunta conducción temeraria. 

Tres imágenes del encontronazo del Morad con los Mossos / CG

Sus fiestas y grabaciones de videoclips sin permiso municipal en el barrio suelen ser foco de quejas vecinales que escalan hasta el choque con las fuerzas del orden público en el momento en que la Guardia Urbana se presenta en el lugar. Sin embargo, el cantante consiguió la absolución de la causa con una pena más alta que ha llegado a los tribunales, después de que el Juzgado de lo Penal 11 de Barcelona dictaminase hace siete meses que no se podía acreditar su participación en un intento de robo con fuerza en un domicilio de la Ciudad Condal ni su amenaza al vecino que frenó la entrada ilícita del grupo de jóvenes en un piso de su bloque.