De niño bien en Suecia a imputado y encarcelado por tres presuntos homicidios y robos con fuerza en Barcelona. John Musetescu Werberg ha ingresado en prisión provisional esta semana en Cataluña por, supuestamente, apuñalar hasta la muerte a David Caminada. La policía sospecha que puede estar detrás también de las muertes violentas de Rosa en la calle de l'Arc de Sant Vicenç y de otro hombre en un piso de la calle Portal Nou, apartamento que sufrió un incendio y del que John habría salido por el balcón. También se le vincula a un intento de homicidio en una zapatería de la calle Bisbe y con el robo de una moto a un repartidor de Glovo en la plazoleta de Montcada. Todo ello pasó el lunes 23 de enero entre las tres y las cuatro de la tarde. En 60 minutos de horror en el barrio de Ciutat Vella.
Mientras Barcelona llora y recuerda a las víctimas, con un foco especial en David, profesor universitario de periodismo y trabajador municipal muy querido en la profesión, la pregunta se impone: ¿quién es John Musetescu Werberg? Al joven de 29 años, un recién llegado a Barcelona, solo se le conoce un vínculo, el de su padre, T.M. Preguntado por este medio, el familiar indicó este viernes desde su país de origen que la familia había decidido "no hacer comentarios a la prensa ante la noticia conocida". Tras ello, colgó el teléfono. Otros interlocutores del entorno del acusado apuntan algún detalle más del presunto autor del triple crimen de Ciutat Vella. "Estudió Derecho en la Universidad de Uppsala", uno de los dos centros universitarios que tiene esa ciudad sueca. "La otra es la Universidad Agrícola de Uppsala (SLU, por sus siglas en sueco), que queda más apartada, al sur del municipio", explican.
Estudiante con recursos
¿De dónde viene John y, sobre todo, qué le pudo llevar a perpetrar, cree la policía, un episodio de extrema violencia en el centro de Barcelona? "Es inexplicable. Vivía en Malma Backe, una pequeña comunidad semicerrada de Uppsala --la cuarta mayor ciudad de Suecia-- que se caracteriza por su tranquilidad", señalan. "Está en la carretera y no entras a la urbanización si no es que visitas a alguien específicamente", añaden. Hay más. "Malma Backe es un feudo progresista y liberal. Fíjate que es una zona residencial en la que el 73% de la población tiene estudios universitarios. El salario medio mensual alcanza los 2.800 euros. Ambas cifras se encuentran por encima de la media nacional, que ya es más alta que la española", agregan las mismas voces.
John habitaba en Malma Backe (Uppsala) con su padre, T.M., un barrio en el que apenas moran 937 personas. Presenta la misma tasa de paro y de población inmigrante que la media del resto del país. El presunto autor material de la muerte de David es migrante rumano de segunda generación y creció en una comunidad en la que apenas hay racismo. "La extrema derecha se queda en el 8% en el barrio de John, la mitad que en toda Suecia. Y los verdes doblan el porcentaje de voto medio en comparación con el resto de la nación", explican. ¿Un barrio progre? "Acomodado. Progresista y liberal en una Suecia que ya de por sí es muy progresista y liberal", apostillan las mismas fuentes.
Tampoco sufrió, según relatan, grandes problemas económicos. Vivía en un coqueto chalé pequeño, de 45 metros cuadrados, aunque la propiedad en la que moraba junto a su padre suma un terreno de cerca de 150 metros cuadrados de jardín. Su progenitor tiene dos coches y una motocicleta, un pequeño parque rodado en el que se incluye un BMW.
La conexión ultra
Sí hay un elemento que trasciende en la historia vital de la familia de John: la movilidad. A sus 29 años, John y su padre han vivido en tres ciudades y dos países. El núcleo familiar se trasladó de su Rumanía natal a Suecia en 1986, antes del nacimiento del niño. Tras ello, se les conoce dirección en Estocolmo, la capital del país, y Uppsala. En su época estudiantil, fuentes cercanas al joven lo recuerdan en Studentstaden, una residencia que sirve de alojamiento para muchos jóvenes suecos que se trasladan a esta ciudad universitaria a cursar sus estudios superiores.
