La boda de Xavier Novell y Silvia Caballol se retrasa

Xavier Novell y Silvia Caballol tienen que esperar. De poco les ha servido su celeridad para casarse. La burocracia va a hacer que su boda se retrase más de los esperado.

La pareja presentó los papeles necesarios para casarse en el Registro Civil de Suria el pasado 7 de octubre. El 29 de octubre, ante la falta de oposición al enlace, ya podían celebrar su enlace. Al menos, eso parecía.

Obstáculos

La Administración ha frenado la ceremonia. El juez de paz del municipio barcelonés ha recordado a la pareja que tras presentar la solicitud deben tramitar cuatro documentos más. Y uno después de otro. Lo que implica un tiempo de espera.

En primer lugar, el registro suriense debe recibir la solicitud tramitada por el religioso en Solsona. Tras ello, arrancará la interlocutoria necesaria para autorizar que el obispo emérito de Solsona y la escritora de novelas eróticas pueden casarse.

Tiempo de espera

Una vez se notifique a ambos la autorización, el juzgado debe evaluar las diligencias posibles presentadas para confirmar que no hay ningún impedimento para celebrar la boda y ya entonces, deben indicar el día y la hora en la quieren casarse.

Todo esto puede demorar, como mínimo, una semana. Pese a todo, el mismo juez de paz asevera que ellos no han fijado todavía fecha ni hora del enlace. Todavía deben esperar.

Delegados de la pareja

Tampoco se ha visto a Novell ni a la psicóloga en los juzgados. Sí, a la familia. La madre de ella, hacedora en parte de que la pareja se conociera, para uno de los tramites solicitados. Asimismo, la cuñada de Caballol ha sido la encargada de presentar todos los papeles necesarios en la secretaría.

Una vez más, la pareja sigue desaparecida, alejada de las cámaras. Hace apenas una semana se lo vio a él sentado en un banco cerca de un ambulatoria de Manresa, donde ahora reside. De ella ni rastro.

Embarazo

Las últimas informaciones apuntan a que la escritora está embarazada de gemelos. Un hecho que habría precipitado la decisión no sólo de casarse sino de abandonar la Iglesia por parte de él.

El religioso independentista presentó su dimisión como obispo de Solsona a El Vaticano que se la aceptó a finales de agosto, con la petición de que guardara silencio sobre las causas. Semanas después, el 6 de septiembre, se conocía que dejó el báculo por amor.