La prensa del día depara emociones fuertes. Heavy metal del duro. El presidente de la Generalitat, Quim Torra, sale enmerdado de la declaración de uno de los CDR detenidos esta semana en la Operación Judas. El arrepentido ha cantado La Traviata de que el president estaba al cabo de la calle de los planes de la célula cederraire, que no eran otros que tomar el Parlament tras una campaña de bombas en vías de comunicación e infraestructuras de telecomunicaciones. Tras generar un caos del copón de la baraja, la "idea" era asaltar la cámara y estarse ahí hasta que Torra declarase la independencia. Planazo.
El ABC abre a todo trapo con la confesión y titula en portada que "Torra planeó con los CDR tomar el Parlament tras la sentencia del 1-O". Ahí va un extracto de la nota que firman Luis P. Arechederra y Nati Villanueva: "Uno de los dos acusados que admitieron parte de los hechos imputados –la compra de material explosivo y la realización de pruebas– explicó que desde dentro del Parlament les iban a facilitar la entrada en la cámara regional, e involucró en ello a Torra, el actual presidente de la Generalitat. Según se desprendería de su declaración, él no lo sabía de primera mano, pero así se lo habían comunicado. El president no dudó en defender desde el mismo jueves a los investigados y pidió a gritos su libertad en el Parlament".
En El Confidencial también abren con el particular de Torra. Escriben Beatriz Parera y José María Olmo: "El detenido, uno de los dos que decidió romper la disciplina acordada por la defensa de Alerta Solidaria y reconocer parte de los hechos, precisó que contaban con tener el respaldo popular suficiente para que el plan pudiera ejecutarse. El asalto al Parlament era su proyecto estrella. De las escuchas se desprende que lo comentaban una y otra vez y entre el material incautado han aparecido anotaciones técnicas sobre el proyecto. La garantía de éxito radicaba, según esta versión del acusado, en la capacidad del grupo y los Comités de Defensa de la República en general "de movilizar a miles de personas"".
Dadas las circunstancias, el ABC editorializa al respecto y deja a Torra para el arrastre: "Toda declaración de un sospechoso de terrorismo implicando a terceros debe ser acogida con cautela y puesta en reserva hasta que otras líneas de investigación prueben esas acusaciones. Sin embargo, es imprescindible que el presidente de la Generalitat, Quim Torra, aclare sin género de duda si tenía o no alguna relación directa con los detenidos".
En La Vanguardia no dan lo de Torra, pero avanzan la alta probabilidad de que se produzcan más detenciones. Firma la información José María Brunet: "Las cautelas con que la Audiencia Nacional ha actuado tras la detención de los siete presuntos integrantes del Equipo de Respuesta Táctica (ERT) se debe a que los investigadores están convencidos de que se trata sólo de la punta del iceberg de un colectivo más amplio, vinculado a los Comitès de Defensa de la República (CDR), pero con autonomía y vida propia. De hecho, en la Audiencia –que mantiene la causa secreta– no se quería que se llevaran a cabo ahora las detenciones, sino que prosiguiera la investigación. Pero la decisión de los detenidos de pasar a la acción, tras saberse que manejaban manuales para fabricar Goma-2 –sin haberlo conseguido aún–, llevó a precipitar la reacción, ante los preparativos de actuaciones en objetivos neurálgicos, como autopistas –entre ellas la AP-7– e instalaciones y torres eléctricas".
También apunta Brunet que "en medios de la investigación ha causado cierta sorpresa el hecho de que tanto Ros como Jolis mostraran arrepentimiento durante su declaración ante el juez y ante el teniente fiscal de la Audiencia, Miguel Ángel Carballo. Los dos –que declararon asistidos por abogados de oficio– dijeron no haber tenido conciencia de la gravedad de los hechos que podrían imputárseles y se mostraron contritos por ello".