Se unió a la Stockholmsnation, una colectividad de estudiantes, algo muy común en el Estado escandinavo en la etapa universitaria. Fue en su época de alumno de la facultad de Derecho cuando John llegó por primera vez a Barcelona. Era agosto de 2011 y tenía 21 años. En aquel momento también se le vincula con personas cercanas a la extrema derecha sueca, aunque no necesariamente en un papel militante. De hecho, las muestras de afinidad con los movimientos ultras y antisistema locales son una constante muy irregular en sus redes sociales. Carga contra la policía, contra Aftonbladet y Expressen, los dos medios más sensacionalistas del país, y contra los Demócratas Suecos, la extrema derecha nacional.
Tras aquella época, John Musetescu jugó durante un tiempo para el Uppsala Inter. Este equipo de barrio reúne a "estudiantes, gente local, inmigrantes y alumnos de intercambio". Con estas palabras lo explicó ayer a Crónica Global Leif, entrenador adjunto del club. "Mira, eres el segundo periodista que llama. El primero era sueco. Este es un club muy diverso que reúne a unos 100 futbolistas. Tenemos gente que viene y va, que acude a algunos entrenamientos y no vuelve. Otros se quedan años. ¿Si conocí a John? No, no me suena. Pudo haber pasado por aquí, pero no destacó", aclaró el técnico en conversación con este medio.
Aficionado al fútbol, el presunto asesino de David, Rosa y otra persona en Barcelona no tuvo éxito sobre el terreno de juego. "El Inter es un equipo muy menor. El epicentro del balompié en esta ciudad es el IFK Uppsala", detallan las mismas voces. Cualquiera que fuere su rol, John tenía pareja y su propia moto, una Suzuki GSRX750, de alta cilindrada.
Una razia de violencia
Nadie sabe cómo pasó John de este entorno acomodado a estar en prisión investigado por tres delitos de homicidio doloso, dos tipos penales de robo con violencia, incendio, lesiones y amenazas. Pocos, quizá tampoco la División de Investigación Criminal (DIC) de los Mossos d'Esquadra, saben a ciencia cierta cómo pasó el exestudiante de Derecho de una ciudad mediana sueca a presunto asesino de tres personas. Lo que sí se conoce es lo que pasó y que alguien perpetró. Un hombre apareció muerto en un piso en llamas en la calle Portal Nou de Barcelona el lunes, 23 de enero. Cuando llegaron los bomberos, el individuo estaba tirado en el suelo con una bolsa de plástico en la cabeza, asfixiado. Antes de ello, los vecinos vieron bajar a un hombre desde el balcón del apartamento a la calle.
Pocos minutos después un hombre "muy pasado de vueltas", John según vecinos y comerciantes, salió de la calle de l'Arc de Sant Vicenç, muy cerca de la anterior. Apenas 600 metros las separan. El joven habría pegado una patada a un repartidor de Glovo en moto y lo habría apaleado hasta robarle el vehículo. Solo los gritos de los presentes le frenaron. La motocicleta apareció tirada en otra calle del casco antiguo y John, en la calle Paradís de Barcelona, según los comerciantes de una zapatería situada en la calle del Bisbe y que tiene un almacén que da a ese serpenteante callejón. Allí el atacante entró en el comercio por la parte trasera y persiguió a, al menos, un tendero, tratando de apuñalarle. Después, el presunto agresor fue cazado tras, supuestamente, clavar una navaja en el pecho del profesor David. Fue detenido en el acto. El docente y trabajador del Ayuntamiento de Barcelona ingresó en la UCI del Hospital Clínic Barcelona. Murió dos días después, el miércoles, de las heridas recibidas. La cadena de actos violentos duró apenas 60 minutos.