Estela alega que Trapero y Rodríguez no encajan en el nuevo modelo de Mossos

Cuando se cumple un mes de la destitución de Josep Lluís Trapero como Major de los Mossos d’Esquadra, el nuevo Comisario Jefe, Josep Maria Estela, ha justificado en una entrevista en Catalunya Ràdio su nombramiento por parte del consejero del Interior, Joan Ignasi Elena. 

Ha explicado que el político republicano inició una ronda de entrevistas en verano a varios comisarios del cuerpo para sondear la reestructuración que finalmente se ha ejecutado con el cambio de ejercicio. Fue a finales de año cuando el conseller le comunicó que lo había elegido de entre todos los que había incluído él mismo en esta surte de proceso de selección.

“Le pedí meditar la decisión, que era muy importante y le puse encima de la mesa otros nombres para el cargo”, ha confesado el Comisario Jefe. Hace tan solo cinco semanas Estela decidió ponerse al frente del cuerpo de seguridad de la Generalitat. 

Trapero no encajaba

El nuevo jefe de Mossos ha admitido que no habló con Trapero hasta el día de su nombramiento. Sobre los motivos para apartar al Major de los Mossos, ha evitado pronunciarse. “Es una decisión del Departamento de Interior”, indica. No obstante, ha achacado este cambio al “nuevo modelo” policial y a la “reorganización del cuerpo”, basado en el "relevo generacional, la feminización y la sensibilización social".

El 'conseller' de Interior, Joan Ignasi Elena, junto a la nueva cúpula de los Mossos: el comisario jefe, Josep Maria Estela (d); la intendente Rosa Bosch (detrás) y el comisario Eduard Sallet (detrás)

Se trata de los mismos argumentos que ha usado el Govern para negar la purga política que la oposición achaca que ha ejecutado. La pugna en el Parlament está abierta, aunque los razonamientos esgrimidos tanto por el Ejecutivo catalán como por Estela flaquean en varios puntos: no hay féminas en la nueva direcciónde Mossos y tampoco se ha bajado de forma significativa la media de edad de los nuevos cargos. 

Nueva unidad marina

Estela ha subrayado que los cambios estructurales efectuados en las últimas semanas no son nada excepcional y que “forman parte de la normalización de los cambios de la institución y de la dinamización de los grupos de trabajo”. “Hemos optado por nuevas formas de dirección del cuerpo, más participativa, de trabajo de grupo y hemos decidido eliminar la primera persona del singular”, ha apostillado.

Además, ha avanzado que se creará una nueva unidad marítima, se avanzará en la digitalización del cuerpo y en la sensibilización de los agentes con los problemas sociales, sobre todo en los desahucios que afecten personas vulnerables. Ya existe una primera resolución del Parlament que indica que los Mossos limitarán el "uso abusivo de la fuerza" cuando intervengan en los lanzamientos. Otra cuestión que ha generado malestar en el cuerpo al considerar que se trata de injerencias a su trabajo y que dan mala imagen, ya que presupone que siempre se pasan de la ralla cuando actúan en situaciones de máxima tensión. 

En lo referente a seguridad ciudadana, Estela se ha comprometido a acatar el nuevo protocolo que está elaborando la Comisión del Parlament. “Le avanzo que tendremos en cuenta aspectos como un nuevo modelo del área de mediación con los manifestantes y que grabaremos todas nuestras actuaciones, así nuestra rendición de cuentas será más fácil”, ha asegurado.

La destitución del jefe anticorrupción

Sobre la polémica decisión de apartar al intendente Toni Rodíguez de la Comisaría General de Investigación Criminal y degradarlo a la comisaría de Rubí, Estela ha defendido su decisión. Ha alegado que los cambios solo han afectado a este cargo directivo, pero que los centenares de agentes que componen la comisaría continúan investigando los casos de corrupción y son, de hecho, el equipo que eligió en su día el Mosso que ha sido apartado y que ya pidió el amparo judicial para ejecutar sus últimas pesquisas, las que afectaban a políticos independentistas como la presidenta del Parlament, Laura Borràs. Lo recibió y su degradación en el escalafón del cuerpo policial catalán ha llegado cuando le ha sido retirada. 

Antoni Rodríguez, antiguo jefe de la División de Investigación Criminal de los Mossos / EP

“En los últimos cuatro años han pasado cuatro comisarios por ese puesto. No hemos hecho nada que no se haya hecho antes”, ha manifestado Estela en la entrevista. Ha negado “absolutamente” una purga en Mossos. “Entiendo algunas críticas relacionadas con los cambios pero me hace sentir incómodo cuando se cuestiona la profesionalidad del cuerpo”, ha manifestado.

Veto a profesionales

Sobre las tiranteces de los últimos días con los medios de comunicación, después de que algunas periodistas que más han informado sobre los entresijos y el malestar en el cuerpo por los cambios denunciaran haber sido vetadas de las comparecencias públicas de Mossos, el Comisario Jefe también ha intentado sacarse de encima cualquier responsabilidad.

Ha afirmado que en el encuentro con medios en cuestión que ha originado la polémica solo se citó a algunos profesionales, los más afines a la línea política del Govern, por una mera cuestión organizativa. “Ni un servidor, ni la prefectura, ni la cúpula del cuerpo ni Interior quiere vetar a nadie”, ha declarado. 

Teoría conspirativa de Villarejo

También ha lamentado las afirmaciones de Villarejo sobre los atentados del 17-A, las que dan alas a la teoría conspirativa de que el CNI dejó que ocurriese el doble atentado terrorista en Cataluña. En aquel momento él era, de hecho, el jefe de la Región Policial de Tarragona de Mossos d'Esquadra y participó de forma activa tanto en el dispositivo de búsqueda de los terroristas como en el golpe en Cambrils.

El excomisario José Manuel Villarejo / Marta Fernández (EP)

Ha recordado que durante la investigación que realizaron no encontraron ninguna prueba objetiva para “avalar las declaraciones de este señor o para darle credibilidad y ha incidido en que sus especulaciones “merecen una respuesta”. Cabe recordar que el apoyo incluso de miembros del Govern y de otros políticos independentistas a las palabras de Villarejo han creado un profundo malestar en el cuerpo.