Un hombre toma cerveza en la barra de un bar / PIXABAY

Un hombre toma cerveza en la barra de un bar / PIXABAY

Vida

La cerveza ni engorda ni sube la tensión

Un estudio destaca los beneficios de un consumo moderado de la bebida y señala el origen de sus virtudes

10 diciembre, 2019 00:00

Un estudio realizado por investigadores españoles y brasileños ha revelado que la cerveza no es tan mala como la pintaban. De hecho, ni engorda, ni sube la tensión, ni incrementa el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.

El trabajo se ha centrado en investigar cómo afecta esta bebida a personas con sobrepeso, consumidoras habituales de cerveza. El objetivo era descubrir si su ingesta tenía beneficios o no.

La doctora Lina Badimon, investigadora del estudio, directora del Programa ICCC Cardiovascular del IR-Hospital de Sant Pau de Barcelona y miembro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), ha hablado con este diario para adelantarnos sobre los resultados obtenidos.

Cerveza y ‘picoteo’

La investigación revela que las personas que ingirieron entre una y dos cervezas al día durante las comidas no habían perdido peso, pero tampoco lo habían ganado. Lo que concluye con el falso mito de que la cerveza engorda. Badimon señala que las cervezas consumidas --una lata por día para las mujeres y dos para los hombres­-- durante las comidas eran con y sin alcohol. “El resultado en ambos casos fue el mismo”: No hay incremento de peso.

Varios amigos tomando cañas y tapas / PIXABAY

Varios amigos tomando cañas y tapas / PIXABAY

La doctora recuerda que es importante tener en cuenta de que se trata de un consumo moderado. “Hemos incorporado el consumo de cerveza durante las comidas para que no vaya asociada al picoteo”, una costumbre que sí ayuda a engordar.

Antioxidante

Otro dato importante es el efecto que tiene en la presión arterial. En los casos observados, se ha detectado que “la presión y rigidez arterial no aumenta” por mucho que se consuma cerveza.

En términos médicos, lo que hace es “aumentar la actividad de las lipoproteínas HDL”, conocidas como el colesterol bueno. Estas células lo que hacen es “reducir la capacidad oxidativa de las proteínas LDL”, es decir, del colesterol malo. “Ayuda a reducir, a bloquear la ateroesclerosis”, afirma Badimon.

Presión arterial

En definitiva, esta reacción lo que hace es reducir las afectaciones cardiovasculares, entre ellas el infarto. “Tiene un efecto antiinflamatorio y antioxidante de la LDL”, prosigue la doctora, lo que ayuda a que no se obstruya la sangre en las arterias, que es lo que provoca los infartos, ya sean de corazón o los conocidos como trombos.

Por tanto, se puede decir que “una cerveza o dos durante la comida no es perjudicial”, según Badimon. Se puede incorporar la cerveza a la dieta.

Fermentación

La investigadora explica cuál es la explicación que hace caer el mito de que la cerveza engorda o provoca colesterol. Si se separa la ingesta de cerveza de las comidas con muchas calorías, no tiene por qué generar estos problemas.

Tirador de cerveza / PIXABAY

Tirador de cerveza / PIXABAY

La clave está en eso y en la fermentación. “La cerveza, como el vino, es una bebida fermentada”, recuerda la doctora, y “conserva el componente antioxidante del lúpulo de la cebada” prosigue. Todo ello hace que esta bebida “tenga oligoelementos buenos para la salud”.

Población

Badimon insiste en que el estudio se ha realizado sobre una población de 300 voluntarios con sobrepeso, consumidores habituales de cerveza durante tres meses. Las cervezas eran con y sin alcohol, y “no han habido efectos adversos”, insiste la investigadora del CSIC. Aún así, “una cerveza no es un fármaco”, recuerda, por lo que su consumo sigue siendo perjudicial para adolescentes y mujeres embarazadas.

Un hombre bebiendo cerveza / PIXABAY

Un hombre bebiendo cerveza / PIXABAY

Los centros implicados en este estudio, publicado en la revista Nutrients, son el Hospital de Sant Pau de Barcelona, la Cátedra de Investigación Cardiovascular de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), el Instituto de Salud Carlos III, y el departamento de Alimentación y Nutrición de la Universidad Federal de Santa Maria, en Palmeira das Missões (Brasil).

Historia

Por último, Badimon recuerda hechos históricos. “En Mesopotamia era habitual el consumo de cerveza, de hecho, era más saludable que el agua, en muchos casos”. La razón era que al ser una bebida fermentada mataba los elementos tóxicos del agua que podían ser mortales.

La doctora presentará el estudio este 10 de diciembre en las 32ª Jornadas Catalanas sobre Hipertensión Arterial y 26ª Reunión de la Sociedad Catalana de Hipertensión Arterial y Riesgo Vascular, que se celebra en Barcelona.