Mar de fondo en el Hospital de Mataró, el principal dispositivo asistencial del Consorci Sanitari del Maresme (CSdM). Un centro satélite de este grupo sanitario concertado, el Hospital de Sant Jaume, lidia con el segundo brote de coronavirus del conglomerado. La cadena de positivos llega en mitad de un pulso entre sanitarios y gerencia. La parte social de los primeros detecta "lentitud" en la vacunación por falta de dosis. La dirección, por su parte, asegura que "se está priorizando la primera línea" y que esta semana el preparado de Moderna se sumará al de Pfizer y BioNTech.
El tuercebrazos entre plantilla y dirección la han explicado fuentes cercanas al comité de empresa. Según estas voces, el nuevo brote de Covid-19 afecta a 13 pacientes y seis sanitarios del Hospital de Sant Jaume, un centro periférico respecto al complejo sanitario matriz, que hace unos días también detectó un brote de infectados, lo que obligó a hacer un cribado masivo. Los contagios detectados ahora han agregado presión sobre el personal, indican fuentes sindicales, con situaciones como "una enfermera y una auxiliar (TCAE) por cada 25 pacientes, seis de ellos Covid y todos aislados". Esta distribución del trabajo provoca una "enorme sobrecarga".
Gerencia: "Prioridad primera lína y vacuna de Moderna"
Preguntado por la velocidad de vacunación, otro de los motivos de disputa entre personal y dirección, una portavoz del CSdM ha señalado que "el Consorci ha administrado en tres días las 350 vacunas de Pfizer, que son las que nos han llegado". Lo ha hecho, indica la fuente oficial, "priorizando el personal de primera línea". A lo largo de esta semana, el grupo sanitario "vacunará a todo el personal que falta con la vacuna de Moderna".
El Consorci ha clarificado también la situación de las unidades de críticos. El hospital madre, enfatiza la representante, "tiene camas de UCI disponibles". Lo que es más, "hasta el momento se ha intentado mantener la actividad ordinaria programada, pese a que se han tenido que anular algunas intervenciones con ingreso y dar prioridad a la cirugía ambulatoria". No obstante, el aumento de ingresos Covid" provocará que muy probablemente "esta semana se tenga que suspender la actividad programada", ha admitido la misma voz.
Segundo brote
Sea quien fuere quien tenga razón, lo factual es que el brote de coronavirus en el hospital auxiliar al de Mataró agrega presión sobre un conglomerado sanitario que ya sufrió una cadena de casos hace unos días.
La situación epidemiológica tuvo lugar en una ciudad sanitaria que, además, lleva años intervenida por el CatSalut por su deficiente situación financiera. Según las últimas cuentas publicadas y auditadas, las de 2019, el equipamiento opera un fondo maniobra negativo y deudas recurrentes que suman más de 60 millones de euros. Si el Consorci no fuera una entidad adscrita al sector público, estas cifras serían causa de disolución. Ante ello, el Ayuntamiento de Mataró ha reclamado recientemente al Govern más apoyo económico.