Fachada de una de las cárceles de Cataluña, el Centro Penitenciario de Quatre Camins / EP

Fachada de una de las cárceles de Cataluña, el Centro Penitenciario de Quatre Camins / EP

Vida

El oscurantismo de las cárceles catalanas, detrás de los últimos incidentes

Los presos provocan incendios en las celdas y los funcionarios carecen de preparación y material para afrontarlos

25 julio, 2016 23:59

Este domingo hubo un incendio en el Centro Penitenciario de Quatre Camins de Barcelona. Un preso lo provocó en el interior de la celda y tanto él, como los tres funcionarios que acudieron a socorrerle, fueron trasladados al hospital en ambulancia. No trascendió, como suele pasar, según los trabajadores.

“Los incendios en las cárceles son habituales. Los producen los internos para llamar la atención, para reivindicar algo, para intentar fugarse o provocar su salida al hospital”, explica a Crónica Global Francesc López, coordinador de la Agrupación de los Cuerpos de Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip).

La Generalitat da explicaciones

Hace unos meses, otro preso también prendió fuego en el interior de la celda en la cárcel Modelo de la capital catalana. Hace un año, ocurrió un incidente similar en el Centro Penitenciario de Brians 2. Tampoco trascendieron. El que sí se conoció fue el incendio ocurrido en mayo en la prisión Mas d’Enric de El Catllar (Tarragona), en el que fueron evacuados 90 reclusos.

Precisamente por su trascendencia, el consejero de Justicia de la Generalitat, Carles Mundó, se ha visto obligado ahora a responder tres preguntas parlamentarias –en el BOPC del 22 de julio-- sobre qué protocolos, formación y material disponen los funcionarios de prisiones para afrontar un incendio en el recinto.

Según Mundó, los centros penitenciarios disponen de equipos de respiración autónoma, de evacuación e intervención; extintores; bocas de incendio equipadas (BIE); patas de cabra; hidrantes; ventiladores; detectores y extractores de humo; radiotransmisores y linternas. Pero no es así.

Falta de material

La Modelo no tiene equipos de intervención, las BIE fallaron en el incendio de la cuarta galería y las alarmas fallaron en el incendio del Departamento Especial de Régimen Cerrado (DERT, por sus siglas en catalán)”, explica López.

La Administración, según él, asume que los equipos actuales “no son los mejores, pero ya valen”. Además, no les ofrecen formación continuada obligatoria con el argumento de que apagar un incendio es trabajo de los Bomberos. “Si esperamos a que vengan, se mueren los internos y nosotros somos responsables de que no les pase nada”.

Son ellos quienes deben garantizar la seguridad de los presos. Abrir las celdas y evacuarlos cuanto antes. El problema vuelve al por qué se origina el incendio: lo provocan los internos. No quieren salir, sino que entre el funcionario. Y si hay humo, mejor.