Vida

La increíble historia de la meada en la estelada

Exclusiva de El Punt-Avui: Un policía fuera de servicio profana una bandera independentista. El etarra Plazaola se da el piro con peluca. El Cid se encerrará con media docena de victorinos en San Isidro.

12 marzo, 2015 11:47

Mojar los periódicos en el café no es una buena idea. El sabor de la tinta no mejora y el del café, empeora. Para mojar están los churros y las porras, los cruasanes y el pan de pellizco. Un churrusco de pan de ayer es lo mejor para las sopas de leche. Para las sopas con honda, guijarros y ajo. Los diarios son el pan duro de ayer, un día con sus raciones de combate: mondongo de corrupción, legumbres y hortalizas en política, verdura jurídico-policial y agua de cloaca, que es el jugo para cocer a los percebes.

Tampoco es buena idea derramar café sobre el teclado de un ordenador y la gente lo hace constantemente. Noticias sorprendentes. Se ha fugado el etarra Plazaola. Lo cuentan todos los diarios y en el Abc, J. Pagola y J. Arechederra: "Responsables de las Fuerzas de Seguridad tienen datos que apuntan a que el etarra Alberto Plazaola, en busca y captura para que reingrese en prisión y cumpla los diez años que le quedan de condena, abandonó su domicilio de Oñate disfrazado, quizá con peluca, y camuflado entre el centenar de «escudos humanos» que se fueron concentrando en las inmediaciones desde primeras horas de la tarde, cuando se filtró el fallo del Tribunal Supremo. Entre la turba fueron identificados dirigentes locales de Bildu y Sortu".

Había colillas en el suelo y la policía dedujo que entre la muchedumbre se escondía un tío con peluca: "En torno a la una de la tarde del martes se filtró el contenido del fallo del Tribunal Supremo, que corregía la decisión dictada el pasado mes de diciembre por la Audiencia Nacional, y ordenaba que Alberto Plazaola regrese de inmediato a la cárcel para cumplir los diez años que le quedan de condena. Sin embargo, la orden de detención no le llegó a la Guardia Civil hasta las seis de la tarde. Es decir, el etarra y su séquito de cómplices dispusieron de cinco horas para ejecutar el plan de huida, que sin duda ya lo tenían diseñado de tiempo atrás como previsión, porque la decisión del Alto Tribunal era esperada, a la vista de la decisión que se adoptó con el etarra Pikabea. Pero es más que probable que Plazaola quisiera aguardar hasta el último momento por si en su caso el Supremo se posicionaba de otra manera o ante la sospecha de que su vivienda estuviera vigilada discretamente. En estas circunstancias, la «muralla humana» de Bildu era una buena opción para el terrorista".

No son listos ni nada. Pikabea y Plazaola, Raska y Pika en el argot bildutarra. Hacer un Plazaola es como un "sinpa" en un "melé". Grado de dificultad media. Sin embargo, el notición notición del día está en El Punt-Avui y lo firma Teresa Márquez en Calella. Traducimos: "Un agene de la Policía se meó sobre una estelada que descolgó del techo del pub Golden Gloves de la calle Jovara de Calella mientras era animado por tres compañeros más durante la madrugada del miércoles. Previamente, el hombre hizo mofa de la bandera pasándosela por el culo y huyó llevándosela cuando se dio aviso a los Mossos".

Continúa la precisa y colorista descripción de los hechos: "Los cuatro agentes estaban fuera de servicio y pertenecen al contingente antidisturbios que desde el mes de septiembre se mantiene de manera permanente en la zona. Según testigos presenciales, los cuatro policías iniciaron una discusion con un grupo de jóvenes vecinos del municipio que estaban fuera del establecimiento fumando...". La versión original prosigue así: "En un moment determinat, l'agent va entrar dins del local, va agafar l'estelada i va tornar al carrer per orinar-hi a sobre mentre cridava consignes antiindependentistes. Quan la baralla va pujar de to una jove va trucar als Mossos. Quan aquests van arribar, el policia havia marxat emportant-se la bandera i la baralla s'havia calmat. Els altres agents que l'acompanyaven es van identificar com a membres de la Policía Nacional. Els Mossos van demanar suport logístic a la policia local i, malgrat haver constatat els aldarulls, ningú no va voler presentar cap denúncia. Els mateixos testimonis asseguren que és la primera vegada que hi ha un incident d'aquest tipus al local i que els policies són clients habituals “des de fa mesos”".

