El joven que mató a su padre guiado por su amiga: "Quiso defenderse, pero le rajé el cuello"
El autor confeso del crimen ha explicado que la acusada le dio instrucciones concretas cuando éste padecía un brote de esquizofrenia para acabar con la vida de su familiar y transferirle 20.000 euros
28 septiembre, 2022 17:36Este miércoles ha comenzado la declaración en la Audiencia Provincial de Barcelona de uno de los dos acusados por el crimen ocurrido en Vilanova i la Geltrú el 8 de junio de 2019. Se trata de Ismael, hijo del fallecido y autor confeso del asesinato e incendio de la vivienda. Previsiblemente el jueves lo hará Alba, amiga del joven y presunta instigadora del crimen a través de varios personajes ficticios que creó expresamente para manipular al investigado, que padece esquizofrenia paranoide. Según la versión de la fiscalía, ella fue la encargada de urdir el plan criminal, de forma que se aprovechó de la condición mental de su amigo para lucrarse de su familia y, cuando ya no pudo seguir haciéndolo, lo persuadió para acabar con la vida de su progenitor. "Mi padre intentó defenderse cuando le asesté la primera puñalada, pero le rajé el cuello", ha reconocido su hijo ante el jurado popular.
"Éramos una familia unida, con los problemas habituales de cualquier otra", ha expresado Ismael frente al jurado. El acusado ha aclarado que conoció a su homóloga en primavera de 2018, cuando empezó a salir con su mejor amigo Arnau. "Él era como mi hermano, amigos íntimos desde los tres años", ha expresado, por lo que pronto confió en la chica. En esa época, ha recordado, él estaba atravesando una mala racha. "Estaba tocado porque acababa de salir de una mala época, lo pasé mal en bachillerato, me preocupaba no entrar en la carrera que quería y tenía problemas físicos porque me había dejado y había subido de peso"; una información que ella conocía. Según su declaración, ella enseguida mostró interés por la situación económica de su familia: "Sabía que tenía una cuenta con ahorros para pagar la universidad y que mi padre invertía en bolsa". Mientras que él se podía permitir no compaginar los estudios con el trabajo, dado que los gastos de la universidad los sufragaban sus padres, ella "realizaba trabajos de poca responsabilidad" en una conocida cadena de perfumerías, lo que le producía una baja autoestima.
Confianza plena en Alba
"Un día me dijo que formaba parte de un grupo de los Mossos d'Esquadra que no estaba reconocido oficialmente pero que trabajaba en la persecución de la trata de seres humanos y del terrorismo. Dudé un tiempo pero decidí unirme y firmé un contrato, que estaba codificado y que solo Alba sabía interpretar. Las condiciones eran no revelar información a nadie y aprender a hacer servicios de vigilancia para detener a la mafia. Ella nos daba un perfil de persona o de vehículo y todo lo que pudiese encajar lo apuntábamos, recopilábamos la información y se la dábamos a ella", ha relatado. Así, el acusado llegó a hacer guardias durante más de 16 horas seguidas, lo que supuso un aislamiento de su familia y amigos y un abandono de sus estudios. También simularon el secuestro de la hermana de Ismael. "La voz cantante la llevaba Alba", ha incidido.
"Empezó a pedirme dinero para financiar cursos de informática", relacionados con la ciberseguridad para mejorar dentro de este grupo. "Me dio unas cuentas bancarias a las que mis padres efectuaban trasferencias y también le di dinero en efectivo varias veces a Alba", ha apostillado. Sin embargo, los cursos nunca se hicieron por diversas excusas de la acusada. En un determinado momento, los padres de Ismael empezaron a sospechar de su actitud y sus amistades y su progenitor "cortó el grifo". Fue entonces cuando Alba expuso que el padre de Ismael tenía una relación con la mafia. "Llegué a darle mis contraseñas a Alba y a dejar de tener la gestión de mis redes sociales", ha confirmado, después de recordar que bloqueó a sus amigos de toda la vida y se aisló. "Solo confiaba en mi madre, en mi hermana y en Alba". "¿Y en su padre?", le ha preguntado la fiscal. "Cuando el dinero empezó a escasear, me alejé de él", ha confesado, antes de explicar que llegó a irse de casa durante dos meses. Después, se mudó con Alba. "Cada vez había más inseguridad alrededor de mí y de mi familia", ha expresado. Tras irse de esta casa, llegó a vivir como un indigente en la calle, "entre cartones".
