No es Lleida, pero está cerca. La única provincia sin mar de Cataluña es la menos valorada y de las menos visitadas. Muchos se acuerdan de ella durante la temporada de esquí, pero ofrece mucho más.
En el interior de Cataluña se encuentra una de las ciudades medievales más olvidadas de la comunidad autónoma. Tuvo uno de los edificios civiles más importantes del país. En cambio, muy pocos la visitan o la tienen en cuenta.
Razones había. Cervera se encuentra en una posición estratégica en el centro de la comunidad. Ha sido escenario de hechos clave en la historia catalana.
Aquí nació la Generalitat, se firmaron las capitulaciones de los Reyes Católicos y se levantó la Universidad de Cataluña, considerada el edificio civil más importante del siglo XVIII en Cataluña.
Origen de la Generalitat
La historia de la ciudad, en cualquier caso, es anterior. Aparece documentada por primera vez el año 1026, cuando campesinos repoblaron la villa tras la evacuación de sus habitantes musulmanes.
Su fortaleza permitió un rápido crecimiento y en 1359 fue elegida como sede de las Cortes Catalanas. Aquí se redactaron las Leyes Generales, que dieron origen de la Diputació del General y que fue precursora de la actual Generalitat de Cataluña.
El peso de los Reyes Católicos
Su importancia iba a más. En 1368, Pedro III el Ceremonioso ordenó ampliar sus murallas, reforzando el papel defensivo de la localidad y el municipio cada vez cobraba mayor enjundia política.
Un siglo después, en 1469, en Cervera se firmaron las capitulaciones matrimoniales de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, el acuerdo que unió a los Reyes Católicos. Un avance de lo que iba a pasar siglos después.
Vista aére de Cervera
Llegaron los años de la Guerra de Sucesión. Felipe V pasó por el municipio en 1701 y otorgó a Cervera el título de ciudad al año siguiente. Quería lograr apoyos, pero no los consiguió.
El carlismo se hizo fuerte en Cervera. La mayoría de sus habitantes apoyaron al archiduque Carlos de Austria, lo que convirtió la zona en escenario de enfrentamientos y graves destrucciones hasta 1712.
La Universidad de Cataluña
La derrota en la guerra dejó a Cervera en una situación crítica. En 1713, el ayuntamiento envió representantes a Madrid para solicitar apoyo económico.
Cuatro años más tarde, en 1717, volvería a resurgir. La Corona decidió construir allí la Universidad de Cataluña, un ambicioso proyecto que concentraba en un único centro los estudios universitarios clausurados en Barcelona, Lleida, Girona, Tarragona, Vic, Tortosa y Solsona.
Más de 2.000 alumnos
El edificio, diseñado por los ingenieros franceses Montaigu y Rez, comenzó a levantarse en 1718 y no se finalizó hasta 1804, tras 87 años de obras. Aun así, la universidad abrió sus puertas en 1740.
Su monumentalidad lo convirtió en el edificio civil más importante del siglo XVIII en Cataluña. A finales del siglo XVIII ya contaba con más de 2.000 alumnos.
Sin embargo, su protagonismo generó tensiones con Barcelona, que finalmente recuperó los estudios universitarios en 1842, provocando el cierre definitivo del centro en Cervera.
Cómo es Cervera
Algo de todo eso ha quedado de aquel tiempo. Aún se puede disfrutar de ese viejo edificio que luce igual de imponente.
La fachada principal, de estilo barroco, está enmarcada por dos torres gemelas y rematada por un frontón triangular con un relieve de Jaume Padró. En su interior, el conjunto se organiza en torno a dos patios, y conserva un retablo de alabastro policromado en la capilla del Paraninfo.
Qué ver
Pero no todo es historia, reyes y universidades. El Carrer Major, que atraviesa el casco antiguo, conserva casas con soportales medievales.
Aquí encuentra la iglesia de Sant Bernat, donde en 1369 se celebraron Cortes del Reino de Aragón y se sentaron las bases de la Generalitat. El mismo lugar donde, un siglo después, los Reyes Católicos firmaron las capitulaciones.
Cervera
La Plaça Major, con tres de sus lados porticados, es otro de los espacios emblemáticos. Allí se alza la Paeria o Ayuntamiento de Cervera, construido en 1683, cuya fachada barroca destaca por los balcones y ménsulas esculpidas que representan los sentidos humanos con figuras populares.
Pero sin duda, la iglesia de Santa María es el principal templo de Cervera. Construida entre los siglos XIV y XV, combina el estilo gótico catalán con un imponente campanario octogonal.
La iglesia de Cervera
En su ábside se conserva la Mare de Déu del Coll de les Savines, una talla románica de madera muy venerada en la comarca.
El templo cuenta con vidrieras originales del siglo XV y accesos singulares como la Porta de les Núvies, abierta en el siglo XVIII. La fachada principal, de estilo neogótico, fue añadida en el siglo XIX.
Junto a la iglesia se encuentra la Plaza del Fossar, antiguo cementerio medieval, y sobre una elevación cercana se alzan las ruinas del castillo de Cervera, convertido hoy en mirador de la Segarra.
Cervera conserva tramos de sus murallas medievales, ampliadas en tiempos de Pedro el Ceremonioso. En este recinto se encuentra el Monumento a la Generalitat, obra del escultor Josep Maria Subirachs, que simboliza las cuatro barras de la senyera.
Cómo llegar
Cervera, gracias a su importancia, también está muy bien comunicada. Se encuentra a 40 minutos en coche de Lleida. por la A-2.
Desde Barcelona, el viaje dura una hora y diez minutos. También se accede por la A-2 y se toma la salida a la ciudad.
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