Parece Cataluña pero está en Andalucía: la curiosa historia detrás del nombre catalán de este pueblo de la costa de Granada

Parece Cataluña pero está en Andalucía: la curiosa historia detrás del nombre catalán de este pueblo de la costa de Granada FILM IN GRANADA

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Parece Cataluña pero está en Andalucía: la curiosa historia detrás del nombre catalán de este pueblo de la costa de Granada

El origen del topónimo aún es motivo de controversia en pleno siglo XXI

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Hace unas semanas, Castell de Ferro era noticia por un terrible incidente. Una patera llegaba a sus costas y un grupo de bañistas retuvieron a sus tripulantes hasta que llegó la policía.

El incidente fue grabado por las cámaras de las decenas de bañistas que se encontraban allí en el lugar de los hechos. Eran lugareños y visitantes, porque este pequeño pueblo de Granada tiene un atractivo turístico que convoca.

A muchos, en cualquier caso, les chocó otro detalle. Castell de Ferro es catalán, significa castillo de hierro. Podría parecer entonces, solo por el nombre, un pueblo de Cataluña y, en realidad, está en el corazón de la costa de Andalucía. ¿Por qué una localidad granadina lleva entonces un nombre catalán? Las explicaciones, una vez más, se encuentran en la historia,

Uno debe remontarse  a 1857, cuando el municipio se segregó administrativamente de Gualchos. La inclusión de Castell de Ferro en el nomenclátor de localidades andaluzas y españoles de 1858 formalizó un topónimo que, desde hace más de siglo y medio, ha convivido sin conflicto en plena costa mediterránea de Andalucía

Vista aérea de Castell de Ferro

Vista aérea de Castell de Ferro

Algunos han hablado de un asentamiento catalán en la zona, otros lo achacan a un episodio migratorio de ida y vuelta o, directamente, a una transformación lingüística a partir de un término anterior que poco tiene que ver con el catalán. Y algo de estos tres factores hay.

Entre Cataluña y el mar de Alborán

La presencia catalana en el mar de Alborán se documenta desde los siglos centrales de la Baja Edad Media. Entre los siglos XIII y XV, Cataluña era una potencia naval que competía con repúblicas mercantiles como Génova y Venecia, y sus armadores fijaban la mirada en el estrecho de Gibraltar, punto clave de acceso a las rutas atlánticas. 

Las galeras catalanas participaron en operaciones militares como la conquista de Almería (1147), el bloqueo de Tarifa (1292), la batalla de Ceuta (1339) o la toma de Málaga (1487). No existen referencias concretas a Castell de Ferro en aquella época, sin embargo, el área estuvo dentro del radio de acción comercial y militar catalán.

Un caladero abundante y la llegada de pescadores

A pesar de que tras la conquista de Granada en 1492, el mar de Alborán perdió protagonismo frente a la costa atlántica, mantuvo su importancia pesquera y comercial y los catalanes se quedaron. 

En el siglo XVIII, y especialmente a partir de 1750, se documenta la presencia de establecimientos pesqueros catalanes en distintos puntos del litoral andaluz. Uno de ellos se encontraba en una playa conocida como Castil de Fierro, un topónimo que, según algunos estudios, no sería de origen catalán sino mozárabe.

El filólogo Manuel Sanchís Guarner interpretó Castil de Fierro como un vestigio de lengua románica anterior a la dominación musulmana, posiblemente vinculado al patronímico Ferrutx, de raíz hispanovisigótica y posteriormente arabizado. 

Teorías sobre el nombre

Esta explicación desvincularía el nombre original de cualquier influencia catalana y lo situaría como supervivencia lingüística a lo largo de siglos de dominio árabe. Y así se conforma las explicaciones diversas. Pero ¿cómo evolucionó ese nombre al catalán?

La teoría más aceptada por los investigadores locales apuntan al fenómeno migratorio del siglo XIX. Durante la ocupación napoleónica y la crisis económica que la acompañó, muchas familias de la zona emigraron a Cataluña, posiblemente atraídas por vínculos previos con pescadores catalanes y por el dinamismo económico del Principado bajo influencia francesa. 

Playa de Castell de Ferro

Playa de Castell de Ferro

Entre 1808 y 1814, este movimiento de ida se completó con un retorno inesperado, acompañado por familias catalanas que se asentaron en la zona. Ese intercambio humano explicaría tanto la "catalanización" del topónimo como la existencia de lugares denominados “calle de los catalanes” o la playa de “los Cambriles”, que haría referencia a la población de Cambrils (Tarragona).

Castell de Ferro, más allá del nombre

Hoy, Castell de Ferro es la capital del municipio de Gualchos y un enclave costero que combina la pesca tradicional con el turismo. Situado en la Costa Tropical de Granada, disfruta de un clima suave todo el año y de un entorno natural que combina mar y montaña. 

Su castillo nazarí, en lo alto del cerro, recuerda la importancia defensiva del lugar, reforzada por un sistema de torres vigía como las de la Rijana, Zambullón, Estancia y Cambriles. 

Qué ver

Las playas son otro de sus reclamos, desde la urbana de Castell de Ferro hasta la cala de la Rijana, de aguas transparentes y apreciada por buceadores. El faro de la Punta del Melonar, construido en 1992 sobre restos árabes, completa el recorrido patrimonial. A nivel cultural, el pueblo celebra fiestas como la Virgen del Carmen en julio y mantiene tradiciones pesqueras y agrícolas ligadas a su historia.

Pese a su tamaño, Castell de Ferro reúne un legado que combina influencias andaluzas, mozárabes y catalanas, que se reflejan en sus casas e incluso en el nombre.