"Las Campos", el reality, y el borracho más vasco de la historia
Terelu arrastra sus desórdenes alimentarios en 'prime time'. La prensa francesa da cuenta de un "basque" que presentaba 4,5 gramos de alcohol por cada litro de sangre, una dosis letal
20 agosto, 2016 20:36Las chicas Campos lo petan. Un 18,6 de la audiencia, 2,3 millones de espectadores, fenómeno viral del cotilleo, pelotazo de reality sobre los problemas con la comida de Terelu y las vidas de marquesas de la antedicha y su madre, María Teresa Campos. Comparan su show con el Alaska y Mario y con el de las Kardashian. Nada que ver ni con una cosa ni con la otra. El primer capítulo de "Las Campos" se tituló "Mamá, no me reconozco en el espejo". Ay, Terelu, relájate, chica. ¿Cómo no vas a tener ansiedad con tres hipotecas sobre su super ático? Y encima tienes que pagar a un chófer y dos asistentas.
Confesó nuestra protagonista que en el último ataque contra la dieta se zampó unas fabes y un cachopo. ¿Dónde está el problema? Contra la gula, angulas. Se sospecha que en los próximos capítulos asistiremos a un inspirador antes/después en el que Terelu pasará de los desórdenes alimentarios al tipazo que solía a base de guano vegano. En el Vanitatis hacen una lista con nueve detalles sobre el primer episodio. Imprescindible para el club de fans. El texto afirma que María Silva, ama de llaves, cocinera y señora de hacer faenas, es la estrella inesperada del show.
Por cierto, la finca de doña María Teresa está a la venta por 4,5 millones de euros. Un chollo con piscina climatizada, gimnasio, cine, amplios salones y mazo jardín. Ideal para inversores. Ahí vivieron su romance, en habitaciones separadas, la gran estrella de la televisión española y Edmundo Arrocet. El éxito televisivo pueda que tenga que ver con el efecto hipnótico de una débil ficción documental sostenida en personajes reales. No es su vida, pero lo parece.
Hay mejores formas de perder el tiempo y hasta pegarse un tiro en el pie es una de ellas, murmura el hombre que habla con la tele y oye voces en el pasillo.
En pleno apogeo de los Juegos Olímpicos es fácil caer en el etnicismo gañán y aldeano. He aquí que la policía francesa detuvo a un conductor cuya sangre contenía 4,75 gramos de alcohol por litro. Récord mundial. Diez de cada diez médicos de urgencias consideran que a partir de los 3 gramos se entra en coma y la intoxicación etílica puede ser mortal. Nuestro héroe, según afirmaba el diario de Burdeos SudOuest, es un automovilista de 56 años originario "du Pays basque", o sea un "basque", resumen en el subtítulo.
Al tratarse de un diario galo, se da por supuesto que el sujeto es de nacionalidad francesa. Sin embargo, eso no fue óbice para que en El Correo de Bilbao se preguntaran: "¿Ha dado un conductor vasco un positivo de 4,5 gramos de alcohol en sangre en Francia?". La noticia es confusa, aunque queda claro que el sujeto estaba tan borracho que no podía conducir, de ahí que los gendarmes le "interceptasen" detenido en el arcén de la autopista. También queda meridiano que el gran borracho es un vasco, "motivo de orgullo y satisfacción" para la comunidad de cuadrillas de bebedores de chiquitos y los defensores de las virtudes de las razas, sean merinas, latxas o carranzanas. Pura apología de levantamiento de piedras y el corte de troncos.
En el mundo de las cabras con dos cabezas destaca también la propina de veinte mil euros que el futbolista Piqué y su pareja Shakira entregaron de propina al chef personal que les atendió durante una semana en Ibiza.