Empezó a cantar con tan solo 12 años y ahora, a sus 23, ya tiene disco propio y ha representado a España en el festival de Eurovisión. Un éxito que ha conseguido con su dedicación y constancia, pero también gracias al concurso musical Operación Triunfo 2018, del que fue el último expulsado, quedándose a las puertas de la gran final. Un programa que le cambió la vida y al que Miki Núñez se refiere como “un salto enorme”. Sin embargo, el de Terrasa, prefiere mantener los pies en el suelo e “ir pasito a pasito para conseguir las cosas que queremos”.
Unos pasitos que le han permitido lanzar su primer disco en solitario, Amuza, del que empieza la gira el próximo 25 de octubre y con la mayor parte de las entradas agotadas. Algo que, para Miki, según confiesa en exclusiva para Crónica Global, es muy loco porque “es surrealista que la gente quiera pagar dinero para venir a verme”. Una gente, por cierto, que se sabe todos sus temas y que “cuando cantan mis canciones en los conciertos siento mucha emoción porque, desde pequeño, era mi sueño poder hacer una canción y que la gente se la hiciera suya y la sintiera tanto como yo”.
-- Amuza, ¿por qué?
El esperanto es una lengua universal y la música también. Amuza, en esperanto, significa diversión y, a la vez, quería que la gente que viera el nombre del disco supiera que iba a ser un trabajo divertido, de música alegre y de buen rollo.
-- Es su primer trabajo en solitario, ¿cómo lo afronta?
Con muchas ganas [ríe]. Haber sacado un disco es un sueño porque, desde que tengo uso de razón, quiero ser cantante y quiero hacer mi propia música. Ahora lo he conseguido.
-- Con Amuza, ¿quiere que dejen de conocerle como el de OT y el de Eurovisión, para que le conozcan como Miki Núñez?
Por supuesto [ríe]. No voy a renegar de mi pasado. Tanto Operación Triunfo como Eurovisión son dos grandes plataformas de publicidad y espectáculo. Por lo tanto, jamás voy a renegar de ello. Aunque, es verdad que antes de Amuza ya se me veía el plumero, en cuanto al tipo de canciones que me gustan. Entonces, no ha sido difícil separar las cosas.
-- ¿En qué se inspira para componer las canciones?
En vivencias que me han ocurrido. De momento no he escrito sobre nada de ficción. Todo son cosas que me han pasado, que me gustaría que me pasaran o metáforas de momentos de mi vida.
-- ¿Y para el título de las canciones?
Hay unas cuantas canciones con las que ya sabía el título, nada más escribir la primera estrofa. Con otras canciones el título no se me ha ocurrido hasta el momento final. Entonces, muchas veces, lo que hago es o coger frases de la misma canción, o bien el concepto. No hay un patrón fijo.
-- Este nuevo disco, que ha lanzado al mercado, incluye una fotografía personalizada y diferente. ¿Cómo se le ocurre esto?
Queríamos devolver a los seguidores el hecho de la individualidad de cada persona. No me gusta tratar a la gente que me sigue como un grupo porque, cada una de esas personas, pone su pequeño grano de arena para que yo pueda hacer un disco. Entonces, con esto, he querido que cada persona se sintiera un poco especial.
-- ¿Qué papel juegan sus seguidores en su día a día?
Lo son absolutamente todo. Son gente que está comprando entradas, comprando los discos, viniendo a mis conciertos, haciéndose suyas todas las canciones del disco… Lo son todo.
-- Se hacen suyas las 13 canciones que incluyes en este nuevo trabajo, dos de ellas en catalán…
Soy bilingüe y, cuando me pongo a componer, hay veces que ni pienso en el idioma. No lo pienso, de verdad. Hay dos canciones en catalán porque me salieron dos, pero si me llegan a salir cinco, pues hubieran habido cinco.
-- ¿Teme a las críticas por cantar en catalán?
Creo que me van a criticar por todo. Por usar una palabra u otra, por cantar en catalán o en castellano, por no haber hecho ninguna canción en inglés… Al final se trata de ser fiel a uno mismo y que cada uno cante o que le salga de dentro. Y, a los que critican, como diríamos en catalán, “que s’hi posin fulles”.
-- Hablando del catalán, ¿cómo vive la actual situación en Cataluña?
