Las piscinas naturales más espectaculares para descubrir en otoño, Salt de la Barra de Ferro

Las piscinas naturales más espectaculares para descubrir en otoño, Salt de la Barra de Ferro CLUB EXCURSIONISTA DE GRÀCIA

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Las piscinas naturales más espectaculares para descubrir en otoño: senderos, saltos de agua y naturaleza salvaje

El aumento del caudal del río y el cambio de color en la vegetación convierten el valle en un entorno especialmente atractivo en esta época del año

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Visitar piscinas naturales en otoño puede resultar mucho más interesante que en verano. Están menos atestadas de gente y, además, el agua fluye más y los saltos de agua resultan más espectaculares.

Lo saben bien los habitantes del L’Esquirol, un pueblo de Girona del que parte una ruta que lleva no a una, sino a varias pozas. Sólo hay que seguir la Riera de les Gorgues y dejarse sorprender.

Este curso de agua, que desemboca en el río Ter, recorre un espacio muy apreciado por los habitantes de Osona, Collsacabra. Se trata de un terreno de calizas y areniscas moldeado por el agua que han creado un sistema de pozas y saltos de notable interés geológico y paisajístico

Durante el otoño, la ruta es especial. El aumento del caudal y el cambio de color en la vegetación convierten el valle en un entorno especialmente atractivo para la observación del paisaje.

Dónde está

El itinerario parte del centro urbano de L’Esquirol, en el carrer Sant Bartomeu, y sigue el trazado del antiguo Camí de Sant Jaume. El recorrido desciende por caminos agrícolas hasta la Casa del Pont.

Este es el punto donde el antiguo camino real de Vic a Olot se cruza con la pista que conduce al cauce. A partir de este desvío, el itinerario empieza a aproximarse a la riera.

Inicio de la ruta

El primer conjunto relevante lo forman el Salt de la Gorga Grossa y el Salt del Cabrit, situados a unos 430 metros de altitud. Ambos están encajados en un meandro pronunciado y se alimentan de las aguas principales de la riera. 

El Salt de la Gorga Grossa destaca por su altura de unos 80 metros y por la amplitud de la cubeta inferior, que constituye una de las pozas más grandes del tramo.

El Salt del Cabrit, ubicado a poca distancia, presenta un desnivel menor, pero su cauce muestra un trabajo erosivo visible en la roca, con un entorno de vegetación de ribera bien conservado. 

Más adelante, el sendero atraviesa el Torrent de les Paganes, uno de los afluentes más importantes de la riera. En su margen derecha se localiza la Font de l’Avi Miquel, una fuente de piedra escondida bajo una gran losa y vegetación. 

Saltos de agua y pozas

A escasos metros se encuentra el Salt d’en Nara, un salto de agua de pequeña altura, pero de gran belleza. Se trata de una poza circular con fondo de roca y un caudal más regular durante buena parte del año. 

El itinerario continúa en ascenso hacia el mirador del Salt de la Barra de Ferro, a unos 550 metros de altura. Desde esta zona se obtiene una panorámica del conjunto de pozas que esconde la riera de les Paganes, una garganta profunda que refleja la estructura estratificada del terreno. 

El molino

Aunque el salto principal no es visible desde el mirador, su localización marca el punto medio del recorrido. A partir de aquí, se emprende el regreso, aunque por otro lado.

El tramo final se dirige al entorno del Molí d’en Bertrana, donde el cauce vuelve a estrecharse y el agua forma una secuencia de pozas y resaltes. Las ruinas del molino, cubiertas de vegetación, testimonian el antiguo aprovechamiento hidráulico del valle. 

En este sector, las pozas son más pequeñas y profundas, y la corriente fluye entre bloques de piedra pulida, formando remolinos y pequeñas cascadas. El conjunto conserva un notable interés paisajístico y etnográfico.

El retorno a L’Esquirol se realiza por un camino que asciende suavemente entre campos y bosques hasta reencontrar la carretera local. 

Cómo llegar

Antes de emprender la ruta es necesario llegar a L'Esquirol en coche. Está a poco más de una de Girona. Se sale por la A-2 hasta la salida de Vic para tomar la C-25 y, antes de llegar a la capital de Osona, hay que tomar el desvío hacia la c-153.

El camino desde Barcelona por estas carreteras se puede seguir, pero se tarda cerca de dos horas y media. En cambio, si uno elige ir por la C-33 que enlaza con la la C-17 hasta Vic y continuar por por la carretera C-153.