Mano de leches a Rajoy y Arriola y el Barça, a la cárcel
La prensa, los barones regionales y nueve de cada diez expertos culpan a Rajoy y a su gurú de la derrota popular en Andalucía. El fiscal pide penas de prisión para Rosell y Bartomeu. Los "abusos" de Pujol.
24 marzo, 2015 10:35En la gestión del día después, el PP ha conseguido agudizar el descalabro andaluz. Mariano Rajoy es un saco de boxeo contra el que arrea todo el que pasa por delante. Recibe lo que se conoce en el argot como una mano de leches, o sea, no una mano blanda sino una tormenta de bofetadas, puñetazos, patadas y hasta miradas de conmiseración. En La Razón, en El Mundo y en el Abc también cargan el mochuelo de la derrota a Pedro Arriola, el gurú demoscópico primero de Aznar y ahora de Rajoy. "Tensión en Génova", titula el Abc. "Dirigentes del PP critican que Rajoy siga sin admitir errores", asegura El Mundo en portada. En La Razón se explica el aludido: "Rajoy al PP: 'Es el coste de las reformas para salir de la crisis". En El Paísle alegran el día al presidente del Gobierno con el expediente Bárcenas: "El juez cree que el PP se financió de forma ilegal durante 18 años".
La prensa editada en Barcelona es singularmente más benigna con Rajoy. Así, El Punt-Avui dice: "Nubes a la vista" y el Ara "Doble crisis en el PP". Como dos gotas de agua, ambos diarios reflejan los dos frentes abiertos en el partido de Rajoy, Bárcenas y Andalucía. Con esa munición era como para elevar el tono de los titulares y declarar hundido, estoqueado, zombie e inerte a Rajoy, pero la pólvora soberanista parece mojada.
En El Periódico abren con que "El PP enciende las alarmas" en alusión al bocado de Ciudadanos en Andalucía y en La Vanguardia cambian por completo de registro y exclaman: "El fiscal pide cárcel para dos presidentes del Barça". En la foto salen Tsipras y Merkel, pero el encabezado se refiere a Rosell y Bartomeu, no a Núñez, que ya está en prisión, ni a Gaspart o Laporta, que amenaza con volver entre bramidos de satisfacción de la grey azulgrana. Sólo en la parte inferior de la primera página se refieren al quilombo popular: "Barones del PP culpan al Gobierno del desastre electoral en Andalucía" y "El juez considera probada la caja B del PP".
Lo del Barça preocupa casi más en La Vanguardia que en El Mundo Deportivo. No salen de su asombro en el diario de Godó y atisban una cacería política, una persecución judicial, una causa general y la mano negra de la Santa Inquisición, tot plegat. Pide el ministerio fiscal siete años para Rosell y tres para Bartomeu por presuntos delitos relativos a inflar precios y no pasar por Hacienda.
La segunda damnificada del quiosco es Rosa Díez, la mandamás de UPyD a la que se le ha rebotado hasta Irene Lozano. Sólo le queda Martínez Gorriarán, ortodoxo partidario de la estrategia de tirar p'alante y que salga el sol por Antequera, donde este partido ha conseguido la friolera de 362 votos sobre un total de 20.592 sufragios contabilizados. Ya que estamos: PSOE: 7.612; PP: 6.420; Podemos: 2.181; Ciudadanos: 1.754; Izquierda Unida: 1.272 y luego ya los 362 antedichos de UPyD. De Antequera estamos hablando.
Mucho más amplia resulta la perspectiva de Arcadi Espada en El Mundo: "La catástrofe electoral andaluza es plenamente compartida en muchos otros lugares de España, pero no por ello es menos catástrofe. Se le suma, además, la novedad de un partido que nació en la telebasura y sigue fiel a sus orígenes, y cuya candidata, respecto a la victoriosa socialista, sólo presenta una diferencia cognitiva, aunque inquietante, que es la de tener ideas propias. En Andalucía hay ya un partido que, a la manera lepenista, ocupa el ángulo ciego del ojo electoral: gobernará en pocos lugares pero extenderá su contaminación a todos. Así, el gran reto político andaluz (y el español en muy pocos meses) no es el diseño de las maniobras con que la presidenta tratará de proteger su relativa mayoría, sino la reconstrucción de un espacio de razón, por no decir de cordura. Las circunstancias van a darle a Ciudadanos un papel protagonista en ese reto, dentro y fuera del parlamento, y también a los militantes de UPyD que consigan huir sanos y salvos. Corre riesgos. Entre ellos el de convertirse en un partido-escoba, forzado por la necesidad de un crecimiento rápido. Pero, sobre todo, el de sucumbir a la demagogia del tendero que confunde ciudadanos con clientes, y abstenerse de señalar el desmoralizante error político de la mayoría de los andaluces. El reconocimiento de las ruinas es la primera tarea de la reconstrucción. Que nada tiene que ver con el apuntalamiento".
