Sprout Pharmaceutica comercializa la viagra femenina baho el nombre de Addyi

Sprout Pharmaceutica comercializa la viagra femenina baho el nombre de Addyi

Vida

Nace la píldora ‘para ella’

Estados Unidos aprueba el viagra femenino que ayuda a incrementar el deseo sexual tras un tratamiento temporal

19 agosto, 2015 14:47

Pastilla azul. Pastilla rosa. La Agencia del Medicamento de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) ha dado el visto bueno a la primera píldora para tratar el descenso de la libido femenina. Nace así el viagra para ella, una pastilla reivindicada desde hace tiempo por organizaciones feministas que ha desatado las dudas del sector por los supuestos efectos secundarios que puede provocar y la presunta prisa del regulador estadounidense para autorizarla.

El laboratorio elegido para su producción es Sprout Pharmaceutical, credo por Cindy Whitehead y con el foco puesto en la igualdad sexual entre hombres y mujeres. La pastilla se venderá con el nombre de Addyi y sólo la podrán recetar médicos ante un trastorno: el de deseo sexual hipoactivo (TDSH) que consiste en la “ausencia reiterada y persistente de fantasías sexuales o interés para realizar algún tipo de actividad sexual”. Una dolencia típica de la etapa previa a la menopausia.

Tratamiento continuado

La píldora rosa funciona algo distinta a la del viagra. Los hombres acuden a la píldora azul para alcanzar una erección. Su efecto es casi inmediato, por lo que sólo se debe tomar justo antes de mantener una relación sexual. Para que las mujeres noten su efecto, deberán tomarla de forma continuada durante un periodo de tiempo regular. El medicamento se centra en aumentar el deseo, no en solucionar un problema fisiológico.

Es la primera ocasión en que un medicamento de este perfil consigue incrementar la libido. En contraprestación, los efectos secundarios son peores. El laboratorio alerta de que no se debe beber alcohol bajo ningún concepto cuando se esté tomando Addyi. A parte de esto, advierte que las usuarias pueden sufrir desde hipertensión a una pérdida de conocimiento.

Consentimiento de las primeras usuarias

Las voces más críticas del sector han avisado de que no se conocen los efectos secundarios concretos, que el riesgo para las pacientes es demasiado alto y critican al regulador por correr en avalar una medicina por una cuestión casi más política que científica.

Los impulsores y defensores del viagra femenino niegan este extremo. Además, muestra el certificado de la FDA y recuerda que la agencia cuenta con una trayectoria suficientemente larga que avala su profesionalidad.

Para cubrirse las espaldas, la FDA ha marcado que las primeras pacientes que la tomen deberán firmar un certificado para reconocer que conocen los riesgos asociados al uso de Addyi. Asimismo, los prescriptores deberán esforzarse en explicarles qué implica. El debate sigue abierto.