La agencia pública de Sanidad de Francia ha puesto en marcha una investigación para estudiar la alarmante serie de casos de bebés nacidos sin manos, brazos o antebrazos en el este del país. Entre 2000 y 2014 se han sucedido once nuevos nacimientos con estas características, situación que ha hecho que la institución sanitaria tome medidas. Según Fraçois Bourdillo, director general de la agencia, los resultados se han centrado en el departamento de Ain, al este del país, lugar donde se han encontrado 18 casos.
Los datos que arrojen esta investigación estarán disponibles en tres meses. Un estudio previo de las autoridades sanitarias se cerró a principios de octubre sin respuestas clarificadoras para frustración de la familias afectadas y también para figuras políticas del país vecino.
Diversas pistas
Tras el aviso de la asociación Remera se generaba la alerta. Esta entidad contaba con un registro de bebés nacidos con malformaciones en la región de Ródano-Alpes. Estos niños no presentaban ninguna deformidad destacable asociada, anomalías cromosómicas o conductas de riesgo de los padres asociadas al consumo de alcohol o sustancias estupefacientes. El médico Bourdillon destacaba que “no queremos descartar ninguna pista. Puede ser posiblemente una pista medioambiental, puede que sea lo que (las embarazadas) comieron o lo que respiraron".
En el momento del aviso, la agencia sanitaria calibraba que esta situación no era alarmante al establecer comparaciones con la media nacional. Además, consideraron que ningún factor medioambiental aparecía como posible causa.
Extensión a otras zonas
Además de los hallazgos de la zona de Ródano-Alpes se han registrado otro grupo de bebés en las zonas del oeste: en el departamento de Loire-Atlantique con capital en Nantes, entre 2007 y 2008, y en Bretaña, entre 2011 y 2013. En total, la cifra global en el país vecinos se acerca a la treintena de casos de niños afectados.
Además de la sociedad francesa, la ministra de Sanidad, Agnès Buzyn ha declarado en una entrevista en el canal BFMTV que ella al igual que toda Francia quiere saber cuál es el origen de esta situación. Según explicaba la ministra, las agencias explorarán cada caso. Para ello, entrevistarán a las madres y a las familias para intentar establecer un nexo común entre los bebés. Los resultados de la investigación se publicarán el próximo 31 de enero.