En El País, Félix de Azúa se incorpora al debate y apunta: "El Gobierno ha dedicado un gran esfuerzo para cumplir con las exigencias europeas y es muy probable que en verdad nos haya sacado del pozo en donde nos metió el presidente más insensato que hemos soportado desde Fernando VII. No obedecer a Bruselas ya estamos viendo, gracias a las barbas griegas, a dónde conduce. El esfuerzo de Rajoy es notable y hay que reconocerlo, aunque todo el mérito es nuestro. Sin embargo, no ha dado un solo paso más y es imposible seguir encerrados con un solo juguete. No ha tocado ni un privilegio, ha consentido toda suerte de corruptelas, es incapaz de dar explicaciones de asuntos tan monstruosos como el de Bárcenas y elige a sus portavoces entre cómicos de zarzuela. (...) ¿Podemos, UPyD, Ciudadanos? Cualquiera de los tres. Yo me inclino por la sensatez del equipo económico de Ciudadanos y la indudable calidad de su líder, así como me parecen nefastos los engaños y la arrogancia de Podemos, pero no quiero dudar de la cordura de los votantes españoles. No pido que gane el mejor, sólo que no gane el peor".
Corrupción. En El País abren con Ruz, pero el vino lleva gaseosa, que está en la última línea del fragmento de crónica de Fernado J. Pérez: "El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz dio ayer por concluida la investigación sobre los papeles de Bárcenas y considera acreditado que el Partido Popular dispuso de una caja b entre los años 1990 y 2008 con la que financió campañas electorales, sobresueldos a responsables políticos y las reformas de sus locales, entre ellos la sede central de Madrid. El magistrado, días antes de abandonar el juzgado al finalizar su comisión de servicios, considera en el auto que existen “sólidos y fundados indicios” de que el partido del Gobierno se sirvió durante esos 18 años de “diversas fuentes de financiación ajenas al circuito económico legal”. Tras dos años de investigación, Ruz propone juzgar a seis personas: los extesoreros Luis Bárcenas y Álvaro Lapuerta, el exgerente Cristóbal Páez y tres empleados de Unifica, el estudio de arquitectura que realizó la reforma de la sede. Al PP lo considera responsable civil subsidiario, y no directo, y renuncia a encausar a los máximos responsables del partido en los años en que se cometieron los supuestos delitos".
Hablando de corrupción, el tesoro Pujol retorna a los diarios. La ex esposa de Jordi Pujol Ferrusola, Mercè Gironès, se negó a declarar ante sus señorías en el parlamento catalán pero el busilis está en las sospechas de la juez sobre los "abusos" del ex president. En el Abc firma la noticia María Jesús Cañizares: "La juez que investiga el origen del patrimonio de Jordi Pujol y su familia considera que el origen de ese dinero puede proceder de los «abusos en la alta función pública desempeñada» por el expresidente catalán. La titular del Juzgado de Instrucción número 31 de Barcelona, Beatriz Balfagón, hace estas reflexiones en una providencia en la que, a través de Interpol, reclama a las autoridades andorranas amplia información sobre las cuentas de la esposa del expresidente catalán, Marta Ferrusola, y de sus hijos Marta, Mireia y Pere en Banca Privada de Andorra (BPA) y Andbank. El expresidente autonómico catalán alega que ese dinero procede de la herencia que le dejó su padre Florenci, según aseguró el pasado 24 de julio".
Continúa la información: "Considera la juez que estos datos requeridos a las autoridades de Andorra son necesarios «para aclarar la titularidad y disponibilidad de los fondos depositados en cuentas bancarias andorranas, así como su origen real, por cuanto el hecho de estar situados fuera de España y de forma opaca para las autoridades españolas, pudiera formar parte de un circuito financiero encaminado a disimular el posible origen delictivo de los mismos»".
Y una novedad, de vuelta en El País. El extraordinario caso de los directivos que se jubilan de mineros. Caso antológico sobre la moralidad nacional. Firma Rafael Méndez: "Directivos de empresas de extracción de carbón cotizan como mineros de interior para prejubilarse antes de los 50 años y con cargo al Ministerio de Industria, según ha conocido EL PAÍS. A los mineros se les aplican esos beneficios por las condiciones de riesgo en las que trabajan. José Antonio Lamelas Pombriego es, a efectos del registro, apoderado de la mina de carbón Hijos de Baldomero García SA, en León. Sin embargo, para la Seguridad Social es un minero de primera, según documentos a la que ha tenido acceso este diario. Esto último le permitirá prejubilarse con unos 50 años con cargo al Ministerio de Industria".
Prosigue Méndez: "José Antonio es hijo de Manuel Lamelas Viloria, presidente de la Cámara de Comercio de León y uno de los mayores empresarios del carbón. Otros dos hijos que han tenido cargos en sus empresas están ya prejubilados de la minería con 50 y 49 años y un cuarto cotiza como trabajador de interior. La empresa justifica que así da más seguridad a sus trabajadores por si hay un accidente. Lamelas Viloria, un tipo impetuoso, de 79 años y de tradición minera, defiende esta práctica. “Mis hijos han pisado mucha mina. De siempre han estado con el carbón. Claro que tienen derecho”, explica en un despacho de Valladolid. Enseña una leve mancha negra en su mano, “es carbón incrustado”, y saca su carné de manejo de explosivos de 1968: “No todo el mundo viene de una estirpe minera de 112 años”". Ni todos los sindicalistas son millonarios como Javier Fernández, el minero rico de la UGT, compañero únete.
24 de marzo, Santoral del Abc: "Santos Catalina de Suecia, Aldemaro de Capua, Secúndulo de Mauritania y Severo de Catania".