Lo estoy viviendo bastante mal. Que un delito por convocar una manifestación sea más grave que violar entre ocho a una chica, es fuerte. Creo que hay que revistar cómo están hechas las leyes y deberíamos mirar un poco más a nuestro ombligo.
-- Cuando le preguntan qué está pasando en Cataluña, ¿cómo lo explica?
Digo que la gente no está de acuerdo con las cosas que se han hecho. Al igual que antes no estaban de acuerdo cuando las mujeres y los negros no podían votar, o ir a la universidad, y había unas leyes que decían que era ilegal que pasara todo esto, ahora, hay otras leyes que se quieren cambiar y es el pueblo que se está quejando para que el cambio ocurra.
-- Un cambio del que su compañera, Alba Reche, se mostró a favor. “Sols el poble salva al poble”, escribió en sus redes sociales…
Me parece maravilloso porque son sus redes y porque siente empatía con todo lo que está pasando aquí. Pero no es solo ella, hay mucha gente que no es de aquí, que también se están dando cuenta de cómo van las cosas. Es que lo que está pasando en Cataluña no es ni medio normal.
-- Por cierto, ahora que hablamos de Alba, ¿cuál es la relación que mantiene con sus compañeros de Operación Triunfo?
Es una barbaridad lo muy unidos que estamos. Ellos viven en Madrid y cada día se ven. Famous vino a Barcelona hace unos días y le dije para vernos para cenar. Vamos, que aprovechamos cualquier excusa para vernos y es súper guay [ríe].
-- ¿Volvería a entrar en OT?
Sí, de cabeza. Eso sí, con las mismas 15 personas.
-- Y Eurovisión, ¿también repetiría la experiencia?
La repetiría pero quizá dentro de unos años y con una canción mía. Eurovisión es un trabajo enorme, con una fuerza emocional y de cabeza brutal, mucho más de lo que se ve. Hay que dejar respirar las cosas y, de momento, prefiero centrarme en mi música.
-- Dice que iría con una canción suya. ¿No se sintió identificado con La Venda?
La Venda fue la mejor canción que me podían dar porque me va como anillo al dedo. Es una canción hecha por Adrià Salas, que es una persona que compone este tipo de canciones y al que he seguido toda la vida.
-- ¿Cómo encajó quedar en vigésimo segunda posición?
¿Sabes qué pasa? Que nosotros lo hicimos muy bien. Fue una locura. Además, cuando cantamos, todo el mundo se puso a bailar. Fue la única actuación en la que todo el mundo se puso en pie. Entonces para mí eso fue ganar, más sabiendo la trayectoria que España tiene en el festival que muchas veces las cosas no van bien, en cuanto a los votos.
-- ¿Tuvo miedo al fracaso, después de quedar al final de la tabla?
Lo que más miedo me daba era no hacerlo bien en el escenario. Al final, la posición es un número y, al día siguiente, me levanté más arriba que nunca porque todo el mundo se sabe y conoce La Venda.
-- Por cierto este año irá Blas Cantó a Eurovisión, ¿qué le parece la elección?
Pues que es la mejor opción de todas las que tenían.
-- ¿Por qué?
Porque es un tío súper trabajador. Lo demostró en Auryn y ahora con su proyecto en solitario. Tiene una voz increíble con la que puede impresionar a toda Europa. De hecho, aún me acuerdo cuando vino a vernos en la academia porque me impactó mucho su chorro de voz. Creo que han escogido a la perfección.
-- ¿Se atrevería a darle algún consejo?
Que relativice todo lo que ocurra a su alrededor porque, al final, tienes mucha presión y mucha gente que está pendiente de ti. Entonces, relativizar, relativizar y relativizar. [Ríe].
-- Operación Triunfo, Eurovisión, Amuza… ¿Cuál será su siguiente proyecto?
Seguir componiendo y acabar la gira. Luego me planteo hacer festivales y que la gente siga disfrutando con mi música, para olvidar todos estos problemas que nos ocurren en la sociedad y nos nublan la vista.
-- Y dentro de cinco años, ¿cómo se ve?
Me imagino encima de un escenario, con la misma gente con la que estoy ahora y rodeado, espero, de un público que siga siendo fiel, como hasta ahora.
