Barcelona pone chalecos antinavaja a los vigilantes del metro. El personal de seguridad de algunas de las líneas del suburbano empezó ayer, lunes 13 de agosto, a llevar ropa anticorte entre protestas de la plantilla. Casualidad o no, la medida coincide con varios episodios de reyertas callejeras con cuchillos en distintos lugares del centro histórico de la ciudad.
Preguntado por la cuestión, Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), gestor del suburbano, ha indicado que la "adopción del chaleco anticorte como equipo de protección individual de los vigilantes de seguridad que trabajan en el metro es una medida adoptada en el seno de una de las empresas de seguridad contratadas [Securitas], que ha contado con el apoyo el Cuerpo de Mossos d'Esquadra y TMB". Un portavoz del consorcio público ha agregado que "se trata de una medida genérica de autoprotección que mejora las condiciones de trabajo de los vigilantes de seguridad, no está relacionada con ningún incidente concreto".
Plantilla: "Trabajamos a 35 grados"
La decisión de la contrata de TMB para los vigilantes no ha gustado a la plantilla, que ha recordado que "hay medidas mejores para garantizar la seguridad de los profesionales". Entre otras, ADN Sindical ha citado el patrullaje del metro en parejas y no de forma individual, una práctica común en la red del suburbano de Barcelona, o el despliegue de unidades caninas, que aseguran un mayor nivel de protección para los vigilantes del metro frente a posibles viajeros agresivos.
"No han tenido en cuenta que en las estaciones trabajamos a 35 o 40 grados de temperatura --ha indicado un portavoz-- y que un chaleco anticorte nos resta movilidad en caso de incidentes. Lo que es aún más increíble es que no hayan tenido en cuenta el tallaje femenino, por lo que ellas tendrán que llevar prendas de hombre". Las mismas fuentes han agregado que no se oponen al uso de chalecos contra el uso de navajas, pero sí a los de escasa calidad que ha adquirido la empresa.
Dirección: "Situación de riesgo"
En una comunicación interna a la que ha tenido acceso este medio, Securitas informa a la plantilla de vigilantes de seguridad del metro de que tienen que llevar los chalecos anticorte y antipinchazo "por la situación de riesgo en la que nos encontramos, entre otras el aniversario del atentado [yihadista del 17 de agosto de 2017] en Barcelona". La empresa de seguridad recuerda que el nuevo elemento parte del equipo de protección individual (EPI) "no es una opción", y que su uso obligatorio empezó ayer como fecha límite.
Cabe recordar que los vigilantes de seguridad del Metro de Barcelona han sufrido en los últimos tiempos la furia del colectivo de grafiteros, que han apedreado vagones, han pintado estaciones y han llegado incluso a usar pistolas eléctricas o taser contra los profesionales. Ante ello, los empleados han pedido patrullas conjuntas, el uso de las unidades caninas y más medios para luchar contra unos grupos cada vez más violentos.