Los Mossos buscan a tres bandas que desvalijan el paseo de Gràcia

Así lo indican fuentes cercanas a los sucesos de los últimos días, que han recordado que la comunicación entre la policía catalana y los comerciantes es fluida. De hecho. tal y como avanzó este medio, Mossos tiene hasta un canal propio de enlace con los relojeros de la milla de oro barcelonesa. Hay intercambio de datos, avisos e información que fluyen como es debido para dar caza a los ladrones. Por ahora, no obstante, tres bandas que habrían perpetrado seis robos violentos en 19 días siguen en la diana.

Asaltos a tiendas del paseo de Gràcia en 2019 / EFE

Mossos: "Estamos investigando"

Preguntado oficialmente por la cuestión, un portavoz del cuerpo autonómico ha recordado que los atracos mediante empotramiento de un coche contra la cristalera "están bajo investigación". Mossos trata de determinar si los robos en tiendas de lujo "están conectados entre sí" o son sucesos independientes.

Ha habido asaltos, y varios, en el paseo de Gràcia de noche. El 13 de noviembre, los ladrones se cebaron con la tienda de G-Star en la confluencia del bulevar con la calle Consell de Cent. El 16 de noviembre, los cacos robaron violentamente las flagship stores de Tommy Hilfiger y Dolce Gabanna. El 24 de noviembre desconocidos asaltaron de nuevo el punto de venta de Tommy Hilfiger en la arteria comercial barcelonesa, tal y como avanzó Metrópoli Abierta. El domingo 29 de noviembre y lunes 30, los vándalos alunizaron las boutiques de Salvatore Ferragamo y, de nuevo, G-Star.

Ofrecen seguridad privada

Ante esta cadena de robos, Mossos recuerda que "ha reforzado la vigilancia" de la avenida donde confluyen la mayoría de tiendas de lujo en Barcelona. Por si ello no fuera suficiente, el sector de la seguridad privada se ofrece para arrimar el hombro. "En enero de 2019 ya alertamos al Departamento catalán de Interior que la mayoría de comercios del paseo de Gràcia están vigilados por auxiliares y no por profesionales de la seguridad", ha explicado ADN Sindical, mayoritario en el sector.

"En aquel momento --añade el mismo interlocutor-- el problema eran los carteristas. Había abundancia de turistas y las necesidades de seguridad se concentraban en la protección de los paseantes y clientes. Ofrecimos patrullas discontinuas: vigilantes que vayan de tienda a tienda controlando la zona y colaborando con los cuerpos y fuerzas de seguridad". Ello podía ser posible si Interior daba permiso, pero la propuesta no vio la luz.

La pandemia vacía las calles

La situación es ahora distinta. La pandemia del coronavirus y las restricciones a la movilidad e interacción social han provocado una menor afluencia de compradores en el paseo de Gràcia. El turismo se ha aletargado hasta la semiextinción temporal, al menos hasta que la vacuna inmunice a la mayoría de la población o las autoridades sanitarias controlen el contagio comunitario.

En este contexto se dan los robos nocturnos en la milla de oro barcelonesa. Los ladrones fían sus fechorías a la falta de patrullas policiales en los turnos de noche, algo que han denunciado en el pasado los sindicatos de la Guardia Urbana de Barcelona. Los representantes de los agentes han alertado en varias ocasiones de que apenas hay un binomio que patrulla todo un distrito por falta de efectivos. Fuentes del sector recuerdan que, sin embargo, la falta de urbanos y mossos la debería compensar el hecho de que rige un toque de queda. Pero faltan agentes para controlar a la bandas.