Julia, la novia virtual
Según el escrito de la fiscalía, así como de la letrada que ejerce la acusación particular en representación de la esposa e hija del fallecido --la misma que defiende al acusado-- en la primavera de 2018, Alba, la acusada, inició una relación sentimental con Arnau, amigo íntimo de Ismael. A raíz de este noviazgo, surgió una relación de amistad estrecha entre los tres, contexto que Alba aprovechó para construir un plan criminal consistente en obtener dinero de los padres de Ismael. En este sentido, la acusación particular la ha descrito como una joven sin formación académica, “a la que no le gustaba estudiar” y que, por consiguiente, desarrollaba trabajos precarios y escasamente remunerados.
Tras descubrir que la familia de Ismael, estudiante universitario, tenía una situación económica desahogada y que abonaba los estudios de su hijo sin demasiada fiscalización de los gastos originados, Alba urdió un plan para hacerse con el dinero. Para ello, en verano de 2018 le dijo a Ismael que tenía una amiga, Julia, que estaba interesada en él. Conocedora de que el chico tenía carencias afectivas y que nunca había tenido pareja, le dio el teléfono de la supuesta Julia, con la que Ismael se puso en contacto.
Simuló un embarazo y planificó una boda
"Julia me escribía por Instragram y por Whatsapp. Se notaba atracción por su parte, había una especie de cortejo. Un flirteo", ha expresado el acusado. Julia fue, según él, quien tomó la iniciativa y comenzaron a salir el 7 de agosto de 2018 pese a no haber interactuado físicamente. con anterioridad. "A veces veíamos a una chica de Vilanova i la Geltrú por la calle y Alba me decía: 'No le digas nada pero la chica es Julia'". Si bien el acusado declaró en 2019 que conoció a Julia en persona y se dieron besos y abrazos en un parque, este miércoles ha esclarecido que en 2019 no podía discernir todavía con claridad la realidad y lo ficticio dado que se estaba recuperando del brote. Tampoco habló nunca por teléfono ni hizo una videollamada con Julia. Su aspecto físico solo lo conoció a través de las fotos que le enviaba Alba. A pesar de todo, reconoce, se enamoró perdidamente de Julia, a quien le pidió matrimonio."Para mí, Julia era mi familia", ha asegurado.
Tras el personaje ficticio de Julia se escondía en realidad Alba, que le propuso a Ismael mantener una relación sentimental. Según el escrito de la acusación particular la acusada, a través de Julia, llegó a planear su boda con Ismael y le hizo creer a este que se había quedado embarazada por inseminación artificial --con el semen que el acusado le entregó a Alba en un bote-- y que había dado a luz a mellizos. "Julia me dijo que si no hacíamos el proceso de inseminación in vitro no podríamos ser padres biológicos porque tenía un problema en los óvulos, así que le di el esperma a Alba. Llegué a ver una ecografía del embarazo y a darle a Alba un darle un anillo de compromiso para Julia, del que no he vuelto a saber", ha confirmado el acusado.
Aprovechando la dependencia emocional del acusado, Alba insistió en que, junto con Julia, formaba parte de un grupo paramilitar que colaboraba con los Mossos d’Esquadra para frenar la trata de seres humanos. Para ello, les hizo firmar a Arnau e Ismael un contrato de adhesión y confidencialidad y les asignó tareas. Cuando Arnau comenzó a desconfiar del engaño, ella se desvinculó de él y se centró exclusivamente en Ismael. “Lo aisló de su familia y amigos”, ha asegurado la acusación particular que representa a la madre y hermana del joven. Entre febrero y mayo de 2019, Alba creó otros tres personajes ficticios para reforzar el engaño: Xavi, mejor amigo de Julia; Claudia, psicóloga de Julia, y el chino, un informático, y consiguió que Ismael efectuara varias transferencias bancarias a su favor por valor de 7.495 euros haciéndolas pasar por gastos para estudios.
