Los mejores platos preparados de Mercadona, según la OCU: sabrosos y nutritivos

Mercadona ha sabido posicionarse como uno de los supermercados con mayor oferta y aceptación entre los clientes. Así lo confirma un reciente informe de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que ha evaluado la calidad y variedad de sus platos listos para comer, destacando algunos como los preferidos del público.

Entre los preferidos aparecen, también, varias recetas de inspiración internacional que, en opinión de la organización, alcanzan una calidad sorprendente dentro del sector de la comida preparada.

El informe menciona, también, la colaboración con proveedores de proximidad y el control riguroso en los procesos de elaboración como elementos diferenciales. La trazabilidad de las materias primas y el uso de ingredientes frescos, que refuerzan la confianza de los consumidores. Estos son los mejores platos preparados de Mercadona:

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Pollo teriyaki con arroz: Una de las elecciones favoritas, gracias a la abundancia de pechuga de pollo, la salsa bien equilibrada y un aporte nutricional notable.

Pollo teriyaki con arroz MERCADONA

Arroz con secreto ibérico y setas: Valorado por su sabor intenso y su composición saludable, que combina proteínas, fibra y un bajo nivel de grasas saturadas.

Arroz con secreto ibérico y setas MERCADONA

Pollo al curry con arroz: Un clásico de la cocina india adaptado al gusto español, que gana terreno como alternativa económica y sabrosa frente a restaurantes especializados.

Pollo al curry con arroz MERCADONA

Noodles yakisoba con carne: Otra opción de estilo japonés que logra buena puntuación por la calidad de sus ingredientes básicos y su facilidad de consumo.

Noodles yakisoba con carne MERCADONA

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La opción fácil

Cada vez más personas recurren a los platos preparados de supermercados porque ofrecen una solución rápida y práctica al ritmo de vida actual. La falta de tiempo para cocinar, las jornadas laborales extensas y la conciliación con otras tareas hacen que estos productos se conviertan en una alternativa cómoda: basta con calentar y consumir. Además, las cadenas han mejorado mucho la calidad y variedad, ofreciendo opciones que van desde recetas tradicionales hasta propuestas más saludables, veganas o internacionales, lo que permite adaptarse a distintos gustos y necesidades sin esfuerzo.

Otro motivo importante es la relación calidad-precio y la conveniencia. Comprar un plato ya listo suele salir más barato que pedir comida a domicilio y resulta más sencillo que cocinar desde cero, sobre todo si se vive solo o no se quiere desperdiciar ingredientes. A esto se suma que muchos consumidores valoran la innovación en el lineal, pues los supermercados buscan sorprender con recetas nuevas y formatos prácticos que generan confianza y fidelidad. 

¿Cómo realiza la OCU estos estudios y en qué se basan?

La OCU emplea un método bastante estructurado y riguroso para analizar los platos preparados:

Comparativa entre marcas y cadenas: compara productos equivalentes de diversas cadenas como Carrefour, DIA, El Corte Inglés, Alcampo, Hiperusera y Leclerc.

Evaluación sensorial y gastronómica: chefs y expertos valoran elementos clave como textura, olor, sabor, proporción entre masa y relleno y presentación general del producto.

Análisis de ingredientes y nutrición: se examina la lista de ingredientes, presencia de aditivos (como conservantes o espesantes), contenido en sal, grasas saturadas y composición nutricional global (calorías, proteínas, hidratos).

Relación calidad-precio: la valoración incluye si el producto ofrece buena calidad a un coste razonable, comparándolo frente a alternativas.

Variedad y coherencia con tendencias de consumo: También, se valora la diversidad de opciones (tradicionales e internacionales), alineadas con la demanda de comidas rápidas, saludables y sabrosas.

¿Por qué lo hace la OCU?

La OCU cumple una función clave: proteger y orientar al consumidor. Sus estudios tienen como objetivo:

• Informar con criterio sobre qué productos merecen confianza, teniendo en cuenta calidad, salud y precio.
• Fomentar buenas prácticas en la industria, incentivando a supermercados y marcas a elevar sus estándares.
• Empoderar al consumidor, permitiéndole elegir con base sólida, más allá de la apariencia o el marketing.