El parque natural de Cataluña de más de 14.000 hectáreas: paisajes glaciares, valles profundos y prados alpinos

Nos gusta tanto ir a parques naturales porque nos permiten desconectar del ritmo acelerado del día a día y reconectar con la naturaleza. Estar rodeados de montañas, bosques o ríos nos brinda una sensación de calma y libertad difícil de encontrar en la ciudad. Además, respirar aire puro, escuchar el sonido de los pájaros o caminar por senderos nos ayuda a relajarnos y cuidar tanto el cuerpo como la mente. En los parques naturales encontramos un refugio donde podemos disfrutar del silencio, del paisaje y del tiempo sin prisas.

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El parque natural de Cataluña

El Parc Natural de les Capçaleres del Ter i del Freser se encuentra en el extremo oriental de los Pirineos catalanes, en la comarca del Ripollès, en Girona. Fue declarado parque natural en 2015 con el objetivo de proteger los ecosistemas de alta montaña situados en las cabeceras de los ríos Ter y Freser. Ocupa una extensión de unas 14.750 hectáreas y abarca municipios como Setcases, Queralbs, Vilallonga de Ter y Molló, entre otros. Se trata de una de las zonas más altas y salvajes del Pirineo, donde las montañas superan los 2.800 metros y los paisajes glaciares se mezclan con valles profundos y prados alpinos.

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El relieve del mismo es espectacular y muy variado. En él destacan cumbres emblemáticas como el Bastiments, el Gra de Fajol, el Pic de l'Infern o el Pic de la Dona, que conforman un auténtico paraíso para los excursionistas. Los valles glaciares, los lagos de origen glaciar -como el de Bacivers- y los riachuelos de aguas cristalinas aportan una belleza serena y poderosa al entorno. Además, el parque es el punto de nacimiento de dos ríos fundamentales para Cataluña: el Ter y el Freser, cuyas aguas alimentan buena parte del territorio gerundense.

Parc Natural de les Capçaleres del Ter i del Freser BARCELONA TURISME

Vegetación

La vegetación del parque varía según la altitud. En las zonas bajas predominan los bosques de hayedos y abetales, frescos y sombríos, mientras que a media montaña aparecen los pinares de pino negro y amplios prados donde pastan vacas y caballos. En las cotas más altas, donde el clima es más riguroso, se reduce a arbustos, líquenes y pequeñas flores adaptadas al frío.

En cuanto a la fauna, alberga especies pirenaicas de gran valor, como el rebeco o isard, el urogallo, la marmota, el águila real, el quebrantahuesos y el tritón pirenaico, una especie endémica y protegida.

Pino negro WIKIPEDIA

Pueblos

Además de su valor natural, el conserva un notable patrimonio cultural y humano. Los pueblos de su entorno, como Camprodon, Setcases o Queralbs, mantienen una arquitectura tradicional de piedra y tejados de pizarra, testimonio de la vida de montaña. En muchos de ellos se puede descubrir la historia de la ganadería, la trashumancia y el aprovechamiento forestal que marcaron la identidad del Ripollès. Dentro del parque también se encuentra el Valle de Núria, un lugar emblemático al que solo se puede acceder a pie o con el famoso tren cremallera, símbolo del equilibrio entre naturaleza y turismo sostenible.

El turismo en el parque se orienta hacia la sostenibilidad y el respeto ambiental. Es un destino ideal para los amantes del senderismo, el alpinismo o la observación de fauna. Existen rutas señalizadas de distinta dificultad, desde ascensiones exigentes a los grandes picos hasta paseos familiares por los valles o caminos históricos como el Camí dels Enginyers o el GR-11, que atraviesa todo el Pirineo. En invierno, su proximidad a la estación de esquí Vallter 2000 permite disfrutar también de actividades de nieve como el esquí de montaña o las raquetas.