Es Rosa, el enigma de la ola de violencia del lunes en Ciutat Vella. La anciana de 77 años --cuyo nombre completo responde a las iniciales C.R.D.G-- fue presuntamente asesinada por John Musetescu Werberg, el sospechoso detenido por los Mossos d'Esquadra y encarcelado por el triple crimen que se vivió en el barrio de Ciutat Vella el pasado lunes. Será despedida este viernes en un tanatorio de la ciudad por sus allegados. Su muerte es la única pieza que baila en la investigación de la razzia criminal en la que murieron al menos tres personas. Entre ellas, David Caminada, periodista y empleado del Ayuntamiento de Barcelona.
La vecina de la calle Arc de Sant Vicenç falleció en el portal de su casa entre las 15:00 y las 16:00 horas de esa fatídica tarde. En ese lapso de tiempo, Musetescu habría iniciado ya su ruta negra, acabando también con la vida de un hombre en la vecina calle Portal Nou. Quemó su piso y saltó por el balcón, tal y como avanzó la Cadena SER. La primera víctima apareció con una bolsa de plástico en la cabeza. Además, durante esos 60 minutos de violencia extrema, el mismo autor habría robado con violencia una motocicleta de Glovo en la confluencia de la plazotela de Montcada y el paseo del Born. Intentó atracar con su cuchillo una zapatería en la calle del Bisbe y, finalmente, acuchilló a Caminada en la plaza de Sant Jaume. Fue detenido en el acto por ciudadanos y agentes de la Guardia Urbana.
Las pesquisas iniciales intentan situar el ataque de Rosa en algún punto de este trayecto. Sospechan que fue la segunda víctima del acusado por la situación del inmueble donde residía.
Sin vida y "no parecía un accidente"
Estos crímenes tienen algo en común: hubo testigos en todos ellos. Vecinos o comerciantes vieron el incendio de Portal Nou; la paliza al repartidor de Glovo tuvo lugar en el paseo del Born, un lugar concurrido; y el atraco en la zapatería de la calle del Bisbe, seguido del apuñalamiento de Caminada, ocurrió a plena luz del día, y con la calle llena de transeúntes. Lo que nadie vio fue el supuesto crimen de Rosa, cuyo cuerpo se descubrió en el portal con la puerta cerrada. Estaba boca abajo y presentaba una herida mortal en la parte trasera del cráneo, tal y como apuntan fuentes conocedoras de la investigación en marcha.
¿Accidente o muerte intencional? Los mismos interlocutores señalan que, hasta que las pesquisas de la División de Investigación Criminal (DIC) de los Mossos avancen, la tesis principal es que Rosa perdió la vida durante la cadena de incidentes violentos y no por una caída accidental mientras intentaba salir a la vía pública. Hay tres elementos que apuntan a esta hipótesis. Uno, el joven de 29 años salía de la calle Arc de Sant Vicenç cuando atacó al rider. Dos, el cuerpo de la vecina apareció con la puerta de la calle cerrada y en una posición estirada pero "manipulada". Y tres, que la herida en el cráneo coincide con la de un golpe con un objeto consistente.
Existe un cuarto elemento que podría ser decisivo. Musetescu tenía documentación de la mujer cuando se le detuvo en plaza de Sant Jaume. Con todo, la policía catalana debe completar la investigación para confirmar que se trata de otro asesinato.
Velatorio este viernes
Todo ello se sabrá cuando los funcionarios conecten los puntos que ya conocen con el extraño crimen de Rosa. Por el momento, los Mossos d'Esquadra han comunicado a la familia que han completado la autopsia, pero que dejarán pasar unas semanas antes de comunicar la causa de muerte.
El velatorio de la vecina de Barcelona se ha abierto este jueves por la tarde. Será despedida la mañana del viernes en el mismo tanatorio de la ciudad en la más estricta intimidad. Deja cuatro hijos: tres mujeres y un hombre que viven a caballo entre Barcelona y Cádiz. La anciana era viuda de un antiguo capitán de marina. Perdió a su marido hace pocos años y los vecinos y comerciantes la veían "mucho más animada de un tiempo a esta parte".
El barrio llora a Rosa
Fuentes cercanas a la familia han subrayado la "inquietud" de los allegados ante el fatal desenlace de Rosa. No saben si murió debido a un accidente fatal, si sufrió un robo o si fue asaltada a sangre fría. Alimenta la incertidumbre el hecho de que en el momento de su muerte nadie notó nada. Desde su entorno lamentan la pérdida de una mujer "alegre y vital", que llevaba "toda la vida" viviendo en el barrio de el Born.
Musetescu, un nombre que se repite entre los vecinos de Rosa y al que también llaman el "asesino de la capucha", duerme en prisión desde este jueves.