Urgencia por matar a su padre
Cuando los padres del joven le comunicaron que no harían más pagos, Alba decidió dar un paso más allá. Según la fiscalía, valiéndose de su condición mental, expuso a Ismael que tenía que matar a su padre dado que este formaba parte de una mafia y suponía un peligro para su familia. La acusada le dio instrucciones concretas para matar a su progenitor: le ordenó apuñalarlo por la espalda, posteriormente le pidió que quemara la casa para borrar cualquier prueba y que reseteara y lanzara el móvil al mar, pasos que él cumplió a pies juntillas. Además, la acusada aseguró que el padre de Ismael había contraído una deuda de 20.000 euros que tenía que ser saldada para salvar a su familia, para lo que le dio su número de cuenta, si bien este hecho nunca se materializó. "Envié currículums e intenté reunir el dinero", ha expresado el joven, alegando que la intención era evitar la muerte de su padre. Ismael ha declarado que, desesperado por cumplir con las exigencias de su homóloga, llegó incluso a robar 1.900 euros a su familia, un hecho que su padre intentó denunciar.
"Durante semanas o meses Alba me dice que hay que darle un susto a mi padre y, finalmente, matarlo. Me dice que se ha convertido en una amenaza para mí, para Julia, para los niños y mi familia, y que tengo que reunir el dinero para pagar la deuda con la mafia y matarlo. Le dije que se lo dijera a los Mossos, pero me dijo que tenía que ser yo quien lo hiciera, con un cuchillo o con veneno", ha relatado con frialdad frente al jurado popular. "Sentí como un estrés similar al de ir a la guerra", ha expresado al recordar la urgencia con la que la acusada le pide que mate a su padre.
"Lo vi vulnerable"
El 8 de junio de 2019, tras pasar la noche en la azotea comunitaria, accedió a su casa y se encontró a su padre solo, durmiendo. "Vi la oportunidad de matar a mi padre, era vulnerable". A las 9:20 de la mañana Ismael llamó a Alba, que le pidió que le clavara un cuchillo en el cuello. "Me fui a la habitación y... fue como dejar de sentir, dejar de ser persona. Te acercas, lo matas y ya está. Cuando terminé fui al lavabo, me miré en el espejo y vi que estaba lleno de sangre. Tiré el cuchillo en el lavamanos, llamé a Alba y le dije: 'Ya está, está hecho'", ha relatado. "Le dije que había mucha sangre, que no podía limpiar todo eso y su respuesta fue que quemara el piso". A continuación vertió varios productos inflamables de limpieza e incendió la habitación hasta en tres ocasiones. "Resetea el teléfono, borra las claves de Google y tíra el móvil al mar", le dijo Alba, que se enfadó enormemente por el hecho de que Ismael no transfiriera 20.000 euros a una cuenta por no encontrar las claves bancarias.
Ismael obedeció y se desplazó hasta Sitges. "Cuando llegué a casa vi que el piso se había incendiado. En la calle estaban mis amigos y mi abuela y pensé: 'Ahora ya puedo estar tranquilo'". Cuando los Mossos se lo llevaron a comisaría para tomarle una muestra de ADN y compararlas con los restos mortales hallados en el piso confesó lo ocurrido, por lo que quedó detenido. Primero estuvo ingresado durante un mes en un psiquiátrico civil y, posteriormente, en la unidad psiquiátrica hospitalaria penitenciaria. "Yo estaba convencido de que mi padre no era quien decía ser", ha declarado ante el jurado popular. "Descubrí que Julia no existía cuando empecé el tratamiento psiquiátrico, cuando comencé a recuperar la racionalidad. Empecé a cuestionarme todo lo que había creído. Fue un shock":
En el momento de los hechos el acusado padecía un brote de esquizofrenia paranoide que afectaba a sus capacidades cognitivas y volitivas. Por eso, tras su detención se acordó su ingreso psiquiátrico involuntario. Por su parte, Alba estuvo en prisión provisional apenas dos meses, tras ser detenida cinco meses después del crimen. Por estos hechos, la fiscalía considera a Ismael autor de los delitos de asesinato e incendio, pero pide su libre absolución por la circunstancia eximente de alteración psíquica y su internamiento en un centro psiquiátrico por un tiempo máximo de 25 años. Para ella, a la que considera autora de un delito de estafa y autora por inducción de los delitos de asesinato e incendio, solicita más de 34 años de prisión.
