Los budistas de Barcelona se unen para morir juntos
Los practicantes de esta religión originaria de la India convivirán en una misma casa para "reencarnarse con éxito"
9 mayo, 2016 23:28Los budistas de Barcelona se unen para morir juntos. Los practicantes de la religión buscan casa para pasar su vejez en compañía y facilitar el tránsito hacia el deceso y la reencarnación. La primera piedra del proyecto Budismo sénior se pondrá el sábado, cuando los interesados se reúnan en la cooperativa habitacional Sostre Cívic de la capital catalana.
"Están invitados todos y todas aquellas que deseen vivir en comunidad hasta el final de sus vidas. Es una iniciativa muy extendida en el norte de Europa, que surge de la necesidad de compartir los últimos momentos con personas de las mismas creencias", explica a Crónica Global Marta Dalmau, coimpulsora del proyecto.
Tránsito hacia la reencarnación
La practicante subraya cuán importante son los momentos anteriores al deceso. "Los budistas damos mucha importancia al momento de la muerte. No se contempla como un antes y después, sino como un proceso en fases", agrega.
Así, es más importante cómo se muere que las propias obras de la persona en vida. "La defunción marca la reencarnación, por lo que los cuidados al final de la vida son fundamentales", ilustra.
Ello requerirá unos cuidados especiales. "Trabajaremos para tranquilizar la mente, hasta que la conciencia se desgaje del cuerpo. Es un proceso del aire, agua, fuego y tierra".
Vida en comunidad
Además del tránsito final, los budistas de Barcelona buscan disfrutar de una vida en común. "Hay muchas ramas del budismo, pero la mayoría coinciden en un punto: la mente tiene que estar limpia y clara, tiene que trascedender. Ello no es fácil viviendo en un contexto de sociedad occidental. Nosotros lo intentaremos", manifiesta Dalmau.
El primer encuentro de los budistas sénior deja claras sus intenciones. "Sostre Cívic ofrece un modelo habitacional interesante. Lo primero será buscar un lugar. ¿Queremos un chalé o un piso en la ciudad? Lo decidiremos juntos. Después, financiación ética. Por último, comunicaremos el proyecto", dice Dalmau.
Si prospera, el proyecto será el primero en España para personas mayores de esta religión. De momento, el grupo impulsor ya ha dado a conocer la idea entre los practicantes para ganar la masa crítica necesaria.