-- ¿En algún momento se plantea ponerse a componer canciones de trap o reggaeton?
No. No porque no me guste, sino porque cuando compongo no sé hacer otra cosa que lo que estoy haciendo ahora. Si algún día me sale un folk o una canción con ritmos latinos, pues bien, no te digo que no. De hecho, tengo un gran problema y es que, cuando estoy componiendo una canción, ya me imagino los sonidos que habrán en el fondo y el ritmo que tendrá. Mi cabeza va demasiado rápido… [ríe].
-- Hablando de estos géneros musicales, ¿qué le parece que pongan a la mujer en el centro de todo?
Si a estas canciones le quitas la música, con el trap y el reggaeton es como si estuvieras violando a una mujer. Y además literalmente.
-- ¿Cree que hay alguna forma de cambiarlo?
Pues que los cantantes de estas canciones no hagan ese tipo de letras y que se dejen de consumir. No son solo los cantantes que tienen que cambiar, sino también la gente que los escucha.
-- Hablando de feminismo, ¿qué opina de VOX?
Es un partido que veo terrible, fatal y me da miedo. Me da miedo que haya gente que vote a VOX, y que piensen que ir hacia atrás es avanzar. Para mí, VOX es una auténtica aberración.
-- ¿También ve fatal que se cancelaran dos conciertos vuestros de OT por falta de asistencia?
Jode un montón, la verdad. Los conciertos en verano era la ocasión perfecta para volvernos a ver todos y sentir el cariño de la gente. De manera que, cuando te dicen que se cancelan dos conciertos, te jode la vida entera.
-- A nivel personal, ¿las cancelaciones le pasaron factura?
Hay que intentar separar el mundo de Operación Triunfo con la carrera musical de cada uno. En ningún momento piensas que si se cancela un concierto no tendrás éxito, o te quedarás sin tu gira musical en solitario.
-- Por cierto, cuando salió de OT sí que estaba solitario, ¿no?
Aquello fue una hostia que te cagas. Literalmente.
-- ¿Por qué lo dice?
Entras un día en una casa y, a los dos días, ya no existe mundo. Solo existe esa casa y te olvidas de las cámaras y los micros. Solamente te dedicas a cantar y a estar con la gente que hay allí, que son todos maravillosos. Y, de repente, se acaba todo, sales y ves que hay muchas preocupaciones fuera, por cosas que has dicho o hecho.
-- ¿Y cómo consiguió gestionar las preocupaciones?
Nada más salir de la academia mi madre me preguntó si necesitaba algo y le dije que un psicólogo. Necesitaba preguntar y expresar todo lo que me pasaba por la cabeza. Tuve muchos problemas de ansiedad porque no sabía qué me estaba pasando. Siempre he sido capaz de separar cuerpo y mente y controlar todo. Pero, de repente, nada más salir de OT notaba que me quedaba sin aire y era por culpa de la ansiedad. Por suerte, tengo a unos amigos maravillosos, que llevan mucho tiempo apoyándome, al igual que mi familia y, desde que empecé a cantar, han venido a todos mis conciertos, da igual si eran tres personas de público o 10.000. Ellos estaban allí y al final es lo que importa.
-- Ahora que hablamos de OT… Están haciendo los castings para la nueva edición, ¿se anima a dar algún consejo a los participantes?
Que canten cosas con las que se sientan cómodos y que, cuando canten, den una parte de ellos. O sea, que enseñen lo que realmente quieren enseñar, y eso solo se consigue eligiendo muy bien la canción, que es muy importante.
-- ¿Cuál fue su elección?
Prefiero, de Antílopez.
-- ¿Por qué esa y no otra?
Porque es una canción que me encantaba y que creo que me queda muy bien tanto con mi voz, timbre y registro. Es muy movida y pensé que era la carta de presentación perfecta.
-- Con esta nueva edición de OT, la lista de triunfos crece, ¿es duro competir con todos ellos?
No tenemos sensación de estar compitiendo. Alba Reche, por ejemplo, el otro día me pasó dos canciones suyas y me puse a llorar porque son perfectas. Le dije que eran muy guays y que seguro lo iba a petar cuando sonaran por todos los lados. Al final, te alegras de lo tuyo y de lo que les pasa a los demás. No competimos, sino que compartimos. Y eso es muy guay.