"Declárate culpable"
Por su parte, la defensa de la acusada niega que la joven ejerciera una manipulación sobre Ismael y mantiene que las aportaciones económicas fueron voluntarias. Basa toda la estrategia de su defensa en señalar a un tercero que ni siquiera está imputado: Arnau. Alega que Alba sufría malos tratos por parte de Arnau --extremo que el acusado ha negado-- y que Ismael y ella se convirtieron en una especie de confidentes. Esta afirmación ha hecho que la acusada se derrumbe y llore frente al jurado popular. “Ella le contaba los maltratos por parte de Arnau y él le explicaba sus problemas familiares. No tenía ninguna intención de aislar a Ismael de su entorno ni tuvo la oportunidad de saber que este padecía una esquizofrenia paranoide crónica con trastorno delirante”, ha expuesto la defensa de la joven, que pide su absolución.
“No le hizo creer que pertenecía a una mafia y que tenía una deuda de 20.000 euros que tenía que liquidar si no quería poner en riesgo a su familia”, ha alegado la defensa. El letrado ha expuesto que tanto Ismael como Arnau no tenían proyección laboral y que se beneficiaron de los pagos de los padres del primero. “Alba carece de las herramientas emocionales y cognitivas necesarias” para influir sobre terceros, ha concluido su abogado defensor, que ha recordado que todos los miembros de este reducido grupo de amigos padecían trastornos mentales. Asegura, además, que la joven ha sido víctima de amenazas por parte de su exnovio, que ejercía violencia sobre ella y quien presuntamente manipuló a su antojo a la acusada: “Alba, como hables más de la cuenta en el juicio te vas a cagar. Declárate culpable y punto”, asegura que le dijo.
Desconectado de la realidad
La defensa de Ismael ha recordado durante la vista que los números de teléfono de la ficticia Julia, la novia virtual de Ismael, estaban a nombre de Alba. Además, ha expresado que el acusado intentó conocerla en persona en numerosas ocasiones, un hecho que nunca se produjo. “Accidentes de tráfico, comas, intervenciones quirúrgicas, persecución por parte de mafias, ser testigo protegido…”, fueron algunas de las excusas que Alba presuntamente se inventó para que la cita entre la inventada Julia e Ismael nunca llegara a materializarse.
Ismael estaba totalmente desconectado de la realidad, ha insistido su defensa, y tenía totalmente desvirtuado el plano espacio-temporal. “Ni siquiera se dio cuenta de que esos supuestos hijos con Julia habían nacido con menos de cinco meses de gestación”. Además, creyó plenamente, como así manifestó en el momento de su detención, que si no mataba a su padre él los mataría a ellos. Tampoco se dio cuenta de que Alba le mentía cuando le hizo creer que la pareja que tuvo después de Arnau formaba parte del grupo paramilitar. "A veces le preguntaba cosas al respecto y él me contestaba que no sabía de qué estaba hablando", ha relatado.
La declaración de los 'ex'
Hasta el 21 de octubre por la sala del jurado popular de la Audiencia de Barcelona desfilarán testigos, policías y peritos que, con su testimonio, arrojarán luz sobre este caso y ayudarán a esclarecer el grado de manipulación que, presuntamente, ejerció Alba sobre Ismael. Entre otros, está previsto que a lo largo de las sesiones declaren tres de sus exparejas, su madre y varios amigos de Ismael.