Mientras tanto y a la espera de acontecimientos, el indómito Torra se aviene a retirar la pancarta de los presos, pero replica colgando otra alusiva a la libertad de expresión, acto en el que participaron Lluís Llach y Antonio Baños, que levantaba el puño en plan héroe de la Unión Soviética. Debían pensarse que estaban pintando alguna consigna revolucionaria en los muros de una dictadura, pero en realidad estaban desplegando una tela amparados por el Govern y protegidos por los Mossos del Palau. No es lo mismo. "La Generalitat ignora el TSJC i permet penjar la pancarta per la llibertat d'expressió a Palau", titula Nació Digital. La pieza es de Oriol March, que escribe: "La maniobra s'ha fet a les 18.20, tres hores després que treballadors de la Generalitat retiressin la pancarta del llaç groc després de rebre l'hora dels Mossos d'Esquadra, que al seu torn havien estat obligats a fer-ho pel TSJC. En l'anterior retirada de la simbologia, també van ser treballadors públics -alguns d'ells col·laboradors estrets del president de la Generalitat, Quim Torra- els encarregats de treure-la".
O sea que Torra y la cúpula de los Mossos se dedican a jugar con el TSJC. A ver qué dice el tribunal del papel de Eduard Sallent, el superintendente, o como se llame ahora, de la policía de la Generalitat. Se supone que le cubre el hecho de que el magistrado no haya dicho nada en relación a lo de colgar otra pancarta, pero queda claro que la dirección de los Mossos está con la estrategia del cachondeo pancartil.
Más noticias del frente independentista. En El Món se apunta que una de las respuestas a la sentencia del Supremo sobre el 1-O será la de montar cinco manifestaciones en el territorio que confluyan sobre Barcelona. Escribe Quico Sallés: "En principi, la proposta l'havia de presentar l'ANC dimarts de la setmana vinent si el consens, fràgil, no es trenca. De fet, Torra ja ho va apuntar en aquella conferència que encetava un nou cicle polític i que ha anat perfilant en les trobades amb els partits i entitats. Torra detallava que la proposta tenia "una divisa molt senzilla: o llibertat o llibertat"".
Vilaweb entrevista al sociólogo puertorriqueño Ramón Grosfoguel, a quien definen como "muy empático con el proceso independentista" y que declara que "el junquerisme es rendició". Sostiene Grosfoguel que "Catalunya viu el dilema del junquerisme versus cuixartisme. Ho he explicat en algun vídeo. Exposo que el junquerisme és pràcticament una rendició davant de l’estat espanyol. És acceptar una derrota i caure en el joc de l’estat espanyol, que diu que una minoria d’independentistes s’imposa a una majoria no independentista. Aquest és el relat de l’estat espanyol. I què fa Esquerra? En comptes de qüestionar-lo, diu que és cert. Som una minoria, no una majoria, i per tant hem d’esperar quinze anys, vint anys, i mentrestant ens convertim en pujolistes. Administrarem l’autonomia espanyolista, farem diners i veurem si d’aquí a vint anys la majoria s’ha fet independentista. I aleshores farem un referèndum. Jo en dic neopujolisme".
Elecciones. El partido de Errejón está rompiendo a Unidas Podemos, según destaca en El Mundo Raúl Piña: "La irrupción de Más País, la nueva formación de Íñigo Errejón, en el panorama político español convirtió a Podemos en una suerte de botella de gaseosa en agitación. Ebullición. Convulsión. Pero el tapón de la unidad evitaba desparramar a presión el líquido. Ese freno se desenroscó este viernes. La decisión de la cúpula de Podemos en Murcia de abandonar el partido para aliarse con Más País supuso la primera herida interna del duelo entre Errejón y Pablo Iglesias. No fue el único desgarro morado. Las bases de Equo votaron para romper la coalición con Unidas Podemos y convertirse en socios de Más País. Y la hemorragia política la completó, en una suerte de viernes negro, la Chunta Aragonesista (CHA), que desoyó la petición de pacto de Podemos Aragón y ratificó su integración con Más País".
28 de septiembre, santoral: Anemundo de Lyon, Eustoquio de Belén, Exuperio de Tolosa, Lorenzo Ruiz y compañeros y Wenceslao de Bohemia.