Así es el único "pueblo mágico" de Cataluña: está en Lleida y tiene una encantadora historia

Los pueblos de España se han repasado una y otra vez, por su historia, su belleza, su valor cultural y patrimonio. Esta vez, el IDL (Instituto de Desarrollo Local y Estudios Sociales) ha decidido hacer un ranking de los pueblos más mágicos.

Mucho se habla de la lista de los pueblos más bonitos de España, pero más allá de la belleza, siempre tan subjetiva, está el encanto, la historia, la magia de estos municipios. Se cuentan por decenas y, sí, Cataluña también los tiene.

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Para ser rigurosos debemos decir que tiene sólo uno. Una localidad que se ha ganado este título por méritos propios. En la región catalana de Lleida, aguarda este tesoro escondido para los amantes de la historia, la naturaleza y la autenticidad.

Vilaller, un encantador pueblo situado a 981 metros sobre el nivel del mar, se erige como el único "Pueblo Mágico" de Cataluña.

Dónde está

Ubicado en el corazón del Valle de Barravés, en el camino hacia la Vall d'Aran, Vilaller se presenta como un destino que fusiona la tradición con un paisaje espectacular y una rica herencia cultural.

El casco antiguo del lugar es un testimonio viviente de su historia. Aquí, encontrarás vestigios de una muralla con arcadas y una torre medieval, así como los restos de la prisión más antigua de Lleida, que data del siglo XVII.

Qué ver

Un puente de piedra del siglo XVII, la iglesia neoclásica de San Clemente del siglo XVIII y su torre campanario añaden un encanto arquitectónico único al pueblo. También destacan las ermitas de la Virgen de Riupedrós y San Mamés, así como el imponente Olmo del Trinquet, un árbol centenario.

Vilaller no sólo seduce con su patrimonio histórico, sino también con un entorno natural de ensueño. Los alrededores del pueblo albergan monumentos megalíticos y necrópolis antropomorfas medievales, que evocan tiempos pasados y misterios antiguos, es la conocida como Villa Closa.

Vilaller AJUNTAMENT DE VILALLER

Pero, sin duda, el icono de Vilaller es su puente viejo de Vilaller, el Pont Vell. Se trata de una construcción del siglo XVII que permitía salvar el río Noguera Ribagorzana a su paso por el municipio de la Alta Ribagorça.

Levantado en piedra y con tres arcos de medio punto, formaba parte esencial de las comunicaciones entre Cataluña y Aragón a través del Pirineo. Pero se rompió.

Una crecida extraordinaria del río el 2 de agosto de 1963 arrasó con dos de sus arcos. Desde entonces ha quedado reducido a un único arco original, que todavía se conserva en pie como vestigio histórico y emblema del pueblo.

Puente viejo de Vilaller

El municipio vivió un proceso de agrupamiento en el siglo XIII, cuando la población se concentró en torno a la actual ubicación del pueblo. Esto se debió a la necesidad de crear centros fuertes y seguros, tanto para los señores como para los vecinos, que buscaban protección ante las rivalidades entre señores.

De esta manera, Vilaller se convirtió en la capital de la Baronía de Barravés y creó una villa cerrada rodeada por una muralla formada por las casas del pueblo y protegida por cuatro puertas.

El entorno de Vilaller

Más allá de la inmersión en la historia y la cultura, esta localidad satisface los paladares curiosos con su rica gastronomía, así como variadas rutas a través de la naturaleza, que permiten a los visitantes explorar y disfrutar plenamente del entorno.

Con todas estas características, Vilaller es un destino que te transporta en el tiempo a través de su patrimonio histórico, permite conectar con un paraje asombroso y ofrece la oportunidad de explorar una tierra mágica. Es un rincón único en el Pirineo de Lleida que merece la pena descubrir y apreciar.

Vilaller CATALUNYA TURISME

Cómo llegar

Como pasa en los cuentos, llegar a un rincón mágico, hay que saber llegar y estar preparado. A Vilaller sólo se puede llegar en coche.

Desde Lleida se ha de iniciar el viaje por la autovía A-2 en dirección Balaguer y allí enlazar con la carretera C-13, que atraviesa el valle de la Noguera Pallaresa. El recorrido continúa por la N-230, que bordea el embalse de Escales y sigue directa hasta Vilalle. 

Si desde la capital del Segriá la ruta es de dos horas, desde Barcelona ascienda a tres horas y media. Uno debe ir por la autopista AP-2 o bien la C-25 en dirección a Lleida, para enlazar posteriormente con la A-2. Desde allí se sigue el mismo itinerario que desde Lleida.