¿Qué pasó con los restos mortales de la señora Ángeles Pérez Bueno? Una vecina de Madrid ha denunciado que Santa Lucía perdió el cuerpo de su difunta madre de 86 años durante 18 interminables días. La ciudadana murió en una residencia de la capital y su cuerpo apareció en Parla, a 25 kilómetros por carretera. La empresa lo niega y asegura que informó a algunos miembros de la familia y que hay "grabaciones que demuestran una actuación diligente".
Mercedes Redondo Pérez busca justicia. Esta vecina de Madrid cuidaba a su madre, residente con parkinson en el geriátrico Amavir Arganzuela, cuando el virus SARS-CoV-2 golpeó España. "Tengo incontables pruebas de mala praxis en esta residencia. Pero ello lo dejo para la Marea de Residencias, con quien vamos a interponer una denuncia a Fiscalía. Hasta el momento no puedo hacerlo porque si bien Amavir me dio el certificado de defunción, no me ha proporcionado el informe médico sobre las causas del óbito", lamenta. La madre de la denunciante murió el 15 de abril. Según el certificado de defunción al que ha accedido este medio, Ángeles falleció de parada cardiorespiratoria. "El informe pone posible Covid-19. Como no le hicieron un test, no lo sabemos. Exijo a Amavir el informe", insiste.
"Perdieron el cuerpo de mi madre"
De momento, la empresa de residencias de matriz francesa se ha negado, amparándose en la Ley Orgánica de Protección de Datos (LOPD). "Llamé a la Agencia y me dijeron que eso no tenía nada que ver, que yo podía acceder a ese documento", avisa la ciudadana. No obstante, Mercedes tiene otra lucha en marcha. "El cuerpo de mi madre desapareció cuando murió", avisa. ¿A qué se refiere? "La residencia tardó seis días en informarme de quién tenía la custodia de los restos mortales. Tras ello, Santa Lucía se negaba a decirme dónde estaba el cuerpo", lamenta. "No sabían dónde estaba y, finalmente, apareció en el Cementerio de Parla. lo gestiona Albia, filial de la aseguradora", alerta la vecina.
Hay más. "Pedí trasladarlo a Madrid ciudad, pues es donde yo vivo. Ellos se negaban y me ofrecían incinerar a mi madre en Parla y depositar las cenizas en el columbario. Decían que en la capital no había sitio, que la pandemia había desbordado los servicios funerarios", añade. A renglón seguido, Mercedes aporta correos de Servicios Funerarios de Madrid, empresa municipal, en la que la sociedad pública indica que "tiene espacio" en diversos camposantos. "Es problema de gestión de ellos [Santa Lucía y Albia]", señala un representante en un correo al que ha accedido este medio.
Santa Lucía: "Absoluta diligencia"
En conversación con este medio, la aseguradora ha negado tajantemente mala praxis en el caso de la señora Ángeles Pérez. "La compañía Albia actuó con plena diligencia. No es cierto en absoluto que el cadáver permaneciera 18 días sin localizar como se indica. En todo momento, el hijo que era el declarante y contacto oficial, estuvo informado", ha enfatizado la portavocía de prensa de la empresa. El representante de la familia, señala Santa Lucía, estuvo "conforme de todo el proceso en relación a la incineración e inhumación de las cenizas de doña Ángeles Pérez Bueno, con el conocimiento en todo momento de la localización del cadáver y todos los tiempos definidos y pactados desde la recogida inicial el día 15" , agrega.
¿Quién tiene razón, pues? "Nuestro call center dispone de la grabación correspondiente con el hijo de doña Ángeles Pérez Bueno que demuestra una gestión absolutamente diligente. Así se informó también a la hija de la fallecida en las ocasiones en las que contactó con el servicio de atención al cliente, aunque entre los hermanos no existiera dicha comunicación", precisa la aseguradora. La compañía hace hincapié en que "consta en nuestro poder el expediente completo y todos los datos de la grabación que así lo demuestran. Información que no podemos desvelar inicialmente ajustándonos a la Ley de Protección de Datos que la ampara".
El Defensor: "Pasó en más comunidades"
La documentación que obra en poder de Santa Lucía sobre el caso podría ser clave si la Fiscalía Provincial de Madrid inicia diligencias de investigación. Ello es precisamente lo que ha pedido la asociación El Defensor del Paciente. En conversación con este medio, Carmen Flores, su portavoz, tilda de "horrible" el trato a la familia de una anciana que "estuvo 60 años pagando la cuota de la póliza de decesos". Es por ello que, según Flores, se impone una investigación del ministerio fiscal. "Aunque sea reiterativo, recordar tantos y tantos pobres ancianos y sus muertes, es una horrible experiencia para las familias", manifiesta la activista.
Más preocupante, Flores apunta a otra tendencia. "La denuncia de la señora Mercedes se circunscribe a Madrid. Pero es que el descontrol en los servicios funerarios llegó a más lugares. Nosotros, en la asociación, tenemos otras comunicaciones de familias a quienes, presuntamente, perdieron el cuerpo de un ser querido durante la pandemia", advierte. "Sabemos de posibles casos en Madrid, pero también en Cataluña y Castilla y León. Sabemos que algunas empresas quemaban cuerpos de fallecidos en Madrid y en Jaén porque las instalaciones no daban abasto. Queremos que se aclaren todos y cada uno de los posibles casos de mala praxis que pudo haber", ha apostillado Flores.