Los colegios catalanes tampoco se libran del creciente repunte de contagios por la sexta ola del Covid-19, sobre todo a raíz del auge de la variante ómicron. Cuando apenas faltan dos días para que éstos cierren sus puertas por vacaciones, hay 62.712 personas confinadas --60.125 alumnos, 2.545 docentes y 42 trabajadores externos--, unos datos que no se registraban desde mediados de enero, cuando apareció la tercera ola tras las fiestas navideñas. Hace un año, la cifra de aislados era casi tres veces menor: 23.639.
Ante esta situación, algunos centros han comenzado a difundir comunicados entre las familias de los alumnos para proponerles no llevarlos a clase y, así, evitar exponerles al virus de forma innecesaria. Según ha podido conocer este medio, el colegio de élite La Miranda es uno de ellos. No obstante, la mayoría de escuelas continúan con su actividad habitual y son los propios padres los que toman la decisión para poder pasar unas Navidades “tranquilas”.
“Entienden las faltas como justificadas”
La delegada de UGT de enseñanzas públicas, Lorena Martínez, es una ellas. “He decidido dejar a mi hijo de 10 años en casa esta semana porque no quiero exponerlo más, ya que considero que es lo más coherente”, ha expresado a Crónica Global. Explica que desde el colegio lo han entendido y no le han puesto ninguna pega, pues “comprenden estas faltas como justificadas”.
El viernes envió un correo electrónico al Departamento de Salud en nombre del sindicato para preguntar si se plantean algún tipo de control o medida nueva ante el empeoramiento de los datos epidemiológicos, pero lamenta que no ha recibido respuesta. No obstante, el conseller Josep Maria Argimon descartó ayer suspender las clases presenciales en escuelas y universidades, alegando que los alumnos “están en un momento muy importante”.
USTEC pide medidas “urgentes”
Desde la Unión Sindical de los Trabajadores de la Enseñanza de Cataluña (USTEC) valoran la decisión de Argimon como una “irresponsabilidad muy grande”. Así lo ha manifestado a este medio su portavoz, Iolanda Segura, pues señala que “está en juego la salud de la sociedad y se deberían tomar medidas para no saturar todavía más los hospitales”.
En este sentido, consideran necesario tomar medidas “urgentes”, como suspender las clases presenciales en todos aquellos centros donde la incidencia sea grave para “preservar la salud de los docentes y los alumnos”. Desde el sindicato señalan que los últimos datos actualizados por Salud muestran una incidencia acumulada a 14 días por cada 100.000 habitantes entre los profesores de 1.763,75, que es más del doble que la del alumnado --841,04--, unos datos que están por encima de la media del resto de la sociedad --712,87--.
Sin docentes suficientes
Tanto USTEC como UGT coinciden en que estos días ya no se avanza en temario lectivo, sino que las actividades que se realizan en los colegios son de carácter más bien lúdico ante la llegada de las fiestas. Por ello, algunos centros “piden auxilio” porque la situación les lleva a quedarse sin docentes suficientes debido a que muchos están confinados, señala Segura, pero “el departamento no los escucha ni les quiere hacer caso”.
Así pues, expresan una sensación de frustración porque no entienden “por qué Salud no toma medidas” en este sector, ni “por qué Educación no presiona más” para que se les haga caso.
“Lo peor aún está por llegar”
Aunque la situación ya es crítica, Lorena Martínez teme que “lo peor aún está por llegar”, y lo hará después de la Navidad, ya que muchas familias se juntarán. No obstante, esto podría verse afectado por las nuevas restricciones que anunció ayer el Govern y que entrarán en vigor la madrugada del viernes, pues vuelve el toque de queda y las reuniones se limitan a un máximo de diez personas.
Con todo, prevén que la vuelta de las clases después de las vacaciones será “horrible”, por lo que UGT vería una buena opción que Salud se plantee “un regreso gradual” a las aulas, en función de cómo evolucione la situación de aquí al 10 de enero, cuando arrancará el segundo trimestre escolar. De todos modos, queda esperar a ver qué sucede estas fiestas para poder valorar cómo debe ser la vuelta.