El presidente del Instituto Catalán de Salud (ICS), David Elvira, ha observado como descarrilaba la externalización de las cocinas de los hospitales catalanes. El director del CatSalut y máximo cargo de la Consejería catalana de Salud, descabezada por la falta de Govern en Cataluña, ha visto embarrancar la contrata de 44 millones y ha conseguido sublevar al sector del cáterin.
Según han indicado fuentes cercanas a la licitación, la chapuza del ICS llegó por dos vías. “Una, por los bajos precios de salida, que no cubrían ni los costes. Ello provocó que algunas empresas ni se presentaran. Y dos, por el descalabro en el Hospital Universitario de Bellvitge de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona), donde eligió a Serhs, una empresa cuyo proyecto no era viable", han detallado.
“Se volverán a licitar”
Preguntado por la cuestión, un portavoz del ICS, el mayor prestador de servicios públicos de la sanidad catalana, ha admitido que dos de los lotes de la adjudicación “han quedado desiertos”. ¿Qué ocurrirá ahora? “Se volverán a licitar”, ha agregado la misma fuente.
También ha añadido que toda la información se encuentra en el portal web de Contratación Pública de la Generalitat de Cataluña, sin dar más datos.
Serhs, descalificada
Quienes sí han dado más información son fuentes sindicales. “Ha sido una chapuza. Resultó ganador un licitante, Serhs, cuyo proyecto era inviable en un centro hospitalario, ya que quería utilizar su cocina central en Mataró (Barcelona) para preparar todas las comidas”, han indicado.
“Un hospital no es un bufé. Hay enfermos que comen una cosa. Pacientes que precisan menús específicos cada día. No es un servicio industrial. Finalmente, el ICS no tuvo más remedio que descalificar al adjudicatario y Serhs se quedó sin el contrato. Ello no sentó muy bien al grupo de Ramon Bagó”, han señalado.
“Mal ejecutado”
Fuentes del sector de las colectividades han sido más comedidas, aunque igualmente críticas. “El concurso no se ha completado por una ejecución deficiente por parte de la gran aseguradora pública. En Lleida, por ejemplo, el actual adjudicatario, Clece, no se presentó. Y ninguna otra firma trató de arañarle la contrata: el precio era demasiado bajo”, han indicado.
"En Bellvitge --han continuado--, Sehrs buscaba rentabilizar su cocina central de Mataró, que estrenó el año pasado --la inauguró el entonces presidente catalán, Carles Puigdemont--. Ello es lícito, pero no se ajustaba con las necesidades de un gran hospital".
Cabe recordar que el ICS sacó a concurso las cocinas centrales de cinco grandes hospitales catalanes en 2017: Bellvitge y Viladecans; Germans Trias i Pujol de Badalona (Barcelona), el llamado Can Ruti; Josep Trueta de Girona y Arnau de Vilanova de Lleida. La licitación a cuatro años y 44 millones ha quedado semidesierta y ahora se tendrá que repetir.