Agentes de la Urbana durante una redada en el Raval / EFE

Agentes de la Urbana durante una redada en el Raval / EFE

Vida

Vecinos del Raval denuncian el consumo de drogas en la calle pese a la cuarentena

El tráfico de estupefacientes se mantiene en el centro de Barcelona durante las restricciones de movilidad

8 abril, 2020 00:00

“No sé si existe un repunte o el mismo flujo de siempre, pero con el confinamiento y menos gente circulando por la calle, esta presencia, que nunca ha pasado desapercibida para nosotros, ahora se hace más visible”. Son palabra de Lluís, vicepresidente de la asociación de vecinos del Raval, quien denuncia el consumo de drogas en plena calle pese a las restricciones de movilidad que establece el estado de alarma para frenar la expansión del coronavirus.

Una actividad que no respeta la cuarentena. “Continúa el tráfico de drogas en el barrio. Vemos a gente que no era habitual en la zona que viene a comprar y, en cualquier rincón, se inyecta a cualquier hora del día”, lamenta este vecino. La petición de los residentes en el Raval es el cierre de los lavabos públicos, al ser uno de los puntos con mayor afluencia de drogodependientes.

Puntos calientes

“Se han transformado en un lugar de consumo reiterado y habitual”, detalla Lluís, quien lamenta la falta de respuesta del Ayuntamiento ante la petición vecinal. “Esperamos que se bloqueen como respuesta a nuestra demanda. Su uso no tiene sentido cuando no hay gente en la calle”, constata. Entre ellos, los de la plaza Folch i Torres, uno de los puntos “más sensibles”, porque allí se encuentran dos edificios, de titularidad pública, donde residen personas de edad avanzada.

El parque de la plaza Salvador Seguí, en el Raval, plagado de jeringuillas / CG

El parque de la plaza Salvador Seguí, en el Raval, plagado de jeringuillas / CG

“Allí se concentra un flujo de personas con malos hábitos --habla de adictos-- y los ancianos están muy asustados”, explica. Los vecinos han percibido presencial policial y controles durante estos días, pero señalan que se trata de consumidores multirreincidentes, que se encuentran en la calle, conocidos por cometer hurtos. “Gente que sale del circuito recomendado y que en esta situación cuentan con menos víctimas a las que asaltar, y cualquiera es susceptible de ser atracado”, apunta Lluís.

Pesaje de drogas en farmacias

Así lo apuntan también los farmacéuticos. Antonio Torres, presidente de la federación de boticarios en Cataluña --y propietario de una que abre las 24 horas del día en el centro de Barcelona-- señala que, durante las restricciones de movilidad, ha aumentado el número de agentes que acuden a estos establecimientos tras incautar alguna sustancia estupefaciente. “Cada noche pesamos droga a la policía. Más de lo que hacíamos habitualmente y, teóricamente, estamos todos confinados”.

Operativo policial para desmantelar tres narcopisos en el Raval / MOSSOS

Operativo policial para desmantelar tres narcopisos en el Raval / MOSSOS

Y es que alguna farmacias cuentan con un servicio de pesaje. “Cuando los agentes incautan droga a un traficante menor vienen a certificar el peso. Nuestra labor es dar fe, sin saber lo que es, porque no se analiza la sustancia, pero sí pesamos la muestra”, cuenta Torres, quien aclara: “aunque no se trate de un indicador perfectamente medible u objetivo, antes lo hacíamos una vez por semana o cada diez días y ahora a diario”.

Despliegue de Mossos y Urbana

Pese a la presión policial, tanto de Mossos d’Esquadra como de Guardia Urbana, que durante estos días han desarticulado cinco puntos de tráfico de estupefacientes en el Raval --cuatro de ellos narcopisos-- desde la asociación de vecinos del barrio exponen que, “estas personas siguen ahora mismo en la calle, y la situación tiene que reconducirse”, demanda Lluís.

Además de la petición de cerrar los lavabos, los vecinos del Raval piden un refuerzo en la desinfección de zonas por las que transitan pese a la cuarentena y donde encuentran restos del consumo de algunos adictos, como la la plaza de la Gardunya, Folch i Torres, del Pedró y Terenci Moix. “Sabemos que algunos consumidores de la Sala Baluard se han derivado a un espacio en la calle Numancia, porque esta se estaba congestionado de forma peligrosa para los residentes, por una cuestión de salud pública”, detalla el vicepresidente de la asociación.