Muy mal. Fatal. Estas cosas pueden hacer mucha gracia, pero revelan un insano grado de encono. Mearse en una bandera es un ultraje intolerable por mucho que la tela no sea de curso legal. No es lo mismo que quemar una enseña. Las chispas queman. Lo de la lluvia dorada "sólo" salpica. ¿Qué pensarán los vexilólogos? El policía dirá que lo hizo en su tiempo libre...

De vuelta al terrorismo, ayer fue 11 y Gabriel Albiac recuerda: Hay puntos en que la vida se vuelca. Y nada vuelve ya a tener sentido. En cada 11 de marzo tengo esta misma certeza de que esa fue la fecha que cerró el poco horizonte moral que quedaba aún abierto ante este pobre país, que temió siempre ser libre y pagar lo que ser libre exige. Todo fue extraño en torno a la tragedia de esa fecha. Todo sigue empantanado, once años más tarde, en el mismo pacto de olvido que se selló en las 72 horas que siguieron al crimen. Y quien más y quien menos, cada uno de nosotros va tirando con la certeza a cuestas de no saber lo que en realidad pasó. Con la certeza, aún más dura, de que moriremos sin llegar a saberlo.(...) Cuarenta y ocho horas después, las elecciones generales. Extrañamente, nadie ejerció la sensatez básica de aplazarlas: no se acude a las urnas en medio de una emergencia nacional; al menos, no se hace en ningún país civilizado. Sucedió lo que tantos temíamos. Una ciudadanía desnortada votó rendirse. La hipótesis Rubalcaba se impuso como una apisonadora: «¡Ha sido Aznar!», gritaban los bárbaros, que ni siquiera eran conscientes del suicidio al cual se encarrilaban ellos mismos. Lo peor estaba en puertas. Y llegó Zapatero. Y todo fue irreversible. Los casi ocho años de lo que es muy bondadoso llamar gobierno suyo reventaron para decenios esta pobre tierra. Acabó Zapatero. Pero nadie quiere recordar. Menos aún, saber. Duele. Demasiado".

Cambio de tercio. Si ayer El País no hablaba de los Pujol y la Banca Privada Andorrana, hoy sí, y a modo. Xavier Vidal Folch escribe: "Es lo que tiene el dinero negro, que te junta con otros que también ocultan dinero negro. Aunque el suyo sea negrísimo, y el tuyo, solo negrito. Es lo que le pasa a la ínclita familia Pujol. Ve, de repente, cómo el Banco de Madrid/Grupo Banca Privada d'Andorra que le vehiculaba los trapos sucios, lo hacía también con otras familias muy familiares, chinas, venezolanas, rusas, de agárrate. Y ahora está intervenido".

Punto y aparte: "Y ahora quizá no pueda beneficiarse de la adorable juez de Andorra que protegía sus manejos con el secreto bancario declinante del ex-paraíso-infierno fiscal al que los Pujol —y tantos menestrales ricachos de su cuerda— les llevaban su dinero sucio".

Más mádera: "Esta querencia de algunas élites catalanas por el Banco de Madrid no es, sin embargo, reciente. Como que quien lo fundó en los primeros cincuenta fue el sofisticado prócer de Manlleu Jaume Castell Lastortras, industrial textil, editor del Tele-Exprés, autor teatral hasta en francés (Nuestro marido, Une femme aimée). Castell no fue solo. Le apoyaron sus compadres de la “brigada del amanecer”. Era una brigada falangista de hora pronta no por disparar al alba, sino por alargar sus juergas. Brigada de vencedores, prueba cabal de que Cataluña no perdió en bloque la guerra, contra lo que propala el nacionalismo periférico: algunos catalanes la ganaron".

Toros. La tarde del siglo. Anuncio en el Abc: "Reto mayor de Manuel Jesús «El Cid»: matará seis toros de Victorino Martín en la Feria de San Isidro. La fecha: el 5 de junio. La figura de Salteras verá así cumplido su deseo de encerrarse con seis ejemplares de la A coronada en Las Ventas, la ganadería con la que tan loadas faenas ha cosechado. El Cid ya vivió una histórica tarde, en 2007, con media docena de victorinos en Bilbao".

12 de marzo, Santorales. Según La Vanguardia: "Luis Orión, Teófanes, Pedro, Alejandro, Maximiliano, Edguno, Bernardo, Inocencio".

Según el Abc, "Inocencio I Papa, Maximiliano de Tebeste, Elpegio, Pablo Aureliano y Teófanes cronista".