Árima, una de esas socimis que no quiere Podemos, compró a Blackstone la sede del Grupo Planeta en Madrid

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Podemos mantiene su empeño en acabar con las socimis

La formación morada negoció con Pedro Sánchez que estas empresas pagaran el Impuesto de Sociedades, del que están exentas, aunque su objetivo es eliminarlas

28 septiembre, 2019 00:00

En Podemos siguen empeñados en acabar con las socimis, y así está incluido en su programa electoral de cara a las elecciones del 10 de noviembre con una frase corta pero rotunda: “Acabaremos también con las SOCIMI, por tratarse de mecanismos de elusión fiscal y de especulación con un bien tan importante como la vivienda”.

El empeño de la formación morada no es nuevo, más bien se renueva y se sintetiza al final del punto 191 del citado programa electoral, dentro del epígrafe “Garantías de Justicia Social”, donde también se habla de “fondos buitre” o de “activos tóxicos.” La frase es corta, pero para conocer las intenciones de Podemos, incluso sobra la mitad: “Acabaremos con las SOCIMI”. Después vuelve a citarlas en el punto 236, que lleva por título "Luchar contra los fondos buitre y la especulación con la vivienda’, aunque en lugar de “acabar” utilizan aquí “eliminar” y “poner fin” al “régimen fiscal privilegiado de sicavs, fondos y socimis”.

¿Por qué tanto empeño de Podemos en acabar con las socimis? Ya lo dicen en el punto 191: porque consideran que son “mecanismos de elusión fiscal y de especulación”, pero hay más.

Qué es una socimi

Las socimis son Sociedades Cotizadas Anónimas de Inversión en el Mercado Inmobiliario, y se han consolidado como protagonistas en el sector de los inmuebles. Fueron aprobadas a través de la ley 11/2009, aunque a finales de 2012 el Gobierno introdujo cambios en la normativa, la más destacada dejar exentas del pago del Impuesto de Sucesiones de los inmuebles a estas empresas, que un año y medio después comenzaron a operar bajo esa serie de nuevos criterios:

  • Han de ser inmobiliarias cuya actividad sea el alquiler y tener una cartera de inmuebles de los que al menos el 80% se dedique específicamente a ser rentado.
  • Están obligadas a repartir dividendos que deberán retribuir anualmente a sus accionistas, repartiendo el 80% de sus beneficios por rentas de alquiler, el 50% de las ganancias por ventas de activos y el 100% de lo obtenido de otras socimis.
  • Los activos pueden estar en España o fuera, y pueden ser viviendas, oficinas, locales comerciales, naves o plazas de garaje.
  • Deben tener para constituirse un capital mínimo de 5 millones y al menos un inmueble, otra de las novedades aplicadas en 2012.
  • El free float mínimo ha de ser de dos millones o el 25% del capital social.
  • Han de presentar resultados semestralmente, y no cada trimestre.
  • Deben cotizan en el MAB, Mercado Alternativo Bursátil, y para incorporarse al mercado, la compañía deberá ser valorada por un experto independiente designado por el Registro Mercantil.
  • Y ojo: están exentas del pago del Impuesto de Sociedades, y tienen una potente bonificación del 95% en el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados.
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias / EUROPA PRESS

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias / EUROPA PRESS

'Reits' a la española

Las socimis son una adaptación a la legislación española de las empresas real estate investment trust (Reit). Su modelo se basa en invertir a largo plazo para obtener rentabilidades por el alquiler de los inmuebles que han comprado, que actualmente tienen en conjunto un valor de mercado superior a los 46.000 millones de euros. En 2018, las más de 70 empresas de este tipo existentes en nuestro país alcanzaron unos beneficios cercanos a los 2.300 millones de euros. Apenas tienen empleados, y eso también ayuda. De hecho, de las existentes en España, el 75% tiene cinco o menos trabajadores en nómina, más de una veintena carecen de personal y una docena de ellas solo tienen un empleado, según reflejan los datos del Mercado Alternativo Bursátil (MAB) y de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Los resultados de las socimis existentes en España, el segundo país del mundo con mayor número de ellas, solo por detrás de Estados Unidos, son cuando menos llamativos. Las socimis que cotizan en España apenas crean empleo, aunque agrupan un valor de mercado de 25.000 millones de euros, aproximadamente el 2% del PIB, y aportan una rentabilidad media por dividendo de entre el 3,5% y el 3,7%.

Insistencia morada

Podemos incluye en su programa electoral una frase rotunda expresando su intención de “acabar con las socimis”, pero la polémica en torno a este asunto surgió hace justo un año, cuando el líder de la formación morada, Pablo Iglesias, le planteó a Pedro Sánchez endurecer la fiscalidad de estas empresas. Podemos quería entonces obligar a las socimis a pagar el Impuesto de Sociedades, tributo que grava los beneficios de las empresas y que sí debían abonar en la ley aprobada en 2009, pero no en la que modificaba esa norma, en 2012, que reflejaba la exención del pago de ese impuesto.

Podemos ahora pide más. Ya no se conforma con que las empresas paguen el Impuesto de Sociedades, y en su programa incluye que desaparezcan. Es la única formación política de ámbito nacional que pide abiertamente el fin de este tipo de empresas, mientras que la mayoría de expertos económicos las avala.

Negociación con Sánchez

Por su parte, desde las socimis, lógicamente, recelan de Podemos al menos desde hace un año, y ya le plantaron cara el pasado mayo por la insistencia del grupo político morado de terminar con sus privilegios fiscales. Los Presupuestos Generales del Estado presentados por Pedro Sánchez y rechazados por el Congreso en febrero sí incluían la aplicación de un tipo de Sociedades del 15% sobre los beneficios de estas empresas, pactado por PSOE y Podemos. Los socialistas, también desde el Ejecutivo, defienden a las socimis, y su regulación fue uno de los puntos en discordia con Podemos en su negociación de cara a una posible formación de Gobierno, que como es sabido degeneró en una nueva convocatoria de elecciones.

Pablo Iglesias considera que estas empresas influyen en las subidas de los precios de los alquileres en las grandes ciudades y las culpa de ser responsables de la burbuja del alquiler”, además de incluirlas en un “modelo caduco del ladrillo”. Esto solo lo defiende Podemos, y negoció con Sánchez actuar sobre el sector imponiendo en parte sus criterios, pero todo quedó en nada cuando fueron rechazados los Presupuestos.