Las calles de Pujalt

Las calles de Pujalt CATALUNYA TURISME

Viajes

No es Besalú, pero está cerca de Calaf: el pueblo medieval de Barcelona, que enamora con poco más de 200 habitantes

El municipio catalán con una gran riqueza patrimonial y con una rica gastronomía de montaña

Más noticiasEl pueblo de Pirineo que debe su riqueza al mar: está a más 600 metros de altura y tiene un Bien de Interés Cultural

Publicada

Noticias relacionadas

Hay un encanto especial en descubrir pueblos catalanes poco conocidos, esos lugares que quedan fuera de las rutas turísticas más habituales y que, precisamente por ello, conservan intacta su esencia. Pasear por sus calles empedradas o plazas pequeñas donde aún se respira la calma de otra época nos transporta a un ritmo de vida más pausado, cercano y auténtico.

Cada iglesia románica, cada torre medieval o cada casa de piedra cuenta una historia que no siempre está escrita en los libros, pero que se percibe en la manera en que los vecinos cuidan su patrimonio y transmiten sus tradiciones. Además, la experiencia se completa con la gastronomía local, sencilla y honesta, que aprovecha los productos de la tierra y mantiene recetas heredadas de generación en generación. Viajar a estos rincones es, en definitiva, vivir una Cataluña diferente y más íntima, disfrutar del placer de lo auténtico y sentir que se ha encontrado un pequeño tesoro que muy pocos conocen.

El pueblo medieval de Barcelona

Pujalt es un municipio de la provincia de Barcelona. El término municipal, que incluye los núcleos de l'Astor, Conill, la Guàrdia Pilosa, Pujalt y Vilamajor, tiene una población de 210 habitantes (INE 2024) y está ubicado en la comarca de la Noya.

En Pujalt lo que más sorprende es la riqueza patrimonial concentrada en un entorno pequeño y tranquilo, lo primero que llama la atención es la iglesia parroquial de Sant Andreu, de origen románico aunque reformada con el paso de los siglos. También, se encuentran los restos del castillo medieval, que aún conservan parte de su muralla junto a la capilla de Sant Ponç restaurada por los vecinos. A eso se suman los núcleos agregados como l’Astor, donde puedes pasear por calles de piedra y visitar la iglesia de Santa Magdalena o rincones como Can Pou con su ventana gótica. O Conill, que conserva una iglesia del siglo XVII y un crucero gótico, que remite a su pasado devocional, mientras que en Vilamajor te espera la iglesia románica de Sant Joan y una necrópolis medieval que habla de la larga continuidad histórica de la zona.

Iglesia de Sant Andreu

Iglesia de Sant Andreu CATALUNYA TURISME

Además de este patrimonio arquitectónico, Pujalt ofrece experiencias singulares, como el Memorial del Ejército Popular, que recuerda el campo de instrucción de la Guerra Civil y permite recorrer refugios, antiguos barracones y senderos históricos. El Observatorio Astronómico aprovecha la escasa contaminación lumínica para ofrecer talleres y sesiones de observación bajo cielos limpios, lo que convierte la visita en un viaje tanto al pasado como al universo. Y para completar, los alrededores invitan a hacer rutas de senderismo con panorámicas que alcanzan Montserrat, los Pirineos y el Pla d’Urgell, combinando patrimonio, naturaleza e historia en un solo destino donde siempre hay algo que ver y algo que hacer.

La gastronomía de Pujalt

La gastronomía de Pujalt bebe de la tradición rural de la comarca de la Anoia, un territorio de interior que combina la huerta, la ganadería y la producción artesanal. En los restaurantes y casas de la zona es común encontrar embutidos típicos catalanes como la butifarra blanca y la negra, el fuet o la longaniza, elaborados de forma tradicional y servidos, muchas veces, acompañados de pan con tomate y aceite local. Otro producto muy apreciado es el cigronet de l’Anoia, una variedad de garbanzo pequeña y muy sabrosa, que se cultiva en la comarca, y que suele formar parte de guisos y estofados caseros.

También, destacan recetas populares como la cebolla rellena, los platos con setas de temporada, la carne a la brasa de cordero y cerdo criados en la zona, y un pan rústico típico de la comarca. En el núcleo de l’Astor se encuentra la Masia La Figuera, un restaurante situado en una casa del siglo XVII, que conserva su estética medieval y ofrece cocina tradicional catalana con productos de proximidad --rodeado de prados y bosques que completan la experiencia--. Así, comer en Pujalt es probar la esencia de una cocina de montaña sencilla, honesta y de raíz campesina, que refleja la identidad de su entorno.

Cebollas rellenas

Cebollas rellenas CATALUNYA M'AGRADA