Preparada y a la espera de que la llamen. La Policía Nacional, dispuesta a actuar en el Puerto Olímpico, siempre en coordinación con Mossos d'Esquadra y Guardia Urbana --competentes en seguridad ciudadana en Barcelona--, tras el homicidio de una joven de 26 años y el apuñalamiento de un portero en el transcurso de una pelea en la discoteca Smar la madrugada del miércoles.
Así lo ha explicado una portavoz del sindicato Agrupación Reformista de Policías (ARP) a este medio, quien ha recordado que "pidió al Ministerio del Interior y en colaboración con los gestores de seguridad autonómicos y locales intervenir en la ciudad condal". Dieciocho días después ha participado de forma puntual en dispositivos como la Operación Draga contra carteristas o en momentos en la propia seguridad del Puerto Olímpico, "con gran éxito". La representante ha señalado que algunos tipos penales como los hurtos, robos con violencia o en pisos "crecen en verano", lo que puede dejar espacio para "el personal de la Policía Nacional en Barcelona". Estos efectivos no tienen competencias en seguridad ciudadana, "pero sí en Extranjería y otras materias", lo que puede aupar los dispositivos conjuntos. Así ha sucedido al menos en dos ocasiones desde el 19 de agosto. "La clave es aunar esfuerzos entre cuerpos y fuerzas de seguridad", ha insistido el ARP.
"Han participado poco"
Preguntado por la cuestión, la portavocía de los Mossos d'Esquadra ha indicado que "no se prevé cambios" en el dispositivo de blindaje de la zona de discotecas del Puerto Olímpico tras la muerte de la chica de 26 años que perdió la vida la madrugada del miércoles, en la que fue la 15ª muerte violenta del año en Barcelona. Otras fuentes indicaron que si bien la Policía Nacional ha participado hasta ahora en algunos dispositivos policiales en Barcelona, "lo ha hecho más bien poco". Una de las veces en las que los agentes se han desplegado junto a Mossos fue ayer miércoles, cuando efectivos policiales detuvieron a ladrones multirreincidentes en el barrio de La Ribera de Barcelona.
Una intervención similar pero orientada a la seguridad de personas y bienes configura el dispositivo que vigila el Puerto Olímpico desde el 30 de julio, dos días después de que muriera un joven chino apaleado en la zona en la que operan unas 30 discotecas. Los funcionarios estaban presentes el miércoles de madrugada en la dársena, pero no llegaron a tiempo para evitar una nueva muerte, esta vez la de una joven de 26 años y vecina de El Vendrell (Tarragona). ¿Por qué? "No podemos poner a un policía en cada puerta", indicó ayer el teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle. "Todo ocurrió muy rápido, demasiado", han precisado fuentes conocedoras de la pelea mortal. Las mismas voces han enfatizado que el incidente se originó en el interior del local, cuando dos personas que estaban jugando a una de las máquinas tragaperras y, tras perder mucho dinero, robaron el móvil de una clienta. "Ésta se encaró y avisó al controlador de acceso. El profesional recuperó el dispositivo, pero los agresores apuñalaron a su dueña, primero, y al vigilante, después". La chica entró en parada cardiorrespiratoria. Los médicos declararon exitus a las pocas horas en el Parc de Salut Mar (PSMAR) de Barcelona.
Los locales piden más seguridad
La División de Investigación Criminal (DIC) de los Mossos busca a los dos autores. "Cuentan con las cámaras de vigilancia de fuera del local y las que tienen los negocios en las terrazas apuntando hacia el pasillo", explican empresarios del sector. Éstos piden más seguridad pública en un lugar "traicionero", ya que los locales de ocio nocturno quedan obstaculizados por sus propias terrazas. Fue en este hueco en el que murió de una paliza Lee, el joven chino de 22 años apaleado brutalmente el 28 de julio. El miércoles perdió la vida otra fiestera, en este caso una vecina de El Vendrell que "era la primera vez que acudía al local". No pudo hacer nada por su vida uno de los dos controladores de acceso de la coctelería Smar, de origen dominicano y muy fornido, que resultó también apuñalado, aunque sufrió solo heridas graves.
Coctelería Smar, donde murió una joven de 26 años el miércoles / Google Maps
La patronal de ocio nocturno Fecalon felicitó al controlador de acceso por su trabajo, y pidió a las administraciones "una mayor presencia de operativos policiales en ésta y en otras zonas de pública concurrencia de la ciudad, y no depositar (como se está haciendo hasta ahora) en los equipos privados de seguridad y control de accesos de los bares, salas de fiesta y discotecas, la responsabilidad de la resolución de los problemas que, en materia de criminalidad, sufre nuestra ciudad". Una toma similar de posiciones hizo Fecasarm, que condenó los hechos y anunció que se personaría como acusación particular en el caso.
El traspaso de la concesión, bloqueado
Por su parte, el Ayuntamiento de Barcelona compareció unido --esta vez sí-- y exigió el desbloqueo del traspaso de la concesión del Puerto Olímpico, que tiene bloqueado el Departamento catalán de Territorio. Desde que la alcaldesa Ada Colau anunciara la expulsión de las discotecas en febrero de 2018, el Ejecutivo local anterior y el actual no han logrado que la Generalitat de Cataluña, titular de los puertos que no son de interés general, les ceda las competencias. Como avanzó este medio en mayo, el plan de la munícipe y el Ejecutivo anterior naufragó porque el Govern quería retener un puerto que da beneficios y discrepaba del mejorable plan empresarial que presentó la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz. El asunto sigue bloqueado, sin acuerdo entre las instituciones. Hay prevista una reunión el próximo 12 de septiembre que tratará el tema. Mientras y también como informó Crónica Global, en el vecino Frente Marítimo, el Ayuntamiento ha topado con el no del Gobierno para echar a las discotecas Opium, Pachá, Carpe Diem y Shoko. La concesión se ha prorrogado un año.
El despropósito político ha provocado varias cosas. Una, que no se hicieran reformas en el Puerto Olímpico, como el refuerzo del dique de abrigo. Dos, que los operadores de las discotecas no desmonten las terrazas que configuran el pasillo-trampa porque "temen no amortizar la obra". Y tres, que la seguridad pública se resienta. "No puedes pedir a los locales que vigilen la calle. Debes exigir seguridad de alta calidad en sus negocios, pero no en el espacio público. ¿Con qué competencia actuarán?", se ha preguntado un empresario del lugar. Otro ha recordado que la coctelería Smar abrió "el 9 de junio de 1993 y sigue aquí", por lo que "no procede culparla de la muerte del miércoles". Atribuye la misma fuente la degradación del Puerto Olímpico a la crisis de seguridad de Barcelona. Un repunte delictivo que, por cierto, negó la alcaldesa el lunes, atribuyéndolo a la "derecha" y a una "campaña" de los medios de comunicación.