Nadie sabe dónde está Grigory Kazansky. Este oligarca ruso permanece fugado en España tras eludir un proceso judicial en Rusia por, presuntamente, desviar 1,2 millones de euros del conglomerado estatal de nuevas tecnologías Rostec, donde trabajó. El exdirectivo no solo ha hecho caso omiso del juez en este procedimiento, sino que también se ha llevado a su hija, Ariana, nacida el 18 de diciembre de 2010. Viven entre Madrid, Barcelona, Bielorrusia y Chipre. La madre, Alina, reclama su devolución desde la potencia euroasiática. Es por ello que se dirige a este medio.
La denunciante aporta abundante documentación. Asegura que Kazansky se niega a devolverle a su pequeña e, incluso, a establecer un régimen de custodia compartida. El directivo, un prometedor talento ruso, desempeñó tareas en la división Salut del grupo gubernamental Rostec en la región de Tula (Rusia). El individuo sobrevivió a un extraño intento de asesinato tras un tiroteo en 2012. Aquel año comenzó la larga batalla judicial de Alina.
Juicios ganados
Grigory y la madre se conocieron y tuvieron una hija en 2010. No obstante, se separaron el mismo año, cuando la pequeña apenas tenía seis meses. El directivo se negó siempre a dejar a la madre ver a su pequeña. "Un día, cuando ya no vivían juntos, acudió a su casa. Dijo que tenía hambre y cogió las llaves. Lo que hizo fue coger a la niña y encerrar a la madre en casa. Se la llevó pese a las protestas y gritos de Alina", describen fuentes judiciales que apoyan a la reclamante.
Aquel dramático episodio prendió la mecha de la contienda judicial. El mismo ejercicio 2012 Alina ganó la primera batalla por la custodia de su hija. El padre jamás accedió, alegando que la denunciante consumía drogas. Ella llegó a presentar informes toxicológicos ante el juez. "Ha ganado 12 procesos por esta menor", explican las mismas fuentes. El último en el Tribunal regional de Apelación de Tula. Pese al aluvión de victorias judiciales, él no ha accedido a un acuerdo. "En 10 años, Alina solo ha visto a Ariana en dos ocasiones. Una de ellas de lejos, en un centro comercial y con fuerte protección de seguridad contratada por Grigory", ilustran las mismas voces.
Fuga a España
En febrero de 2012 y según la documentación a la que ha podido acceder Crónica Global, el Ministerio ruso de Interior prohibió la salida del país de la pequeña. Fue en vano, pues Grigory Kazansky tenía otros problemas con la justicia: se gestó la acusación por desvío de capitales en una empresa gubernamental. Huyó del país. "La primera vez que le reclamó el tribunal, él alegó que estaba ingresado en un hospital español con traumatismo cráneoencefálico. Pero es que después de aquello ni se molestó en comparecer". El caso generó una orden de búsqueda y captura que ha aterrizado sobre los despachos de Interpol, tal y como atestigua la documentación recabada por Crónica Global.
Confirmación de la orden de busca y captura de Grigory Kazansky by Ignasi Jorro on Scribd
"Kazansky está buscado por delito fiscal en Rusia, sí, pero también por supuesta evasión de capitales en Andorra". ¿Nadie le detiene? "En España, la policía le fue a buscar a la casa que tiene en Alcobendas. No estaba. Ni la niña en el colegio, pues está escolarizada. Tampoco le localizamos en un restaurante de su propiedad en Barcelona. Pero es evidente que vive en el país". El problema es la movilidad. El oligarca pivota entre España, Bielorrusia y Chipre, aprovechándose de los recovecos legales en materia de extradición entre estas naciones.
Caso en un juzgado de Madrid
Concurre también otro elemento: el desconocimiento. "Hay elementos de la sociedad rusa que se quedan a los hijos e hijas en caso de divorcio o separación. No es nada nuevo, desde este bufete hemos ayudado a varias madres. El asunto no se conoce en España, pero ocurre", insisten las fuentes legales consultadas. En el caso de Gregory Kazansky, la Policía Nacional tardó en creerse el posible secuestro, si es que el juez lo ve así. "Nos desplazamos a Madrid tras nueve años de lucha en 2019. Los agentes no nos creyeron hasta que vieron que sí, que Kazansky está en la lista de Interpol", lamentan. Tras ello, interpusieron denuncia, que ha recalado en el juzgado de Instrucción número 15 de Madrid con número 2580/2019.
Pero, ¿cómo saben que Kazansky está en España? "Les pusimos detectives privados. Han renovado el pasaporte de la pequeña aquí. Ella está escolarizada en un colegio español. La pareja de Grigory, Ana Rudalevich, publica regularmente fotos del país en su Instagram", enumeran. ¿Por qué nadie les ha arrestado? "La embajada rusa hizo el trámite de ir a Alcobendas a buscarles, pero no les localizaron. El caso está en el juzgado", avisan. "La justicia debe seguir su curso y él tendrá derecho a la defensa, claro está. Pero pedimos públicamente ayuda. La madre no ha visto a su hija más que dos veces en 10 años. No sabe dónde está. Ha ganado todos los pleitos y, no obstante, la pequeña Ariana sigue desaparecida. Pedimos ayuda pública para encontrar a Grigory Kazansky", apostillan.